15 rasgos de personas con riqueza interior

Son conscientes de que para tener una vida sana y emocionalmente limpia deben decir «no» cuando es necesario. Una persona sin límites es una presa fácil.

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Agencias / La Voz de Michoacán

México. Para crear una vida extraordinaria es preciso aprender a sobreponernos a las situaciones adversas. La emoción más buscada por la gente es la felicidad. Aquellos que son fuertes emocionalmente consiguen la felicidad verdadera y el éxito duradero, no como un momento de sus vidas, sino como un recorrido.

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Las personas con una mentalidad fuerte entienden que las emociones son el motor de la motivación, y son conscientes de lo difícil que puede ser dominarlas. Cuando se encuentran atadas a la adrenalina, las emociones pueden movernos en la dirección incorrecta. Por esta razón es indispensable manejarlas si queremos ser felices y exitosos.

Las personas emocionalmente ricas tienen:

1. Confianza

Están seguras de su valor como personas y no necesitan que el público apruebe o aplauda sus acciones. No tienen actitud de “escógeme a mí, escógeme a mí”. Estas personas no necesitan atención, pues se sienten satisfechas consigo mismas y están conscientes de que sus logros son resultado del trabajo duro e incesante en todas las áreas de su vida. Entienden que ser personas magníficas requiere mucho esfuerzo.

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2. Resiliencia

Las personas emocionalmente ricas tienen una fuerza interior profunda. Están conscientes de que a medida que se acerquen al éxito encontrarán gente envidiosa y cruel en el camino. Sin embargo, no se dejan desanimar por estas personas negativas: están motivadas a cambiar el mundo, y saben que mientras más éxito tienen, más impacto crean en la vida de los demás y pueden alcanzar su potencial máximo.

Al ser su propia fuente de poder, están conscientes de las personas negativas que las rodean y aprenden a controlar sus reacciones. No dejan que las intenciones destructivas disuadan su voluntad.

3. Mirada al frente

Los individuos emocionalmente ricos no tienen tiempo para sentir culpa o criticar a los demás. Dejan de lado los resentimientos, pues saben que éstos los retienen. El resentimiento los mantiene atrapados en el pasado, y por ende, consideran que es una gran pérdida de energía.

Si alguien más está resentido con ellos y no deja ir el rencor, simplemente se alejan de él. Las personas emocionalmente ricas no gastan su energía tratando de convencer a alguien de que merecen su atención; simplemente, siguen mirando al frente. No se amargan: buscan mejorar.

4. Fidelidad a sí mismas

No comprometen sus valores ni sus creencias bajo ninguna circunstancia. Hacen lo que hacen porque aman hacerlo. Asimismo, no están dispuestas a cambiar o a dejar de ser quienes son por las críticas.

Tienen claro que se necesita una mente pequeña para criticar a una mente brillante. Las personas emocionalmente ricas se mantienen alejadas de quienes buscan atenuar su brillo. Son fieles a su propósito más grande.

Las personas con riqueza interior lo tienen claro: no renuncian a sus valores ni sus creencias ni las ponen en venta. Foto: Getty Image.
Las personas con riqueza interior lo tienen claro: no renuncian a sus valores ni sus creencias ni las ponen en venta. Foto: Getty Image.

5. Fe

Las personas que se aman a sí mismas entienden quiénes son. No temen ir tras lo que quieren; pacientemente, trabajan sus miedos y dudas para trascenderlos. Estos seres extraordinarios saben que todo lo que hacen en la vida se verá reflejado en sus resultados.

Eligen vivir su vida intensamente, y no temen realizar un viaje ambicioso o comprometerse profundamente para ser felices y exitosos. Se enorgullecen de sus luchas, así como de sus contribuciones.

Las personas emocionalmente ricas eligen tener fe sobre sentir miedo.

6. Madurez

Para los verdaderos maestros de las emociones, el éxito duradero y la felicidad real sólo pueden provenir del trabajo duro, el sudor, los desafíos y el sobrevivir las tormentas. Aceptan que la vida es difícil, y como abrazan esta verdad, son capaces de trascenderla. Ponen la responsabilidad antes del ocio, y eligen la bondad sobre la rectitud.

7. Capacidad de discernir

Las personas emocionalmente ricas son así por una razón. No se exponen a la gente que las desalienta o desmoraliza: se rodean por personas motivadas, inspiradoras, honestas, comprometidas y que tienen un objetivo claro en sus vidas. La energía es contagiosa; las personas ricas saben elegir bien a sus acompañantes y mantenerse alejadas de las personas negativas.

8. Autenticidad

No tienen miedo de mostrarse tal como son ni de ser vulnerables. Tienen el valor de mostrar al mundo su verdadero “yo”. Dejan que las personas entren en sus vidas, pues saben que todas las relaciones buenas se basan en la apertura, la honestidad, autenticidad e integridad.

Con estas personas no existen los juegos de adivinanzas: uno puede saber exactamente qué están pensando. Estos seres excepcionales siempre esperan lo mejor de los demás, y dan lo mejor de sí mismas en toda circunstancia. Eligen la autenticidad sobre la inseguridad.

9. Entusiasmo

Estas personas se despiertan con ganas de disfrutar su día al máximo. Nunca toman su vida por sentado, ni dejan pasar oportunidades. La pereza no existe en sus mentes; por el contrario, se sienten invadidas por una sensación de urgencia y entusiasmo que les permite sentirse listas para hacer que las cosas pasen.

Las personas con riqueza interior no pierden el tiempo con cosas que no les gusta, simplemente se centrar en sus pasiones. Foto: Getty Image.
Las personas con riqueza interior no pierden el tiempo con cosas que no les gusta, simplemente se centrar en sus pasiones.

10. Instinto de conservación

Las personas emocionalmente ricas comprenden la importancia de tomarse un tiempo para abastecerse de combustible y cuidar de sí mismas. Entienden el valor de desconectarse del mundo, de dejar por un momento la acción y emoción para centrarse en su interior.

Estos individuos no huyen de sus retos, pero saben que, algunas veces, su mejor opción es hacer nada más que observar y esperar. Aprecian los momentos lentos de la vida en los que no hacen nada más que vivir, respirar y sentir paz interior.

11. Tiempo libre

No pierden su tiempo haciendo algo que no desean. Entienden que deben dirigir su energía y concentrarse en lo que aman hacer. Al centrarse en sus pasiones, encuentran la manera de hacer que éstas se sigan desarrollando. Saben que no amarán cada parte de su recorrido, pero ven una imagen más amplia. Toleran estos momentos, pues saben que son necesarios para alcanzar sus objetivos. No pierden su tiempo o esfuerzo en tareas que no tienen sentido.

12. Límites

Son conscientes de que para tener una vida sana y emocionalmente limpia deben decir "no" cuando es necesario. Una persona sin límites es una presa fácil.

Asimismo, saben que son su fuente principal de poder. Saben lo que está bien y lo que no basados en su experiencia. Para ellos, "no" significa "no".

13. Empatía

Sienten una gran empatía por los demás y están dispuestos a regresar lo que han recibido, ya sea mediante la donación de dinero o voluntariado, la organización de eventos o sus actitudes diarias. Destinan una cantidad de sus ingresos a alguna causa en la que creen, y saben que esto les será recompensado de otra forma.

Las personas emocionalmente ricas no creen siempre que algo les falta. Creen firmemente que hay suficiente para todos, por lo que no tienen miedo de compartir sus riquezas, financieras y de cualquier tipo.

14. Fidelidad a sí mismas

Son independientes, y abrazan quiénes son. No se preocupan por encajar, pues están demasiado ocupadas buscando el éxito siendo auténticas. Se dan cuenta de que quienes trabajan duro para encajar tienen miedo de ser ellos mismos. Debido a que son fieles a sí mismos, los ricos son los rebeldes del mundo, creadores de tendencias y líderes honorables.

15. Felicidad

Tienen una relación sana con su mente, son consistentes y disciplinados. Conocen el poder de sus pensamientos sobre su mente y cuerpo. Esta conciencia emocional les permite aprender de los pensamientos que no promueven su felicidad o éxito.

Estas personas han aprendido a manejar sus emociones poco placenteras en lugar de reaccionar a ellas, pues saben que la vida está llena de incertidumbres. Eligen los pensamientos, las emociones y las respuestas que regirán sus vidas en lugar de actuar con base en el miedo. Saben que la felicidad no es un estado dado: es una creación propia.