Desnutrición quita la vida a niña de 3 años desplazada con su familia por la violencia en Oaxaca

La familia de la niña mixteca fue víctima de un atentado en octubre pasado, cuando supuestas personas vinculadas con la autoridad de Atatlahuca les quemaron sus viviendas

Una de las casa incendiadas el año pasado en San Esteban Atatlahuaca. Foto, Animal Político.

Redacción / La Voz de Michoacán

Oaxaca. Tras padecer un severo cuadro de desnutrición, una niña de 3 años de edad falleció a pesar de los intentos de médicos por salvarle la vida; la menor pertenecía a una de las familias desplazadas que huyeron de sus comunidades amenazados por un grupo armado de San Esteban Atatlahuaca, Oaxaca.

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El Centro de Derechos Humanos y Asesoría a Pueblos Indígenas (Cedhapi) informó que la menor, identificada como Benita “N”, murió el pasado domingo, en la ciudad de Tlaxiaco, donde estuvo en albergues de asistencia pública.

La familia de la niña mixteca, como una centena, fue víctima de un atentado en octubre del año pasado, cuando personas vinculadas con la autoridad de Atatlahuca les quemaron sus viviendas en Guerrero Grande y Ndoyonoyuji.

La embestida arrojó más de 100 casas quemadas, que derivó en el desplazamiento interno forzado de más de 300 familias; algunas se fueron a Tlaxiaco y Huajuapan a vivir en las calles.

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Maurilio Santiago Reyes, abogado y defensor de derechos humanos, explicó que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió la medida cautelar MC-1050-21 al Estado mexicano, el 23 de diciembre del año pasado, donde requirió proteger los derechos a la vida e integridad personal de las familias desplazadas, en especial de los niños, niñas, mujeres y personas mayores.

“La familia de Benita estuvo alojada hasta febrero pasado en un albergue en la Heroica Ciudad de Tlaxiaco, se instalaron provisionalmente en el templo católico de la comunidad y en casas de sus vecinos”.

Sin embargo, subrayó que el estado de salud de la niña se complicó durante los constantes desplazamientos “por la deficiente alimentación recibida debido a la pobreza de su familia”.

“Desde la semana pasada Benita presentaba un cuadro agudo de diarrea, fue atendida de urgencia, pero falleció desafortunadamente porque ese mal estomacal contribuye en gran medida a la desnutrición”, dijo.

Ante esta situación, el defensor reclamó el cumplimiento de la medida cautelar otorgada por la CIDH y apoyo humanitario urgente a las familias desplazadas de Guerrero Grande y Ndoyonoyuji, para atender los preceptos del Derecho Internacional Humanitario.