Playa de Zihuatanejo, de las favoritas para vacacionar, no es apta para uso recreativo

La playa ubicada en Guerrero, uno de los lugares de visita de turistas michoacanos, fue reprobada por la Cofepris para esta temporada.

Foto: Especial.

Jorge Manzo / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Las 12 playas michoacanas ubicadas en Lázaro Cárdenas, Aquila y Coahuayana son aptas para uso recreativo. Mientras que en otros seis estados del país, la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) “reprobó” 14 playas debido a que rebasaron los criterios de calidad establecidos como rango para la protección a la población usuaria. Este anuncio alienta a los prestadores de servicios turísticos del estado ya que el periodo vacacional de verano está en puerta.

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De acuerdo con los análisis de laboratorio realizados en 2 mil 104 muestras de agua de 289 playas de mayor afluencia pública de los principales destinos turísticos del país, se recomendó la visita a las playas Nexpa, Maruata, Fario de Bucerías, Las Brisas, San Juan de Alima, Boca de Apiza, Jardín/Eréndira, Azul, Las Peñas, Chuquiapan, La Soledad y Caleta de Campos. No así la principal en Zihuatanejo, en Guerrero, a donde miles de turistas michoacanos acuden en vacaciones.

La Secretaría de Salud en Michoacán confirmó que las 12 playas del estado están limpias y aptas para el recreo humano, y que en este verano no hay riesgo para acudir a bañarse. En los destinos del estado se levantaron 96 muestras en la primera quincena del mes de julio. Debido a las dimensiones de los espacios, hubo playas en donde se realizó más de una muestra para estar más cerca de resultados confiables, y que no pusieran en riesgo a las y los bañistas.

De acuerdo con estándares nacionales e internacionales, la calidad ambiental de las playas de México es aceptable, ya que en gran parte están conformadas por ambientes naturales vírgenes, donde la presencia del hombre aún no llega o es mínima. Sin embargo, la condición sanitaria de las playas puede cambiar a lo largo del año; por ello se vigilan durante los 12 meses y con mayor intensidad en los periodos vacacionales.

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La vigilancia consiste en la toma de muestras al agua de mar para detectar o descartar la presencia de enterococos fecales, toda vez que esta bacteria es resistente a condiciones adversas y tiene la habilidad para crecer en un 6.5 por ciento de cloruro de sodio, pH de 9.6 y entre 10 y 45 °C.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Secretaría de Salud y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) señalan que una playa no debe rebasar los 200 enterococos fecales por cada 100 mililitros de agua para que puedan ser aptas, es por ello que se vigila la calidad de agua en los centros turísticos para garantizar la protección de la salud de los usuarios.

La Cofepris exhortó a la población a colaborar para mantener la limpieza de las playas durante la temporada vacacional, ya que esta labor es una responsabilidad de todas y todos. Cualquier anomalía relacionada con la calidad del agua se puede reportar directamente en los Comités de Playas establecidos en los diferentes destinos turísticos del país, así como en las páginas de internet de la Cofepris y de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.


El por qué cuidar calidad de las playas

La calidad de agua de mar para uso recreativo con contacto primario es un factor primordial para garantizar la protección de la salud de los usuarios.

Diversos estudios indican que las enfermedades de mucosas, piel y digestivas presentadas por bañistas, están relacionadas con los niveles de contaminación fecal.

Por tal razón, se determinó que el indicador bacteriológico más eficiente para evaluar la calidad de agua de mar para uso recreativo de contacto, son los enterococos fecales, dada su capacidad de adaptación a las condiciones del agua de mar, así como de estar relacionado potencialmente con enfermedades como gastroenteritis, enfermedades respiratorias, conjuntivitis y dermatitis, entre otras.

Considerando que en la mayor parte de las playas del país existen factores que afectan la calidad del agua, como drenajes pluviales, descargas de aguas residuales, asentamientos irregulares que no cuentan con infraestructura de saneamiento y alcantarillado, embarcaciones, actividades de comercio informal y fileteo, así como la gran afluencia de bañistas en algunas temporadas del año.

Es tarea de la Secretaría de Salud, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y las autoridades estatales de salud, mantener una vigilancia de la calidad del agua de mar, que permita, con un enfoque preventivo, informar al usuario para tomar la decisión de ingresar o no a una playa, dependiendo de los niveles de enterococos y la temporalidad de estos niveles en cada una de las playas sujetas a vigilancia.