Candidato de Morena a la alcaldía de Huetamo, entre los más buscados por la DEA; es guerra sucia, dice

Rogelio Portillo no es el único de su familia con presunción de nexos con el narco: sus tíos también están señalados de vínculos delictivos

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. La sombra de la narcopolítica sigue presente en el estado de Michoacán, ya que Rogelio Portillo Jaramillo, actual candidato a la Presidencia Municipal de Huetamo por Morena y el Partido del Trabajo, aparece entre los fugitivos más buscados por la Administración del Control de Drogas (DEA), que lo acusa de conspiración para distribuir narcóticos en Estados Unidos, específicamente en Houston, Texas.

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A Portillo Jaramillo le apodan El Canario, por la actividad musical de su padre, Edilberto Portillo Mendoza, líder de la agrupación de música regional Beto y sus Canarios. Aunque el político ha negado los señalamientos, la DEA confirmó al portal Infobae que es el mismo personaje en fotografías y nombre, por lo que no hay dudas sobre su identificación. Pero este miércoles, en rueda de prensa, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán, Israel Patrón Reyes, señaló que la dependencia no tiene datos sobre presuntas actividades ilícitas del candidato.

El pasado 26 de abril, Portillo Jaramillo dijo en rueda de prensa que él mismo había llamado a la agencia antidrogas estadounidense para saber si era buscado, a lo cual, supuestamente, le respondieron que no, y agregó que al registrarse como aspirante y luego como candidato a la alcaldía, presentó una carta de no antecedentes penales a nivel estatal y federal, y señaló que en caso de que tuviera una orden de arresto en su contra, no hubiese podido contender por la alcaldía. Claro que las cartas de no antecedentes penales incluyen sólo los órdenes federal o estatal, así que, si no ha estado sujeto a sentencia dentro del territorio nacional, puede contender sin problema alguno, independientemente de los sambenitos que pueda haber en otras latitudes.

Según la ficha emitida por la DEA, El Canario debe ser considerado armado y peligroso, tiene ojos verdes, piel blanca y ronda los 41 años. La última dirección conocida de Portillo Jaramillo en Estados Unidos fue en Houston, Texas.

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El cargo por el que se le acusa figura en el capítulo 21 del Código de Estados Unidos sobre actividades ilícitas en materia de drogas, específicamente lo dispuesto en el apartado 846 sobre el intento y conspiración para importar, distribuir y fabricar drogas en la Unión Americana.

Pese a la evidencia, Rogelio Portillo Jaramillo insiste en que todo esto es una guerra sucia por parte de sus competidores, y hasta señaló que a Huetamo no le hacen falta “chismosos” ni “criticones”, sino “gente con propuestas para el bienestar del municipio”. Además, advirtió que las mentiras sobre su búsqueda en la DEA eran para frenar al movimiento que encabeza, con todo y que la ficha de búsqueda sigue vigente en el portal de la agencia estadounidense.

Cosas de familia

No es la primera vez que el apellido Portillo suena en temas relacionados con la delincuencia organizada, ya que el tío del candidato, de nombre Marcelino Portillo Mendoza, también figura en la lista de fugitivos de la DEA, y otro de sus tíos, Gregorio Portillo, quien actualmente gobierna por Morena el municipio de Zirándaro, Guerrero, en 2019 se ofreció como mediador entre grupos delictivos para poner un alto a la narcoviolencia que azota la región limítrofe con Michoacán, pues recordemos que Zirándaro y Huetamo están separados solamente por el Río Balsas.

Por otro lado, el padre del candidato, Edilberto Portillo, líder del grupo Beto y sus Canarios, en 2003 fue blanco de un ataque armado en un restaurante de Morelia, del que salió ileso.

Otros reportes señalan a Francisco Jaramillo Valdovinos, alias Chico Jaramillo, otro de los parientes de El Canario, como uno más de familiares incómodos. Supuestamente, los miembros de esta familia estarían ligados con una célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación que disputa el territorio del Bajo Balsas a los hermanos José Pineda y Jonhy Hurtado Olascoaga, líderes de La Familia Michoacana en la región.

Esas disputas estarían relacionadas con el secuestro del alcalde de Zirándaro, Gregorio Portillo Mendoza, el pasado 17 de marzo, y aunque el munícipe fue liberado horas después, sus familiares reportaron que había sido “levantado” por un comando, presuntamente de La Familia Michoacana.