La ciencia descubre que tener relaciones sexuales nos blinda frente al ‘contagio’ y la transmisión del cáncer

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Agencias/La Voz de Michoacán

El sexo, junto con una buena alimentación y la práctica regular de actividad física, ayudaría a disminuir el riesgo de padecer enfermedades, incluyendo el cáncer, según un nuevo estudio

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Que la actividad sexual tiene consecuencias muy positivas a nivel físico y psíquico los sabemos todos. Cuanto más lo practiques, mejor te encontrarás. Y es que, además de ser un excelente antidepresivo, practicar sexo frecuente es un antídoto contra enfermedades comunes como asma, cáncer de próstata y de mama.

Ahora la ciencia ha descubierto una posible forma de prevenir el cáncer transmisible. Al parecer la reproducción sexual disminuye la compatibilidad de las células cancerosas contagiosas con sus huéspedes, lo que limita el riesgo de infección individual.

Es lo que asegura un reciente estudio publicado en la revista ‘PLOS Biology’, que sugiere que la reproducción sexual evita la invasión células 'tramposas' que transmiten el cáncer.

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Realizado por investigadores de la Universidad de Montpelier (Francia), el trabajo demuestra que tener relaciones sexuales nos blinda frente al ‘contagio’ y la transmisión del cáncer.

Y no solo esto, sino que también estaríamos protegiendo a nuestra pareja y futuros descendientes ya que disminuye la compatibilidad de las células cancerosas contagiosas con sus huéspedes, lo que limita el riesgo de infección individual.

 

Qué relación tiene el sexo con el cáncer transmisible

Debido a que la reproducción asexual conduce a organismos idénticos ('clonales'), este modo de reproducción es peligroso ante la posibilidad de ser invadido por linajes de células infecciosas clonales (es decir, cánceres transmisibles).

Aunque son relativamente raros, existen cánceres transmisibles y la evidencia creciente sugiere que la mayoría de las células malignas son potencialmente transmisibles, siempre que se ofrezca una ruta de transmisión adecuada.

Por el contrario, la reproducción sexual disminuye la compatibilidad de las células cancerosas contagiosas con sus huéspedes, lo que limita el riesgo de infección individual, así como los riesgos de transmisión entre padres y sus descendientes.

Además, la reproducción sexual también genera una variación genética que facilita la detección de células extrañas, el primer paso crítico de la protección inmunológica.

 

Estudios anteriores ya demostraron que en el caso de lo hombres, eyacular a menudo reduce el riesgo de cáncer de próstata. En concreto, los hombres que eyaculaban 21 veces al mes o más tenían menos posibilidades de sufrir cáncer de próstata que los que lo hacían de 4-7 veces al mes. Esto no prueba que eyacular con más frecuencia prevenga el cáncer, sino que se asocia a una disminución en el riesgo.

Este trabajo sugiere, por tanto, que el sexo parece ejercer como sistema protector de 'células' que promueven el cáncer.