El mito del método anticonceptivo masculino

Cada vez se siente más cerca el método anticonceptivo masculino. Los medios dicen que ya mero y luego… nada.

Foto: El Universal

El Universal/ La Voz de Michoacán.
México. Está guapísimo. Carlos, Samuel o Juan te lleva a su depa y no puedes resistir su encanto. Besa increíble. Huele bien y, poco a poco, se va quitando prenda por prenda hasta llevarte a la cama. No saca un condón y tú no traes parche ni DIU. Pero él está tomando sus pastillas. Así que no hay de qué preocuparse.

Cada vez se siente más cerca el método anticonceptivo masculino. Los medios dicen que ya mero y luego… nada. Se está empezando a sentir como una broma cruel y compleja. ¿Cómo es posible que las mujeres tengamos tantas opciones para evitar embarazos, y los hombres sólo 2: condones y vasectomías?

PUBLICIDAD

Hay científicos que dicen que es más difícil matar millones de espermatozoides que un óvulo. Compañías farmacéuticas dicen que es muy arriesgado invertir en el desarrollo de algo que los hombres no usarán. Y expertos independientes culpan al machismo. Porque sí, estamos en el 2019 y la reproducción sigue siendo un problema ‘femenino.’

¿Pero saben qué es lo peor? Que todo esto es mentira. Investigaciones recientes han descubierto métodos anticeptivos masculinos que funcionan… y los hombres SÍ quieren usarlos. Y de acuerdo a una encuesta de Cosmo, las mujeres TAMBIÉN lo piden (y a gritos).

El problema es este: El hecho de QUERER un método anticonceptivo es diferente a que lo aprueben.

PUBLICIDAD

No es que no sea posible

Cualquier método anticonceptivo debe cumplir con 3 cosas: efectividad, reversibilidad y seguridad. Y es un proceso complejo. Después de todo, no es fácil evitar que los 800 millones de espermatozoides de una sola eyaculación hagan su trabajo.

En 1974, Elsimar Coutinho creyó haber encontrado la solución a este problema con gossypol, una pastilla anticonceptiva para hombres que usaba un químico de plantas de algodón para reducir el conteo de esperma. Pero ni siquiera llegó al mercado porque descubrieron que no era tan reversible como creían. Desde entonces, investigadores se han enfocado en métodos hormonales, como inyecciones de testosterona, que han resultado ser efectivas y reversibles. Pero todavía les falta algo: el tercer factor, seguridad, o lo que nosotras las mujeres conocemos como: efectos secundarios.

Problemas como el aumento de peso, acné y cambios de humor, han detenido el avance de un método anticonceptivo masculino efectivo. En 1996, las inyecciones de testosterona parecían ser la próxima maravilla, hasta que los hombres empezaron a quejarse por aumento de peso, disminución de volumen testicular y la precisión en los horarios que requerían. 10 años después, otro ensayo clínico de inyecciones de testosterona y progesterona se derrumbó porque los hombres empezaron a experimentar dolor muscular, acné, depresión y cambios en su libido.

La realidad es esta: los hombres no van a tolerar nada que afecte su libido o su peso. Y las empresas farmacéuticas con el dinero suficiente para invertir en los ensayos clínicos obviamente no están motivadas en soltar los billetes en un producto que no le interesa a su clientela.

Así que sí, tienes razón: la culpa la tiene el sexismo. A nadie le importa si el implante disminuye nuestro deseo sexual. ¿Pero si le pasa eso a un hombre? -_-

¿Y nosotras qué?

Y mientras encuentran el supuesto método anticonceptivo masculino, se han aprobado otros anticonceptivos femeninos, como la píldora anticonceptiva ubicua. Y para llegar a la variedad que tenemos ahora, tuvimos que probar cosas que NO eran para nada buenas para nuestra salud.

Por ejemplo, en 1960, existía una pastilla llamada Enovid que tenía 10 mil veces la cantidad de estrógeno que las pastillas de hoy en día. Y muchas mujeres la tomaron por años sin saber que podría provocar coágulos de sangre e infartos. En 1974, uno de los primeros DIUs tuvo que salir del mercado porque causaba infecciones pélvicas inflamatorias, complicaciones en el embarazo e incluso la muerte. Pero si un hombre sube de peso o pierde un poco de su libido… ¡aguas!

Las mujeres estaban dispuestas a tolerar todo esto para tener sexo con total libertad, como los hombres. Hemos sufrido todo tipo de efectos secundarios simplemente por esto.

Tampoco es que los hombres no estén interesados

Hoy en día los hombres también quieren su propio método anticonceptivo, además del condón. Según una encuesta, el 77% de los hombres entre 18 y 44 años que tienen sexo al menos una vez al mes están MUY interesados en tomar métodos anticonceptivos. ¿De qué tipo? Pastillas.

Y sólo una tercera parte está preocupada por los efectos secundarios. Porque la prevención de un embarazo es responsabilidad de ambos. Así que los hombres lo quieren. Las mujeres lo quieren. Y, ojalá y tengamos alguna noticia real pronto.