La gripe estacional H1N1 podría descender de la cepa pandémica de 1918

La comprensión de su propagación y su calendario se basan en los registros históricos y médicos, que indican que su pico se produjo en el otoño de 1918 y continuó hasta el invierno de 1919.

EFE / La Voz de Michoacán

Redacción Ciencia. El virus de la gripe estacional actual H1N1 puede ser un descendiente directo de la cepa que en 1918 causó una pandemia mundial de gripe, según sugiere un artículo publicado en Nature Communications.

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Las conclusiones se basan en el análisis genómico de muestras recogidas en Europa durante la pandemia de 1918 -conocida como gripe española-, que costó la vida a entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo.

La comprensión de su propagación y su calendario se basan en los registros históricos y médicos, que indican que su pico se produjo en el otoño de 1918 y continuó hasta el invierno de 1919.

Sin embargo, fue solo en la década de 1930 cuando se confirmó que era de origen viral, mientras que investigaciones más recientes han sugerido que el virus era un virus de influenza A del subtipo H1N1.

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En este sentido, los autores recuerdan que el análisis genómico del virus de 1918 es difícil debido a la rareza de las secuencias virales de la época.

En este nuevo artículo, Sébastien Calvignac-Spencer, del Instituto Robert Koch de Berlín, y su equipo analizaron 13 muestras de pulmón de diferentes individuos almacenadas en archivos históricos de museos de Alemania y Austria; fueron recogidas entre 1901 y 1931 e incluían 6 especímenes recolectados en 1918 y 1919.

A partir de estas muestras, el equipo pudo secuenciar dos genomas parciales recogidos en Berlín en junio de 1918 y un genoma completo recolectado en Múnich también en 1918.

Los autores sugieren que la diversidad genómica de las muestras es coherente con una combinación de transmisión local y eventos de dispersión a larga distancia.

Los investigadores compararon los genomas de antes y después del punto álgido de la pandemia y los resultados sugieren que existe una variación en el gen de la nucleoproteína, asociada a la resistencia a la respuesta antiviral del huésped y que podría haber permitido la adaptación del virus a los humanos.