Cuidado con las fantasías amorosas del pasado

Estas fantasías de amores pasados fueron las que visitaron a Angela Neustatter, una mujer que reconoció públicamente que esos incesantes pensamientos llegaron a poner en peligro su matrimonio de 40 años.

Foto: El Universal

El Universal/La Voz de Michoacán.
México. Si bien pueden sacarte de la rutina, si se toman como algo real pueden volverse peligrosas y generar distancias con la pareja. El recuerdo nítido de un amor de juventud en la retina. Esos amores inconclusos que se desvanecieron pero que dejaron huellas y, de paso, la constante pregunta de ¿qué hubiera pasado si siguiéramos juntos?

Son historias de amor intensas, que calan hondo en el corazón pero que no tienen finales felices. Y que a pesar de ese triste devenir, permanecen como fantasmas que nos visitan una y otra vez.

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Estas fantasías de amores pasados fueron las que visitaron a Angela Neustatter, una mujer que reconoció públicamente que esos incesantes pensamientos llegaron a poner en peligro su matrimonio de 40 años.

Es que la vida de casados se vuelve rutinaria, aburrida y hasta poco excitante cuando las obligaciones, los hijos y el trabajo completan la vida y el tiempo o las ganas son insuficientes para dedicarle al amor.

Para esta mujer inglesa, las ex parejas que recordaba las había tenido alrededor de sus 24 años, pero siempre quedó con la incógnita de qué hubiera pasado si esas relaciones no hubieran terminado. Sus cuestionamientos llegaron a tal punto que cada vez que lo necesitaba se refugiaba en esas fantasías alejándola peligrosamente de la relación con su marido.

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 “Los recuerdos de lo bueno que viví con ellos, siempre vivieron en el fondo de mi mente, eran poderosos fantasmas que habitaban en lo más oscuro de mi psique pero que estaban listos para lanzarse en cualquier oportunidad”, declaró en un entrevista publicada en el “Daily Mail”.

Este martirio silencioso terminó cuando se dio cuenta de que el amor, la convivencia y la familia que habían formado junto a Olly, su esposo, eran más importantes que lo que existía en su mente.

“Me ayudó valorar todo lo que habíamos construido juntos, lo buenos amigos que éramos y cómo él disfrutaba pasar el tiempo conmigo y nuestros nietos. Poco a poco dejé de invitar a mis fantasmas”, comentó.

Y aunque admitió que no tienen una relación perfecta, reconoció que ahora lo encuentra tan encantador y seductor como sus ex, y dijo estar segura de que la elección que hizo al casarse con él fue la correcta.

¿Por qué ocurre?

Para la psicóloga Ana Karina Zúñiga la razón más común de estos pensamientos reiterativos se debe a que esa pérdida no se encuentra bien elaborada, considerando que a muchos les cuesta superar traiciones, abandonos, rechazos o un adiós.

“Resulta difícil a veces dar vuelta la página porque junto a esa persona que te deja también se va una parte de ti y nos abandona también aquello que nos hacía sentir especiales”, explica.

Ahora bien, comenta que si los recuerdos que acechan se relacionan con la pasión, puede que sea una alerta sobre la falta de satisfacción erótica actual y, en este sentido, aparece el desafío en la convivencia y el matrimonio de tener que sobrellevar la cotidianeidad sin dejar a un lado la atracción sexual y el goce de la relación.