Hachones, iluminan el camino de san francisco

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Hachones

Eduardo Ruiz Muñoz / Corresponsal La Voz de Michoacán
La Piedad, Mich., 02 de Octubre.- El barrio de San Francisco está de fiesta y ha contagiado al resto de la ciudad. Las calles se llenan de luz proveniente de los “hachones” que las familias hacen al reunirse con amigos y vecinos. Es entonces cuando el olor del ocote quemado se transfigura en paz, armonía y camaradería.

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Es el novenario de San Francisco, aquel que fue declarado santo por el pueblo antes de que el Sumo Pontífice le concediera ese honor. Esta, es una de las tradiciones más arraigadas de La Piedad.

Se trata de una tradición centenaria que en los últimos años ha vuelto a tomar auge.  Es una celebración “sui generis”, pues si bien “la quema de ocote” tiene su origen en la religiosidad no hay rezos, no hay ceremonias, basta con llevarse bien con los vecinos, los familiares, los amigos y compartir un café y pan. Convivio que se convierte en cena y hasta en borrachera.

Hay quienes aseguran que el fuego de los hachones es para recordar el camino que recorrió San Francisco de Asís antes de su transformación, pues hay que recordar que cuando joven a Francisco  le agradaba  asistir a fiestas, paseos y reuniones con mucha música.

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Sobre los orígenes de ésta tradición, dicen los historiadores que ésta data desde la época de los indígenas. La luz para ellos significaba alegría, fiesta. Por eso, al acercarse el Novenario, sus moradores iban al monte para cortar trozos de ocote, cuya práctica ocurría generalmente el 24 de septiembre, es decir, en la víspera del Novenario.

Después cada quien llevaba algunos trozos a su casa y por la noche encendían sus “luminarias”, demostrando con ello la alegría que sentían por la celebración de su Santo Patrón, San Francisco de Asís.

De acuerdo con el historiador Fernando Tejeda Alvarado, la fiesta patronal, tiene lugar el 4 de Octubre; fecha plenamente identificada debido a que la población piedadense apegada a las tradiciones, desde nueve días antes al día señalado, acostumbra encender a las puertas de sus respectivos hogares, durante la noche, unas pequeñas fogatas a las que se les denomina como “Los hachones”.

Para efectuar esta acción es necesario un tipo de madera especial, siendo esta la llamada como ocote, especie de madera resinosa traída a la ciudad previamente por indígenas de la Sierra Michoacana.

En el templo de San Francisco, ubicado en el barrio de Perros Bravos, todos los días hay misas y rosarios a los que acuden los vecinos del lugar, participando en pequeñas kermeses realizadas con la finalidad de recaudar fondos para la fiesta principal que será el día 4 de octubre, cuando se espera una verbena popular, juegos mecánicos, quema de fuegos pirotécnicos y misas concelebradas en las que se efectúan bautizos, confirmaciones y primeras comuniones.