Con una caricatura, viagra promociona su pastilla azul

el anuncio que ha presentado Pfizer destaca por huir del humor y abordar el asunto desde su perspectiva más humana, reflejando las consecuencias personales y afectivas del trastorno.

Foto: Captura de video

Agencias / La Voz de Michoacán

Viagra es la marca comercial más vendida de sildenafilo, un principio activo utilizado principalmente para el tratamiento de la disfunción eréctil. Desde que fuera patentado en 1996 la farmacéutica ha vendido cantidades inconmensurables de estas pastillas, generando un volumen de ingresos que superó los mil millones de dólares en el período 1999-2001.

En 2013, al caducar la patente que poseía la farmacéutica Pfizer, otros laboratorios han empezado a producir sus propios genéricos; sin embargo, el nombre “viagra” ya está instalado para siempre en el conocimiento colectivo. Quizá Pfizer no necesitaba lanzar un anuncio para consolidar a su Viagra como el producto estrella para el tratamiento de la disfunción eréctil, pero el caso es que lo ha hecho y el resultado ha sido bastante sorprendente en su forma y en su enfoque.

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La disfunción eréctil es una alteración de la función sexual en el hombre que tiene una enorme prevalencia: diversos estudios la sitúan entre el 10 y el 52% y se estima que 322 millones de hombres en todo el mundo se verán afectados en 2025. El principal factor de riesgo asociado es la edad y es lógico que en una sociedad donde la esperanza de vida es cada vez mayor se produzca un aumento de la prevalencia. Sin embargo, la disfunción eréctil no es solo cosa de mayores: existen numerosos factores de riesgo adicionales como la diabetes, la enfermedad cardiovascular, la depresión o el estrés.

Con estas cifras y sabiendo que es un problema tan frecuente y que obedece a causas tanto orgánicas como psicógenas, ¿por qué la disfunción eréctil sigue siendo un tabú? ¿Cómo es que la mitad de los hombres encuestados en Reino Unido confiesan que no han hablado con sus compañeros del tema? La respuesta probablemente la hallemos en el estigma social y en la incorrecta asociación entre la capacidad de mantener una erección a toda costa y en todo momento con la “virilidad” de un hombre.

Frente a estos temas “delicados” el enfoque habitual es tirar de metáforas y de chistes, lo cual no ayuda en absoluto a normalizar la cuestión. Es por ello que el anuncio que ha presentado Pfizer destaca por huir del humor y abordar el asunto desde su perspectiva más humana, reflejando las consecuencias personales y afectivas del trastorno. Para ello han optado por un formato de animación protagonizado por una pareja que nada tiene que ver con el tópico de la ancianidad. El protagonista, un joven profesional enterrado en emails y llamadas que se lleva el trabajo a la cama, es un personaje realista con el que muchos hombres se pueden identificar fácilmente. Su mujer duerme a su lado, pero la distancia se va instalando entre ellos y se va haciendo más grande hasta que él decide tomar medidas.

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El emotivo spot ha sido animado por Zombie Studio y producido por BlinkInk y cuenta como banda sonora con una versión del tema “I’m Gonna Be (500 Miles)” de The Proclaimers. Tamryn Kerr, directora creativa, ha declarado que “mucho más que una pequeña píldora azul, esta campaña es un mensaje complejo sobre la masculinidad moderna y la intimidad en las relaciones”. Y es que quizá la “nueva masculinidad” no solo sea una exigencia del feminismo, sino también una liberación para los propios hombres de sus propios tópicos tóxicos que les impiden abordar sus propios problemas con la honestidad y la eficiencia que merecen.