Reduce al máximo los signos de cansancio en tu rostro, sobre todo después de los 40

Una piel apagada, ojos ojerosos o quizás un poco inflamados y un aspecto general de fatiga pueden mejorarse haciendo algunos ajustes en nuestra rutina, que además sumarán calidad de vida a nuestra cotidianidad.

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Agencias / La Voz de Michoacán

México. Demasiadas horas frente a la pantalla de la computadora, poco sueño de calidad, la ansiedad propia de los tiempos de incertidumbre que corren, ocupaciones cotidianas que a veces parecen interminables, y el estrés, entre otros, son factores que nos exponen a recibir una de las frases más chocantes dentro de la categoría "opiniones que no hemos pedido": "Te ves cansada".

¡No está bien decirle a alguien esta expresión! Antes que consideración parece gritar "estás marchita", “te ves mayor”, “no te ves saludable ni fresca”, así que es bueno no decírsela a nadie y mucho mejor es no escucharla. 

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Para minimizar al máximo los signos de cansancio en nuestro rostro que, además, suelen aparecer más frecuentemente después de los 40, hay que aplicar una estrategia integral que implique no solo el cambio de algunos hábitos, sino la ejecución de algunos trucos de refrescamiento intensivo.

Nueva rutina que se agradece

Una piel apagada, ojos ojerosos o quizás un poco inflamados y un aspecto general de fatiga pueden mejorarse haciendo algunos ajustes en nuestra rutina, que además sumarán calidad de vida a nuestra cotidianidad.

El primer paso definitivamente es dormir bien. El estrés afecta muchos aspectos de nuestra salud. Entre ellos, los patrones de sueño y sin las horas de descanso adecuadas, sufriremos de dolores de cabeza, molestias corporales, falta de atención, mal humor y agotamiento. Por supuesto que todo esto se refleja en nuestro aspecto, de manera que trabajar en disminuir nuestros niveles de estrés y recuperar el buen dormir es prioritario.

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Ayúdate procurando terminar tus rutinas laborales antes de caer la noche; regálate una caminata nocturna después de cenar y, antes de dormir, se generosa en la rutina de belleza aplicando tratamientos apropiados para cerrar el día. Masajea el rostro, mientras te programas para tener un descanso reparador. La meditación puede ayudar a desconectarte de los problemas cotidianos y soltarlos hasta el día siguiente.

Luego, para recobrar el brillo natural de la piel es necesario tomar agua. La hidratación adecuada beneficia poderosamente al organismo en general y es en la piel donde se nota, principalmente, una buena hidratación. Aumenta además la ingesta de infusiones, frutas y vegetales ricos en agua.

En las mañanas, haz de las cremas hidratantes con ácido hialurónico y del protector solar tus mejores amigos. Convertir la rutina de belleza en un ritual de encuentro y agradecimiento contigo misma tendrá su recompensa.

Además, acostúmbrate a respirar conscientemente durante unos minutos al día. Esto es respirar profundamente con el diafragma. Al inhalar cuenta hasta cinco y pon tus manos sobre el estómago para que sientas su movimiento. Al exhalar volvamos a contar hasta cinco.

Trucos de emergencia

Mientras estos cambios en tu rutina dejan ver un efecto permanente, es probable que necesites algunas medidas de emergencia que te permitirán mostrar un aspecto fresco y luminoso inmediatamente.

Según AARP, organización sin fines de lucro dedicada a generar información y atender necesidades de personas mayores de 50 años, el agua fría puede ser aliada fundamental en lograr el objetivo.

En primer lugar, recomienda un splash de agua helada para lavar el rostro en la mañana. Si se trata de tomar una ducha, sugieren enjabonarnos con agua tibia y enjuagarnos con agua helada. Esto contribuirá con vigorizar la piel, estirando las arrugas más finas del rostro, y eliminando “cualquier niebla cerebral”.

Otro consejo interesante de esta organización es poner especial atención a la zona del contorno de ojos que al ser muy delicada es la primera en reflejar el cansancio y la fatiga hinchándose o dejándose ver flácida y frágil. Para evitarlo se recomienda el uso de lágrimas artificiales. También funcionará dejar los ojos descansar con bolsitas de té frías durante unos 15 minutos, e incluso también puedes probar pasando un cubito de hielo en los ojos suavemente durante unos minutos.

Un tercer consejo de refrescamiento instantáneo es soltar el cabello y dejarlo fluir. Esto distraerá la atención de las miradas lejos de los ojos que es la zona que delata el agotamiento. Los peinados demasiado pulidos y ajustados sumarán años a nuestro aspecto.

Sombra aquí, sombra allá

Para completar la estrategia, es conveniente recurrir a algunos trucos de maquillaje que resultarán muy efectivos. Jesús Cedeño, maquillador, aconseja antes de aplicar cualquier producto de maquillaje asegurarnos de tener la piel muy bien hidratada, esto permitirá que el maquillaje no se absorbido inmediatamente por nuestra piel ansiosa de nutrición.

Luego, recomienda el uso de una base de cobertura media sin temor de lucir demasiado maquilladas. Si la base está bien difuminada se fundirá con nuestra piel logrando un aspecto natural. El uso de una esponja húmeda o una brocha facilitarán la tarea.

Algunos toques de corrector ayudarán a brindar luminosidad a la mirada, pero el verdadero truco casi mágico será usar estratégicamente puntos de sombra clara, color perla o blanco: un punto junto a los lagrimales, y un punto difuminado en el arco de la ceja. El uso de sombras marrones o malva será mucho más conveniente que los tonos demasiado oscuros. No olvidemos máscara de pestañas y evitemos a toda costa maquillar el párpado inferior.

Seguidamente, podemos brindar un poco de color a las cejas simplemente rellenando los espacios con menos vellos con toquecitos suaves de sombra marrón aplicados con un pincel. Evita el lápiz y los colores oscuros.

Finalmente, la aplicación muy bien difuminada de blush en tonos naturales, como melocotón, en la manzanita de la mejilla dará un aspecto natural y enérgico a la piel, como si acabaras de ejercitarte. El efecto ideal se logra con la brocha adecuada orientando el color suavemente de adentro hacia afuera. Completa con un labial en un tono alegre. No temas al color pues brinda alegría y, sobre todo, distrae la atención de los ojos, donde ya se mencionó que se acumula el aspecto cansado, ese que, al seguir estas recomendaciones, dejarás de tener.