Prefiero morir a estar preso: Alfredo Rosas, prófugo por granadazos

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Alfredo Rosas, a quien la Procuraduría General de la República (PGR) busca como uno de los tres presuntos responsables de los atentados ocurridos en Morelia el 15 de septiembre de 2008, advirtió que prefiere morir huyendo que volver a prisión.
La PGR lo busca y ha ofrecido una recompensa de 1.5 millones de pesos a quien proporcione información que la lleve a su recaptura, al igual que a la de dos personas más que apenas el pasado 27 de mayo habían librado la prisión por el mismo hecho.
Al enterarse que es buscado, Alfredo revela que ha abandonado su hogar conformado por ocho hijos, esposa y hermanos para esconderse hasta que se aclare que él no es responsable de la muerte de siete personas y 108 lesionadas que dejaron los granadazos perpetrados en Morelia.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Rosas insiste en su inocencia y dice tener miedo, pues asegura que no quiere volver a ser torturado y mucho menos que lo obliguen de nuevo a declararse culpable, como sucedió en su primera detención, que lo llevo siete años a prisión.
Rosas y los otros dos implicados fueron declarados absueltos por el Juez Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales.
Dicha resolución advierte que las pruebas presentadas por la PGR no tienen validez al estar basadas en declaraciones y confesiones de los acusados realizadas bajo tortura, señala el expediente del caso que también exhibe que Rosas Elicea estuvo hospitalizado nueve días debido a la violencia a la que fue sometido.
“Tengo muy presente las amenazas que recibí cuando estaba en la SIEDO [ahora SEIDO], en el arraigo, donde nos intimidaron para que nos declaráramos culpables.
“Querían que firmáramos papeles en blanco y eso no va a volver a suceder”, asegura Rosas.
La PGR lo acusa por segunda ocasión, junto con Julio César Mondragón Mendoza y Juan Carlos Castro Galeana, de homicidio agravado, lesiones calificadas, portación de granadas y los que resulten, y ya hay orden de reaprehensión en su contra.
“Así que será el abogado el que vea el asunto y está bien, que se siga el proceso, pero no en la cárcel”, clama el trabajador de la construcción, quien pierde el aliento mientras responde a las preguntas, toma unos segundos y continúa.
“Ya sufrimos demasiado los siete años que estuvimos presos; que busquen mejor otra forma, pero que no me hagan lo mismo”, pide Rosas.
El oriundo de Lázaro Cárdenas acepta que no sabe mucho de leyes, pero dice estar seguro de que el perseguirlos otra vez es una injusticia.
Recrimina que estuvo preso a pesar de que ese 15 de septiembre, mientras explotaban las granadas de fragmentación en Morelia, él se encontraba en su casa de la ciudad portuaria, hecho que demostró ante el juez de la causa con 12 testigos que rindieron su declaración.
Revela que es una sorpresa para él que esa situación por la que atravesaron los tres implicados durante casi siete años reviva.
Argumenta que si ya un juez federal revisó el expediente y detectó las anomalías de su detención, “no sé entonces qué es ahora lo que buscan, por qué se están ensañando, más que con uno con la familia, que son los más afectados”, reprocha.
Respira profundo, se corta su voz y después de un par de minutos concluye con un susurro: “Sólo pido justicia, no más”.

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