¿Sabías que todos tenemos un ‘doble’ en otra parte del mundo? Esto dice la ciencia

Cada persona viva tiene un doble fantasmagórico o sosías malvado, y encontrarse con ese ‘doppelgänger’, es una señal de muerte inminente, según antiguas leyendas. La ciencia descarta el carácter maléfico o sobrenatural de ese ser, pero explica por qué en el mundo existen personas casi idénticas entre sí.

Hay persones extremadamente similares, con o sin relación de parentesco. Foto: Cookie Studio/Freepik.

Redacción / La Voz de Michoacán

El folclore alemán y nórdico incluye el ‘doppelgänger’, palabra germana que proviene de ‘doppel’, que significa ‘doble’ y gänger: ‘andante’ o caminante. Designa al doble espectral o sosías real de una persona que está viva, a diferencia de lo que sucede con un fantasma, definido clásicamente como la imagen de una persona fallecida que se aparece ante los vivos.

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La palabra ‘doppelgänger’, que el escritor alemán Jean Paul describía en 1.796 como ‘el que camina al lado’, suele utilizarse para designar al doble de una persona, haciendo referencia a la figura de un gemelo maligno o a un fenómeno sobrenatural por el cual el cuerpo y/o espíritu de una persona podría estar situado en dos lugares diferentes en un mismo momento.

Esta faceta específica de la leyenda se ha visto reflejada recientemente en la serie televisiva italiana "Curon" (2020).

Una reciente investigación científica ha desvelado que este mítico personaje, no solo aparece en numerosas obras literarias y películas y series de terror, misterio o ciencia ficción, sino que además podría tener una existencia real, desde un punto estrictamente estadístico y biológico, y desprovisto, desde luego, de cualquier connotación fantástica, etérea o malvada.

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Algunas personas comparten variaciones genéticas relacionadas con sus rasgos faciales.  Foto: Freepik

Científicos del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC), liderados por el doctor Manel Esteller, han descubierto que las persones extremadamente similares, pero sin relación de parentesco, comparten características genéticas en los genes encargados de la formación de los rasgos faciales.

Esto explica, desde el punto de vista biológico, la aparición de “dobles” en lugares remotos del planeta, según este centro (www.carrerasresearch.org/es), cuyo descubrimiento ha obtenido un gran impacto en el ámbito científico.

Los ‘doppelgängers’ se parecen tanto físicamente que, a veces, parecen gemelos virtuales; ahora una investigación en España ha comprobado que estas personas con rostros muy similares pero no relacionadas, comparten ciertas características genéticas y rasgos de estilo de vida, ha comentado la prestigiosa Institución Smithsonian, de EE. UU., sobre el trabajo del IJC. 

¿POR QUÉ TENEMOS UN DOBLE BIOLÓGICO?

“Dice el refrán que todos tenemos un doble. Durante décadas, la existencia de individuos que se parecen entre sí sin existir ningún vínculo familiar entre ellos ha sido descrita como un hecho comprobado, pero anecdótico y sin justificación científica”, de acuerdo a IJC.

Pero la compartición de miles de fotografías personales por todo el mundo, a través de internet y de las redes sociales, ha puesto en evidencia que la existencia de “copias” entre las caras de los humanos es más frecuente de lo que se pensaba, añaden.

El ‘doppelgänger’ o doble fantasmagórico, protagonista de una antigua leyenda europea  Foto: Kues1/Freepik.

La investigación del grupo del doctor Esteller, director de IJC y catedrático de Genética en la Universidad de Barcelona (Cataluña, España), ha sido publicada en la revista "Cell Reports" y demuestra por primera vez cuál es la causa de que encontremos individuos idénticos en distintos lugares del mundo, explican.

“La aparición de `dobles´ de una persona, como si fueran fotocopias, ha sido motivo de atención en las artes y la cultura popular, pero nunca había sido abordada desde el punto de vista científico”, explica el doctor Esteller.

Añade que para su investigación recopilaron material biológico de estos individuos extremadamente parecidos, también llamados “look-alike” en inglés o “doppelgänger” en alemán, para ver si encontraban una razón objetiva de su similitud.

Explica que las personas con parecidos razonables fueron sujetas a programas de reconocimiento facial que permitieron descubrir parejas de individuos que eran casi indistinguibles entre sí.

Todos tenemos un doble, según dice el refrán. Foto:  José León en Unsplash.

Después se analizó su secuencia de ADN (genoma), su perfil epigenético (mecanismos de regulación del genoma) y su composición de microbios (microbioma), según el IJC.

Los resultados del estudio permitieron descubrir que los dobles humanos comparten variaciones similares de su ADN, particularmente relacionadas con los genes involucrados en la formación de la boca, la nariz, los ojos, la barbilla y la frente, según el Instituto Carreras.

Y las similitudes van mucho más allá del rostro, según apunta el doctor Esteller: “fue curioso comprobar que el parecido de estas parejas de dobles no solo se ceñía a los rasgos faciales, sino que, además de afectar a otras propiedades físicas (altura y peso),  se extendía a ciertos rasgos del carácter y el comportamiento”.

VARIOS DOBLES: POSIBILIDAD ESTADÍSTICA

El investigador Carlos García Prieto, coautor del estudio del IJC e  integrante del equipo del doctor Esteller, analiza a petición de EFE, la posibilidad de que una misma persona tenga no solo un doble sino varios, es decir que existan múltiples individuos extremadamente similares en distintos lugares del mundo.

Para dar respuesta a esa cuestión, es importante establecer el umbral de lo que consideramos como "extremadamente similar”, según explica García.

“Si hablamos de una similitud cercana al 100%, como en el caso de las parejas de gemelos, sería muy difícil, por no decir prácticamente imposible encontrar dos personas sin parentesco familiar que sean similares en un 100%”, señala.

Pero si se tienen en cuenta similitudes en torno al 70%, como las que se han visto en el estudio del IJC, podría considerarse “factible que una persona pueda tener no solo un similar sino varios, atendiendo principalmente a la estadística, ya que somos más de 8 mil millones de personas en el mundo actualmente”, explica este investigador.

Carlos García Prieto (izq.) y Manel Esteller (der.), Investigadores del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras. Foto: IJC.

Añade que en el estudio del IJC (https://doi.org/10.1016/j.celrep.2022.111257) no se ha podido realizar un cálculo de la probabilidad que existe de encontrar un similar, ya que el tamaño de la muestra estudiada no es muy grande, 32 parejas.

Este estudio comenzó en 2016 con sujetos que habían participado en un reportaje fotográfico de François Brunelle, (www.francoisbrunelle.com/webn/e-project.html).

“Si lo hubiéramos comenzado hoy en día, con el auge de las redes sociales como Instagram, sería posiblemente mucho más sencillo poder encontrar más parejas de similares y poder tener cálculos más aproximados acerca de la probabilidad de encontrar una o más personas similares”, concluye el coautor del estudio.