En un tratamiento de fertilización in vitro (FIV), cada etapa tiene un propósito clínico bien definido y cada medicamento cumple una función específica dentro del protocolo. Los fármacos ovulatorios, por ejemplo, son fundamentales para controlar el momento en que los óvulos completan su maduración. Comprender cómo actúan estos medicamentos permite tener una visión más clara del proceso reproductivo, saber qué esperar en cada fase y reconocer la importancia que tienen en el éxito del tratamiento. ¿Qué implica un tratamiento FIV? La fertilización in vitro (FIV) es un tratamiento médico complejo que busca lograr un embarazo mediante la unión del óvulo y el espermatozoide en un laboratorio, fuera del cuerpo. Para lograrlo, se combinan distintos procedimientos clínicos: desde la estimulación hormonal de los ovarios hasta la extracción de los óvulos, la fecundación en condiciones controladas y, finalmente, la transferencia del embrión al útero. Este tratamiento no ocurre de un día para otro ni sigue un único camino. Se compone de varias etapas que deben desarrollarse en orden y que exigen preparación física, emocional y práctica por parte de la persona o pareja que lo realiza. Es necesario organizar tiempos, coordinar citas médicas y estar en constante comunicación con el equipo de especialistas. Antes de comenzar, los especialistas realizan una evaluación médica integral. Esta incluye estudios hormonales para analizar el funcionamiento del sistema reproductivo, ecografías para revisar el estado de los ovarios y el útero, análisis genéticos en ciertos casos, y estudios del semen para valorar su calidad. Toda esta información es necesaria para diseñar un plan de tratamiento personalizado que aumente las probabilidades de éxito y se adapte a las condiciones particulares de cada paciente. El papel de la estimulación ovárica en la FIV En un tratamiento de fertilización in vitro (FIV), la estimulación ovárica es el punto de partida para generar ovocitos en cantidad suficiente. En lugar de permitir que el cuerpo seleccione solo un folículo como en un ciclo natural, este proceso busca que varios folículos se desarrollen al mismo tiempo. De esta forma, se incrementa la posibilidad de recuperar múltiples óvulos viables para su fecundación en laboratorio, lo cual mejora las probabilidades de éxito del tratamiento. La estrategia de estimulación varía según cada paciente. Los especialistas diseñan un protocolo específico basado en su situación clínica, evaluando aspectos como la edad, la reserva ovárica, los niveles hormonales y antecedentes médicos. Con base en esa información, se define el tipo de medicamentos y las dosis necesarias para estimular el crecimiento folicular de forma segura. Durante esta fase, el equipo médico realiza controles continuos mediante ecografías y análisis hormonales para supervisar la respuesta ovárica y evitar complicaciones. Este seguimiento permite identificar con precisión el momento exacto en que deben extraerse los óvulos para continuar con el tratamiento. ¿Por qué es esencial que la ovulación sea exacta? Cuando los folículos alcanzan el tamaño adecuado, generalmente entre 16 y 20 mm, es momento de ayudar al óvulo a completar su maduración. Este paso no sucede de forma automática, por lo que se necesita un medicamento que imite el aumento natural de la hormona luteinizante (LH), responsable de desencadenar la ovulación. El fármaco más utilizado para este fin es la coriogonadotropina alfa, conocida comercialmente como Ovidrel, la cual provoca una serie de cambios dentro del folículo que permiten que el óvulo termine de madurar y esté listo para ser fecundado. Lo más importante es que se administra en un momento muy específico, lo que permite planificar con exactitud cuándo hacer la punción ovárica para extraer los óvulos. Gracias a su composición de origen recombinante, Ovidrel ofrece un efecto más predecible y constante que otros medicamentos. Esto permite que el tratamiento se desarrolle de manera coordinada y controlada, justo antes de una de las fases más delicadas del proceso: la recuperación de los óvulos. ¿Cómo se realiza la recuperación de óvulos en la FIV? Una vez que los óvulos han alcanzado su madurez, se programa un procedimiento llamado punción ovárica o aspiración folicular para extraerlos. Este paso es clave en el tratamiento de fertilización in vitro (FIV), ya que permite recolectar los óvulos directamente de los ovarios para ser fecundados en el laboratorio. La punción ovárica se realiza en un quirófano, bajo sedación suave o anestesia, por lo que la paciente no siente dolor durante el procedimiento. Guiado por ultrasonido, el especialista introduce una aguja fina a través de la pared vaginal hasta llegar a los ovarios. Luego, se aspira el líquido de los folículos, que son pequeñas estructuras llenas de líquido donde se desarrollan los óvulos, y ese líquido se lleva inmediatamente al laboratorio de embriología. Allí, los biólogos revisan el contenido de cada folículo bajo el microscopio para identificar y separar los óvulos maduros. Este proceso dura entre 15 y 30 minutos, y tras unas horas de reposo en la clínica, la paciente puede regresar a casa el mismo día. Es importante saber que no todos los folículos contienen óvulos y no todos los óvulos recuperados estarán maduros, lo que hace que la selección y el seguimiento médico sean fundamentales. Sin embargo, esta técnica permite reunir varios ovocitos en un solo ciclo y optimizar las posibilidades de éxito al fecundarlos en condiciones controladas. Después de la extracción, los óvulos se preparan para ser fecundados con los espermatozoides en el laboratorio, lo que da paso a la siguiente etapa del tratamiento: la formación de embriones. ¿Dónde se consigue Ovidrel y por qué es importante adquirirlo en farmacias especializadas? Ovidrel es un medicamento biológico que requiere condiciones estrictas de almacenamiento y transporte para mantener su efectividad. Adquirirlo en sitios no autorizados puede poner en riesgo el tratamiento, ya que no se garantiza su correcta conservación. Por estas razones, es fundamental obtener Ovidrel exclusivamente en farmacias especializadas como Fertifarma, que garantizan la autenticidad del medicamento y su correcta conservación. El uso de medicamentos como Ovidrel es clave en los tratamientos de fertilización in vitro (FIV). Su función va más allá de provocar la ovulación, ya que permite que todo el proceso clínico esté perfectamente coordinado y se desarrolle en el momento adecuado. Aplicado en el instante correcto, este fármaco asegura que el óvulo alcance su madurez justo antes de la extracción, lo que aumenta las probabilidades de éxito en el laboratorio. En un tratamiento de fertilidad, cada detalle cuenta, desde la elección del medicamento hasta el lugar donde se adquiere. Por eso, tener información confiable, acompañamiento médico y un plan bien diseñado hace que todo el proceso se viva con mayor seguridad y confianza.
La Voz de Michoacán
