Más protección a océanos beneficiará al clima y la conservación de la biodiversidad

La protección estricta de los océanos puede contribuir a tener un suministro más abundante de mariscos saludables para el consumo humano.

Foto: Pixabay.

EFE / La Voz de Michoacán

La protección del 30 % de los océanos para 2030 reportaría beneficios para ofrecer una solución a desafíos como el cambio climático o la pérdida de biodiversidad, según un estudio que calcula además el impacto en el clima de la cantidad de CO2 liberado de los mares por la pesca de arrastre.

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La investigación internacional, que publicó recientemente la revista Nature, identifica áreas que, si se protegen, podrían salvaguardar más del 80 % de los hábitats de especies marinas en peligro de extinción, así como aumentar las capturas de pesca.

La protección estricta de los océanos puede contribuir a tener un suministro más abundante de mariscos saludables, proporcionar una solución natural y económica para hacer frente al cambio climático y proteger las especies y hábitats en conflicto, señala el texto.

Las áreas marinas protegidas, en las cuales la pesca está prohibida, ubicadas "de manera inteligente" impulsarían la producción pesquera.

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Así, proteger los lugares correctos podría aumentar la captura de mariscos en más de ocho millones de toneladas en relación con las operaciones habituales.

El estudio cuantifica la posible liberación de dióxido de carbono en el océano provocado por la pesca de arrastre, que sería mayor que las emisiones anuales de carbono en la mayoría de los países y similar a las de la aviación global.

El fondo del océano es el depósito de carbono más grande del mundo y, "si queremos tener éxito en detener el calentamiento global, debemos dejar intacto el lecho marino rico en carbono", señala en un comunicado Trisha Atwood, de la Universidad Estatal de Utah (EE.UU.) y una de las autoras del artículo.

La investigación no proporciona un mapa único para la conservación de los océanos, pero ofrece un marco para que los países decidan qué áreas proteger en función de sus prioridades nacionales.

"La vida en los océanos ha ido disminuyendo en todo el mundo debido a la sobrepesca, la destrucción del hábitat y el cambio climático. Aun así, sólo el 7 % del océano está actualmente bajo algún tipo de protección ", destaca el autor principal del estudio Enric Sala, de la National Geographic Society.

Si los países trabajaran juntos para proteger, al menos, el 30 % de los océanos para 2030 "podemos obtener beneficios rápidamente", indica.

Para identificar las áreas prioritarias, los autores analizaron las aguas oceánicas desprotegidas del mundo en función del grado de amenaza a las que están expuestas a causa de las actividades humanas.

Después desarrollaron un algoritmo para identificar las zonas donde la protección podrían brindar los mayores beneficios en tres objetivos: protección de la biodiversidad, producción de mariscos y mitigación del clima.

"No existe una solución única que sea la mejor para salvar la vida marina y obtener estos otros beneficios", sino que depende de "lo que le importe a un país determinado", según Juan Mayorga, de la Universidad de Santa Bárbara (Estados Unidos).

El estudio identifica áreas marinas muy diversas en las que las especies y los ecosistemas afrontan las mayores amenazas ligadas a las actividades humanas.

El establecimiento de áreas marinas con protección estricta en esos lugares "podría salvaguardar más del 80 % de los rangos de especies en peligro de extinción, frente a una cobertura actual de menos del 2 %".

Los autores señalan que las ubicaciones prioritarias están distribuidas por todo el océano y la gran mayoría se localiza dentro de las 200 millas de las Zonas Económicas Exclusivas.

Los objetivos de protección adicionales se encuentran en alta mar, en aquellas aguas que se rigen por el derecho internacional, como la Cordillera del Atlántico Medio, la Meseta Mascarena en el océano Índico o la Cordillera de Nazca en la costa oeste de América del Sur.