Perfil | Xóchitl Gálvez, la ingeniera opositora que competirá por la Presidencia de México

La empresaria de 60 años saltó a la política en el año 2000, de la mano del entonces presidente Vicente Fox, como titular de la ahora extinta Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

Foto: EFE

EFE / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. La senadora del Partido Acción Nacional (PAN) Xóchitl Gálvez, ingeniera de origen indígena, será la candidata presidencial de la coalición opositora Frente Amplio por México en las elecciones de 2024, una carrera en la que tratará de rentabilizar sus enfrentamientos con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

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Gálvez, de 60 años, ha sido la opositora que más frontalmente se ha enfrentado a López Obrador, lo que le ha otorgado una gran visibilidad en la opinión pública que ahora intentará emplear a su favor.

El encontronazo más sonado ocurrió el pasado 12 de junio, cuando López Obrador la ignoró al ir a participar en una de sus ruedas de prensa diarias.

Un juez le había otorgado el derecho a réplica después de que el mandatario pusiese en su boca unas declaraciones erróneas, pero la dejaron a las puertas de Palacio Nacional.

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"Ahí entendí que este presidente, en lugar de gobernar, se encerró en su palacio, y no escucha a nadie, y sí me encabroné (enojé), y sí dije: hay que abrirla, y la vamos a abrir", afirmó este jueves en rueda de prensa.

 "Voy a ser la próxima presidenta de México -remarcó- Si ustedes van, yo voy".


INGENIERA INDÍGENA

De padre otomí y madre mestiza, Gálvez pasó de vivir una infancia humilde en la localidad de Tepatepec, en el estado Hidalgo, a estudiar ingeniería de computación en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde se especializó en robótica e inteligencia artificial.

Pasó luego al sector privado, donde fundó varias empresas tecnológicas.

En 1999 el Foro Económico de Davos la reconoció como una de los 100 líderes globales del futuro, la primera mujer mexicana en lograrlo.

Apenas un año después saltó a la política de la mano del recién electo presidente Vicente Fox (2000-2006) como titular de la ahora extinta Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

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Desde entonces no se ha separado de la vida política, del PAN ni de las causas de los pueblos originarios, dándole una visión social a su labor pública que ha continuado durante esta legislatura, presidiendo la comisión del Senado de asuntos indígenas.

Antes de ello, en 2010, trató sin éxito de ganar la gubernatura de Hidalgo, y en 2015 se erigió como jefa de la delegación Miguel Hidalgo, demarcación interna de Ciudad de México.


UNA SENADORA AGUERRIDA

Pese a que durante buena parte de su carrera ha destacado como una política más bien moderada dentro de un partido manchado por asuntos como la "guerra contra el narcotráfico" declarada por el expresidente Felipe Calderón (2006-2012), que derivó en niveles de violencia inauditos, ha sido durante esta última etapa en el Senado cuando Gálvez ha dado rienda suelta a su lado más aguerrido.

La primera de sus sonadas ocurrencias sucedió el 29 de marzo de 2022, cuando llevó al Senado una réplica elaborada con piezas de Lego de la conocida como "Casa Gris", la cuestionada propiedad de un contratista de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la que José Ramón López, hijo de López Obrador, vivió en Houston, Estados Unidos.

"Yo sé que a este Gobierno no le gusta hablar de las cosas que le incomodan, o más bien no le gusta que lo cuestionen, que le exijan transparencia y rendición de cuentas. No se han tomado el gobernar en serio. Se lo toman a juego, así que les traigo un juego para ver si les gusta", dijo entonces.

Después, en diciembre del año pasado, acudió a la Cámara Alta disfrazada de dinosaurio para protestar contra la polémica reforma electoral propuesta por el mandatario, portando un cartel en el que se leía "Jurassic Plan" e interrumpiendo la sesión por varios minutos.

La última de sus estrambóticas protestas fue el pasado abril, cuando se encadenó a la tribuna de la sede alterna del Senado, Xicoténcatl, donde legisladores de Morena se disponían a sesionar durante la noche, para exigir el nombramiento de los comisionados del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai).