En cada vez más tareas, las personas confían más en los algoritmos que en sus semejantes: estudio

Según una investigación de la Universidad de Georgia, en ciertas tareas las personas creen que las máquinas son más confiables

Foto: Especial.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El impacto que ha tenido la Inteligencia Artificial (IA) en nuestra vida diaria es evidente, la mayoría de las tareas que antes eran reservadas para los seres humanos, actualmente pueden ser hechas por aplicaciones gracias a sus algoritmos especializados. Precisamente el hecho de que las máquinas puedan hacer ciertas actividades, incluso mejor que los seres humanos, es lo que está llevando a algunas personas considerar que la tecnología es más confiable en algunos casos en comparación con sus pares humanos.

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De acuerdo con un estudio realizado en la Universidad de Georgia, Estados Unidos, las personas confían más en los algoritmos que en las respuestas que pudieran ofrecer otras personas. Además, se descubrió que la tendencia a que esto sucedería aumentaba conforme se iban enfrentando a problemas más complejos.

El estudio consistió en reunir a mil 500 participantes que tenían que mirar una serie de imágenes y debían resolver cuántas personas había en cada una. Conforme la cantidad de gente iba creciendo en la imagen y se enfrentaban a situaciones más difíciles, los sujetos perdían la confianza en sus respuestas, por lo que se les ofreció escoger entre obtener asesoría de otros individuos u obtener respuestas generadas por una computadora.

Los resultados fueron contundentes, las personas consideraron que sus respuestas serían más confiables si optaban por las soluciones que les ofrecían las computadoras.

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Los resultados señalan que esta tendencia se debe a que la Inteligencia Artificial ha tenido un gran impacto en nuestra vida diaria, sobre todo cuando se trata de decisiones, ya que actualmente es común que los algoritmos tomen decisiones por nosotros. Si no lo crees, sólo piensa en la lista de reproducción que te crea Spotify o la película que te recomendó Netflix. Incluso, si buscas en Google información sobre un artículo determinado, en tus redes sociales o páginas que visites constantemente aparecerá publicidad sobre tales productos.

Es así que, de acuerdo con el estudio de la universidad, actualmente la mayoría de las personas, cuando tienen que enfrentarse a tareas que implican un pensamiento intelectual, como la del experimento, suelen dejar que los algoritmos resuelvan la situación; mientras que en las resoluciones que tienen que ver más con un pensamiento subjetivo, los individuos suelen mostrarse más desconfiados en los algoritmos.

Los investigadores señalaron que lo preocupante de esto es que las personas están confiando en las respuestas de los ordenadores cuando no deberían, ya que, aunque la Inteligencia Artificial está basada en diversas ecuaciones matemáticas para lograr que realicen tareas y actividades como cualquier humano lo haría, lo cierto es que su exactitud es cuestionable, sobre todo en experimentos como el que llevaron a cabo, ya que comprobaron que la IA era inexacta para contar al número de humanos en una imagen.

Dependencia hacia los algoritmos

Las personas en su día a día utilizan aplicaciones en computadoras o smartphones que están constantemente alimentados por algoritmos que poco a poco se han tomado la libertad de tomar decisiones básicas, como el tipo de música que va a escuchar una persona hasta decisiones más complejas, como el diagnóstico clínico de alguien con base en los síntomas que presenta. Por ello, la responsabilidad que cargan es bastante grande.

Es por ello que los investigadores de este estudio señalan que la dependencia extrema a los algoritmos puede conducir a las personas y sociedad en general a tomar decisiones erróneas que afecten gravemente su vida cotidiana pues muchos gobiernos y corporaciones han volteado a ver a la Inteligencia Artificial como una solución para resolver problemas sociales importantes, cuando, aseguran, aún no han llegado al nivel de precisión necesario.