La gente con personalidad oscura tiende a interferir más en las relaciones románticas de sus allegados

En efecto, el estudio sostiene que esta clase de personas tienen más probabilidades de exhibir ciertos rasgos de la personalidad a la que se refieren como «la Tétrada Oscura”. Este cuarteto de rasgos negativos incluye el narcisismo, la psicopatía, el maquiavelismo y el sadismo.

foto: Twitter

Agencias / La Voz de Michoacán

EUA. En cualquier buen culebrón que se precie debe existir una pareja que se ama con locura, pero que no puede llevar a buen puerto su relación por varios motivos. Uno de los impedimentos clásicos para el amor de los protagonistas es el papel manipulador del villano de turno, casi siempre una figura tóxica y oscura que interfiere y manipula con la intención de evitar que la relación se consolide. Puede ser una amiga celosa, una madre excesivamente protectora, un padre “clasista”, un malévolo compañero de trabajo…

Bien, obviamente no necesitamos tragarnos 500 capítulos de una de esas indigestas telenovelas para saber que efectivamente existe gente así. Almas oscuras que disfrutan entrometiéndose en las relaciones de sus allegados, bien sean parientes o amigos, con intención de finiquitarlas.

PUBLICIDAD

Tú lo sabes, yo lo sé… y ahora los psicólogos también lo saben. Efectivamente, en uno de esos trabajos que podría firmar el recordado Capitán Obvio (pero que luego tiene más enjundia del que parece) un trio de investigadores psicólogos de la Universidad Azusa Pacífico (California) ha “descubierto” que las personas que tienen personalidades oscuras y sinuosas, tienden a entrometerse más a menudo en las relaciones románticas de los miembros de su familia o amigos cercanos.

En efecto, el estudio sostiene que esta clase de personas tienen más probabilidades de exhibir ciertos rasgos de la personalidad a la que se refieren como "la Tétrada Oscura”. Este cuarteto de rasgos negativos incluye el narcisismo, la psicopatía, el maquiavelismo y el sadismo.

Por si acaso repasemos a qué se refieren estos términos. El narcisismo se caracteriza por una sensación exagerada de importancia personal, razón que lleva a quien exhibe este rasgo a creer que tiene derecho a cierto privilegio. La psicopatía en cambio, se caracteriza por una falta de remordimientos. En cuanto al maquiavelismo, describe la tendencia a manipular y engañar a los demás (ya sabéis, el fin justifica los medios). Finalmente el sadismo describe la tendencia a encontrar placer en el sufrimiento de los demás.

PUBLICIDAD

La familia suele ser el centro de apoyo más importante con la que contamos como individuos, lo cual no impide que también se convierta en una fuente tremenda de desacuerdos. Imaginad lo que habrá pasado el sobrino de José Luis Moreno, por citar un ejemplo.

Pero vayamos con los estudios realizados por el equipo de psicólogos de Azusa, liderado por Brian Collison. Por lo que puedo leer, el primero de ellos se basó en encuestas realizadas a 206 adultos. Básicamente, les pedían que pensaran en un amigo que estuviera involucrado en una relación romántica que no aprobasen o que no les gustase. Más tarde, los participantes indicaban con qué frecuencia interferían en la relación de ese amigo, por ejemplo incidiendo en las necesidades que su pareja no cubría, o alentándole a priorizar otras actividades en lugar de pasar tiempo con ella, o sugiriéndole que podría encontrar a alguien mejor.

El segundo estudio se llevó a cabo con 180 adultos, y en este caso en lugar de pedirles que pensaran en un amigo, les pedían que se centraran en un miembro de su familia involucrado en una relación romántica. Como en el estudio anterior, también les pedían que detallasen el nivel de interferencia que mostraban en dicha relación.

¿Qué descubrieron? Pues como os había adelantado, el equipo de Collison descubrió que aquellos participantes que puntuaban más alto en la “tétrada oscura”, mostraban también un mayor empeño en interferir en las relaciones románticas de sus familiares y/o amistades, empleando técnicas como por ejemplo, no invitar a la pareja “odiosa” a un acto social, satisfaciendo las necesidades de sus allegados antes de que su parejas tengan la oportunidad, o destacando las ventajas de estar soltero o de salir con cualquier otra persona.

También averiguaron que los rasgos oscuros que más se repetían entre las personas entrometidas eran el narcisismo y el sadismo. ¿Las razones? Probablemente los narcisistas piensan que solo ellos son capaces de percibir qué es lo mejor para sus allegados, mientras que los sádicos pueden llegar a odiar tanto a la pareja de sus seres queridos, que harán todo lo posible para que estos rompan.

En fin, si mientras has leído este artículo se te ha venido a la mente tu amigo Enrique, o tu tía Rigoberta, y has descubierto que nunca han aceptado a ninguna de tus parejas, piensa que tal vez estás soltero por su influencia “maligna”. Si ese es el caso, tal vez haya llegado el momento de dejar de escucharles.