En este mes, 3 asesinados y 2 desaparecidos: las víctimas adolescentes de la delincuencia en la CdMx

El 2 de noviembre fueron descubiertos los restos de Héctor y Alan Yair, y este miércoles fue localizado en una maleta Alessandro, pero también hay dos adolescentes desaparecidos en la misma zona

Jorge Ávila / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Hace apenas unos días, el 2 de noviembre, un hombre fue detenido en calles de la zona Centro de la Ciudad de México cuando transportaba los cuerpos desmembrados de los adolescentes Alan Yair y Héctor Efraín, de 12 y 14 años, respectivamente.

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Una de las principales líneas de investigación, a decir de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, está encaminada al narcomenudeo, pues hay versiones que indican que ambos chicos estaban involucrados en esa actividad. Otra línea es que Héctor pretendía a una joven que presuntamente era novia de un narcomenudista de la zona.

El caso cimbró al país tanto por las edades de las víctimas como por la saña con que fueron torturados y asesinados, en una ciudad cuyas autoridades, hasta hace poco, se jactaban de que no tenía presencia de grupos delictivos, todo ello mientras la Unión Trapito se apodera de la ciudad mediante extorsiones, narcomenudeo, piratería, secuestros y demás delitos.

Alessandro, de 14 años, la víctima de hoy.

Este miércoles la Ciudad de México volvió a ser testigo del asesinato de otro adolescente: Alessandro, de 14 años de edad, cuyo cuerpo era transportado por otros dos jovencitos que fueron sorprendidos por las autoridades.

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En la colonia Guerrero, José y Darwin fueron interceptados por la Policía en la alcaldía Cuauhtémoc. Los dos adolescentes se pusieron nerviosos y se les cayó la valija, momento en el que los agentes alcanzaron a ver la cabeza de la víctima.

José confesó que un hombre les ofreció la cantidad de 2 mil pesos para que tiraran el cuerpo en el basurero de un mercado.

Los primeros informes revelaron que Alessandro tenía múltiples golpes en todo el cuerpo. Luego del hallazgo y la detención de José Rodrigo “N” y Darwin Azael “N”, ambos de 15 años de edad, las autoridades realizaron un seguimiento, ayudados por las cámaras de seguridad, hasta llegar a una vecindad, donde catearon el inmueble con el número 108. Ahí se ubicó un departamento abandonado de donde presuntamente fueron sacados los restos.

Alan Yair y Héctor Efraín, asesinados entre los últimos días de octubre y los primeros de noviembre de este año.

Ahora desaparecen amigos de Héctor yAlan Yair

Este miércoles también se dio a conocer la desaparición de Johana Vianey, de 14 años, y Brandon Arturo, de 15, cuyo paradero se ignora desde el 28 de octubre, cuando desaparecieron Héctor y Alan. Trascendió que ambos casos tienen relación debido a que se trata de dos amigos de los menores cuyos cuerpos fueron encontrados mutilados en calles del Centro Histórico de la capital del país.

Según el reporte de la FGJ, Johana Vianey Delgadillo Díaz fue vista por última vez en la colonia Centro (área 1) el pasado 28 de octubre. Mientras que Brandon Arturo López Campos, de 15 años, fue visto por última vez en calles de la colonia Guerrero.

Comerciantes de la zona y vecinos de los niños desaparecidos refirieron a las autoridades que ambos eran amigos de Héctor y Alan. Por las fechas en las que desaparecieron, no descartan que estén relacionados con el evento violento, donde nuevamente se señala como responsables a integrantes de la Unión de Tepito.

Comerciantes, bajo amenaza

Mientras que las autoridades de la Ciudad de México buscan a los líderes de la Unión Tepito que, según sus investigaciones, ordenaron y participaron en el homicidio de los menores de origen mazahua Héctor Efraín y Alan Yair, los comerciantes de la zona han sido amenazados por la filtración de videos donde aparecen hombres, que ya fueron detenidos, trasladando sus restos descuartizados en cajas sobre un diablito.

Los objetivos prioritarios son a los que han identificado como las cabecillas de La Unión: El Chori, La Chofis, El Huguito, El Manzanas, Mi Jefe, El Uriel y El Elvis.

Estos delincuentes fueron quienes planearon y ejecutaron el doble asesinato bajo las órdenes de su líder, Roberto Mollado Esparza, El Betito, quien está preso y sigue operando desde un penal en Oaxaca.

Luego del homicidio de los menores, los cabecillas de la Unión escaparon de la zona centro abandonando las vecindades y sus “negocios” ilícitos, como la extorsión y el cobro de piso, por lo que, durante los cateos del lunes pasado, las autoridades no detuvieron a algún otro implicado ni encontraron más evidencias.

Los jefes de plaza se fueron, pero dejaron miedo, pues tras el operativo en el Centro Histórico, comerciantes refirieron que han recibido amenazas por parte de sujetos armados, quienes arriban en motonetas o vehículos para amedrentarlos por los videos proporcionados acerca del asesinato de los mazahuas Héctor y Alan.

Uno de los comerciantes compartió que compañeros notaron la presencia de sujetos con armas recorriendo República de Chile, Manuel Doblado y Jesús Carranza, entre otras calles, pero por miedo a convertirse en sus víctimas decidieron no denunciar.

Presunto autor intelectual

Un hombre identificado como El Pollo es el autor intelectual del homicidio de los dos adolescentes mazahuas en calles de la Ciudad de México, según las investigaciones de la Fiscalía General de Justicia.

El Pollo es hijo del Oropeza o El Gaznate, delincuente que fue asesinado en mayo del 2018. Se dedica a la compra y venta de droga y para esta actividad utiliza a menores de edad.

Los principales sospechosos del crimen son dos hombres identificados como El Manzanas o El Elvis, miembros del grupo delincuencial la Unión Tepito.

De acuerdo con la información que se tiene del caso, Alan y Héctor, de 12 y 14 años, respectivamente, fueron asesinados en una vecindad que es propiedad del Pollo. Además, él autorizó usar el domicilio para el doble homicidio.

Alán y Héctor presuntamente filtraban información que escuchaban en las calles y vecindades que recorrían como comerciantes. La información era proporcionada a la Anti-Unión.

¿Cómo surgió la Unión Tepito?

La historia oficial de este grupo criminal cuenta que todo comenzó en 2010, cuando unos 100 hombres con gorras negras llegaron en autobuses a Tepito, una de las colonias más peligrosas de Ciudad de México, y se apostaron de forma ordenada en las angostas calles del “barrio bravo”.

Eran las 03:00 de la tarde y como cada martes, el mercado principal se encontraba cerrado. Quizá por eso aquellos hombres vestidos todos igual no pasaron desapercibidos y llamaron la atención de los subalternos de Andrés Velasco, excomandante de la Policía Judicial del entonces Distrito Federal.

Por radio le detallaron que los sujetos parecían tener muy claro dónde pararse, pues estaban separados de manera ordenada en grupos de cuatro o cinco. El oficial y sus agentes vigilaron a aquellos hombres durante varias horas. El grupo más numeroso de sospechosos se hallaba sobre la calle Ferrocarril de Cintura. Otros se colocaron en las calles Hortelanos, Panaderos, Mineros y Hojalateros, mientras los autobuses permanecían con los motores encendidos en el Eje 1 Norte.

Édgar Valdez Villarreal, artífice de la Unión Tepito.

Sin embargo, antes de que pudiera indagar más a fondo, al comandante Velasco le llegó una orden “desde arriba”, casi como advertencia, que le indicaba no comentar nada de lo sucedido con las autoridades federales y retirarse del lugar sin asentar ningún reporte.

Entonces entendió que probablemente se trataba de alguna jugada del narcotráfico, pero nunca imaginó lo que en verdad estaba pasado y el impacto que tendría ese día en el futuro de la metrópoli más grande de Latinoamérica.

En una vecindad de Hojalateros se reunieron los pequeños grupos de narcomenudistas tepiteños con Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, quien por entonces era un narcotraficante de alto vuelo.

De acuerdo con información federal, La Barbie colaboró con el Cártel de Sinaloa y después con los hermanos Beltrán Leyva, pero para 2010 ya tenía su propia estructura criminal y su ruta para importar cocaína desde Colombia: la ruta Panamá, como él mismo confesó a la PGR y la Policía Federal.

En diciembre de 2009, cuando mataron a su jefe Arturo Beltrán Leyva en Cuernavaca, La Barbie se enemistó con sus antiguos socios: Héctor Beltrán Leyva y Sergio Villarreal Barragán, pues lo acusaban de no haber ayudado a Arturo en su enfrentamiento con los marinos. Cuatro meses antes de que lo detuvieran en el Estado de México, La Barbie fue a Tepito con un plan de negocio.

El propósito era unificar a los grupos y las familias que dominaban el barrio. La reunión duró unas seis horas, con recesos aderezados con una comida y brindis.

En la junta, donde no había más de 20 personas, se pactó una unión de las bandas delictivas de Tepito bajo el padrinazgo de Valdez Villarreal, quien les surtiría cocaína y metanfetaminas a 180 mil pesos el kilo. Al parecer, lo que pretendía era tener una fuente de ingreso paralela y segura, pues la cacería en su contra emprendida por las autoridades le había dificultado pasar sus cargamentos a Estados Unidos.

Así fue como nació lo que hoy se conoce como la Unión Tepito. Al inicio la conformaron los hermanos Francisco Javier y Armando Hernández Gómez; la familia Castro, cuyo líder, Jorge Castro Moreno, El Abuelo, estaba en prisión; los hermanos Romero, quienes presumían relaciones cercanas con los líderes de comerciantes ambulantes vinculados con el PRD, y los hermanos Magaña, que dominaban desde hacía décadas el corredor de Insurgentes y la Zona Rosa.

El pacto criminal duró hasta 2013, debido a que Pancho Cayagua supuestamente ordenó el asesinato de Horacio Vite, sobrino de los Magaña, ocurrido afuera de un antro de La Condesa, zona de la que Cayagua deseaba apoderarse.

Pancho Cayagua, de los fundadores.

Luego del asesinato de otros presuntos “dealers” de Los Malandros, se desató una guerra intestina y como represalia, se habría ordenado el secuestro y posterior homicidio de 13 jóvenes (en su mayoría originarios de Tepito) en el Bar Heaven.

Tras la ruptura surgió la Unión Insurgentes, mientras Francisco Javier Hernández se mantuvo al frente de los de Tepito junto a sus hermanos Armando “El Ostión” y Víctor Hugo “El Sanguinario”.

En 2016, Pancho Cayagua fue detenido y en febrero de 2017 quedó en libertad, sin embargo, en octubre de ese mismo año un comando a bordo de motocicletas lo acribilló en la Gustavo A. Madero.

Se dice que uno de los que participaron en el ataque fue David García, El Pistache, quien siguió las órdenes de Roberto Moyado Esparza, El Betito, el cual se quedó al frente de la Unión tras la ejecución del fundador.

En 2018 fue detenido El Betito, por lo que se consideró como uno de sus posibles sucesores a David García, El Pistache.

El Betito.

Ese mismo año la Unión ya enfrentaba otra fractura y la violencia se recrudeció con el enfrentamiento contra la Fuerza Anti Unión, que le disputó la zona aledaña a Garibaldi.

Al paso de los años, las operaciones de la Unión se extendieron a centros nocturnos de la zona Rosa, Polanco, La Narvarte y el Centro histórico, donde extorsiona a comerciantes y dueños de centros nocturnos.

Actualmente parecen tener presencia en al menos 11 alcaldías: Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Cuajimalpa, Azcapotzalco, Coyoacán, Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Iztacalco, Magdalena Contreras, Álvaro Obregón y Tlalpan, aunque sus principales zonas de influencia son el Centro Histórico, La Merced, Condesa, Polanco y Zona Rosa.