El rubor es mucho más que un toque de color en las mejillas. Aplicarlo en la zona correcta transforma el rostro, realza los pómulos y da un aspecto fresco y saludable. Saber dónde se pone el rubor y cómo trabajarlo según la forma de la cara, la textura del producto y el efecto que deseas lograr marcará la diferencia en el acabado. Los rubores vienen en distintas presentaciones, cada una con su propia técnica de aplicación y beneficios. La clave está en elegir el adecuado para tu tipo de piel y usarlo estratégicamente para conseguir el efecto deseado sin que se note forzado. Cómo aplicar el rubor según tu estilo de maquillaje No todas las técnicas son iguales; aprender dónde se pone el rubor cambia por completo el resultado final. Hay quienes prefieren un look natural y quienes buscan un efecto más definido y marcado. Estos son los estilos más comunes y cómo lograrlos: Efecto natural Este estilo es perfecto para el día a día y se basa en imitar el sonrojo real de la piel. Para lograrlo: -Usa tonos suaves que se integren con tu piel. Los tonos melocotón, rosados claros o corales funcionan bien para este efecto. -Aplica el producto con una brocha de cerdas sueltas para evitar que se vea demasiado cargado. -Difumina bien para que no haya líneas marcadas. Efecto lifting Si buscas un acabado que eleve visualmente las facciones, la técnica cambia un poco: -Aplica el rubor más arriba de lo habitual, cerca de la sien y en una diagonal ascendente. -Usa un tono ligeramente más intenso para resaltar la estructura ósea. -Mezcla con un toque de iluminador para potenciar el efecto. Efecto "piel besada por el sol" Este estilo da un aspecto cálido y radiante, ideal para quienes quieren un look de verano sin necesidad de bronceador: -Aplica rubor en la parte alta de las mejillas y llévalo ligeramente hacia la nariz. -Usa tonos cálidos como terracota, bronce o coral. -Complementa con un toque de iluminador para dar un brillo natural. Dónde aplicar blush según la textura del producto Cada textura de rubor tiene una forma óptima de aplicación para que el resultado se vea impecable y dure más tiempo. Rubor en polvo Es la opción más tradicional y la más fácil de trabajar si tienes piel mixta o grasa. Para aplicarlo correctamente: -Usa una brocha de cerdas sueltas y redondeadas. -Da pequeños toques en la piel en lugar de arrastrar la brocha. -Difumina con movimientos circulares para integrar bien el color. Rubor en crema Tiene una textura más densa, pero se funde mejor con la piel. Es ideal para pieles secas o para lograr un efecto jugoso. Para aplicarlo: -Usa los dedos o una esponja húmeda para difuminarlo. -Aplícalo sobre la base antes de sellar con polvo para que se vea más natural. -Si quieres mayor intensidad, puedes aplicar capas ligeras hasta lograr el efecto deseado. Rubor líquido Este tipo de blush es un maquillaje más duradero y se fija bien en la piel, pero hay que trabajarlo rápido antes de que se seque. La mejor forma de aplicarlo es: -Colocar una pequeña cantidad en el dorso de la mano y tomarlo con una esponja o los dedos. -Difuminar inmediatamente con ligeros toques sobre la piel. -Si se aplica en exceso, puedes corregirlo con un poco de base o polvo. Errores comunes al aplicar rubor y cómo evitarlos La forma de tu cara influye en dónde se pone el rubor, logrando así un balance perfecto. Estos son algunos errores comunes y cómo corregirlos: Usar demasiado producto Si aplicaste más rubor del necesario y se ve muy marcado, la solución es sencilla: Usa una brocha limpia para difuminar el exceso. Aplica un poco de polvo traslúcido para suavizar el color. Si aún se nota muy intenso, pasa una esponja con un poco de base encima. No difuminar bien Cuando el rubor queda en una sola mancha sin fundirse con el resto del maquillaje, el resultado es poco natural. Para evitarlo: -Asegúrate de difuminarlo bien con una brocha suave. -Evita brochas muy rígidas que dejen marcas. -Aplica poco a poco en capas ligeras en lugar de colocar mucho producto de golpe. Elegir un tono incorrecto El color del rubor debe complementar tu piel y el resto del maquillaje. Para evitar que se vea artificial: Si tu piel es clara, opta por tonos rosados o durazno. Si tu piel es media, los tonos coral y terracota funcionan mejor. Para pieles oscuras, los rubores en tonos fucsia, ciruela o naranjas intensos son los más favorecedores. Cómo hacer que el rubor dure más tiempo Si sientes que el rubor desaparece al poco tiempo de aplicarlo, hay algunos trucos para mejorar su duración sin que pierda naturalidad: -Aplica una capa de rubor en crema como base y luego sella con rubor en polvo del mismo tono. Esto crea un efecto de larga duración. -Usa un spray fijador de maquillaje para que todo el look permanezca intacto. -Si tu piel es grasa, usa una base ligera en polvo antes de aplicar el rubor para evitar que se absorba demasiado rápido. Cada rostro es diferente, y el rubor es una herramienta que permite jugar con la estructura del rostro de una manera sencilla. Entender dónde se pone el rubor en la cara y cómo adaptarlo a tus rasgos personales hará que cada aplicación luzca impecable. Dominar la técnica sobre dónde se pone el rubor lleva tiempo, pero una vez que encuentres el estilo y la aplicación que mejor se adapte a ti, notarás cómo este pequeño detalle transforma tu maquillaje. Experimenta con distintas texturas y estilos hasta encontrar el que mejor resalte tu belleza.