¿De qué se trata el ayuno intermitente?

Además, el ayuno puede ayudarte a organizar la frecuencia de tus comidas y a saber distinguir cuándo realmente tienes hambre y poderla diferenciar del hambre emocional.

Foto: Yahoo

Agencias/La Voz de Michoacán
En la era de las redes, humanos al fin, tendemos a guiarnos mucho por lo que todo el mundo hace sin estar bien informados. Pero en cosas tan importantes como el cuidado de nuestro cuerpo y nuestra salud deberíamos estar más atentos a seguir recomendaciones única y exclusivamente de profesionales y fuentes científicas.

Hablemos del famoso ayuno intermitente, que divide las opiniones. Es simplemente una estrategia más que podemos considerar o no según cuál sea el objetivo, estilo de vida, estado fisiológico y fisiopatológico de la persona. No es magia, ni la cura de todos los males.

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Empecemos desde lo más básico, aclarando que el ayuno intermitente no es ninguna dieta, sino un protocolo de alimentación que te indica cuándo vas a comer, mas no lo que debes ingerir. Su estructura consiste en periodos de ayuno y espacios de ingesta de alimentos a lo largo del día. Los métodos más utilizados son:

12/12: No comes alimentos por 12 horas y las otras 12 horas quedan para la ingesta. Es decir que, por ejemplo, comes a las 10 pm y no vuelves a comer hasta las 10 am. Sería la manera más sencilla de ayuno, puesto que es a lo que nuestro cuerpo está acostumbrado durante el ayuno nocturno. 

16/8: En este caso ayunas por 16 horas y tu intervalo de ingesta serían 8 horas.

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Beneficios del ayuno 

Los privilegios de estos periodos sin ingesta comprobados en humanos, y es necesaria la referencia porque la mayoría de los estudios se han hecho en animales y a corto plazo, vienen ligados a la pérdida de peso por la restricción calórica evidente. 

Además, el ayuno puede ayudarte a organizar la frecuencia de tus comidas y a saber distinguir cuándo realmente tienes hambre y poderla diferenciar del hambre emocional. 

Más allá de esto, no se pueden sacar otras conclusiones. En contraparte, lo que sí tenemos como evidencia es que todo esto se puede lograr adquiriendo hábitos alimenticios saludables. Porque la realidad es que, practiques o no el ayuno, si en los intervalos de comida no sabes qué elegir, te dejas llevar solo por el conteo de calorías de los alimentos y no por su contenido nutricional, si no realizas actividad física, si no descansas, si no te liberas del estrés y no tienes control sobre tus emociones, no vas a conseguir salud ni bienestar. 

Si vas a emplear este método, hazlo de manera consciente y porque se te hace fácil y realmente te ayuda a organizarte. Y mejor aún si lo realizas bajo supervisión de un nutricionista, ya que te va a garantizar que en los espacios de ingesta cumplas con todos tus requerimientos nutricionales diarios. 

La adopción de hábitos alimenticios saludables seguirá estando por encima de las soluciones milagrosas.

Mal uso del ayuno intermitente 

Como suele suceder, muchas veces creemos que todo lo que está como trending es lo ideal para todos, pero resulta que la nutrición es ciencia, experiencia y se aplica de manera personalizada. 

Lo que a una persona le funciona, no quiere decir que le va a funcionar a otra. En alguien que tenga una buena relación con la comida y a quien ayunar le permita simplemente tener control del apetito, puede ser válido. En una persona que no tenga buena relación con la comida, el ayunar, además de producirle dolores de cabeza e irritabilidad, le va a incrementar la ansiedad e incluso a la hora de comer puede hacerlo como atracón y aumentar de peso por efecto rebote.