Vacuna patentada para combatir el COVID-19 podría no funcionar en personas obesas

Según una investigación realizada por especialistas en los Estados Unidos, los fármacos encontrados para la influenza y la hepatitis B, así como otros organismos que causan enfermedades como el tétanos y la rabia, no son tan efectivos para adultos obesos.

Foto: Twitter.

Agencias / La Voz de Michoacán

Estados Unidos. No cabe duda que en el mundo de la ciencia, donde todo está mal y se busca cambiarlo, se ha detectado que no existen las vacunas 100% efectivas, por lo que ante la pandemia del coronavirus (COVID-19) podría resultar similar y ser menos efectiva para personas con obesidad, según una investigación realizada por especialistas en Estados Unidos.

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Desde el inicio de la pandemia, estudios han demostrado que la población que presenta un índice de masa corporal alto tiene un riesgo incrementado de enfermar y morir a causa de Covid19.

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A medida que avanzan los ensayos con distintos candidatos, preocupa que la vacuna no proteja a este grupo, pues la evidencia científica indica que la efectividad de vacunas previas está disminuida en personas con obesidad.

"Sabemos por otras vacunas que se han probado en poblaciones obesas que estos individuos no responden tan bien a estas vacunas", afirmó el doctor Matthew B. Laurens, investigador principal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, quien participa en uno de los ensayos de la fórmula contra la COVID-19 que realiza Moderna Therapeutics .

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Historia

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Distintas investigaciones han demostrado durante mucho tiempo que las vacunas contra virus como la influenza y la hepatitis B, así como otros organismos que causan enfermedades como el tétanos y la rabia, no son tan efectivas en adultos obesos en comparación con sus pares más delgados, consignó el sitio de noticias ABC News.

Es así, y partiendo de estos antecedentes que los especialistas han manifestado su preocupación por el funcionamiento de un fármaco contra el coronavirus para las personas con esta condición.

"Reconocemos que, si bien estamos desarrollando una vacuna contra la Covid-19, es posible que no funcione en todas las poblaciones, incluidas las obesas. Así que eso es motivo de preocupación", insistió el doctor Laurens.

¿Por qué no funcionaría en los obesos?

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Pese a tener la certeza de la poca efectividad de la vacuna en obesos, los expertos no han logrado determinar cuáles son las causas exactas por las cuales las fórmulas no hacen su efecto en personas con sobrepeso. Sin embargo, tienen varias teorías.

La primera teoría, está relacionada con el tamaño de la aguja, la cual no es lo suficientemente para alcanzar a depositar el líquido en el músculo subyacente al hombro. La segunda, es que debido a la mayor masa corporal de las personas obesas están podrían necesitar un dosis mayo o dosis de refuerzo para que fortalecer de manera adecuada el sistema inmunológico.

Una tercera teoría tiene que ver con cómo funciona el sistema inmunológico de los pacientes obesos.

De acuerdo al doctor Leonard Friedland, vicepresidente y director de Asuntos Científicos y Salud Pública de las vacunas GlaxoSmithKline, "la obesidad desencadena un estado inflamatorio crónico en los seres humanos". Esta inflamación constante de bajo nivel podría ser lo que impide que algunas vacunas funcionen tan bien como lo hacen en pacientes más delgados.

Fases de investigación

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Por ahora, quizás la única forma de saber con certeza si la vacuna funcionará en los obesos es incluirlos en grandes ensayos de fase III, el último paso antes de la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos.

"Es importante inscribir a las personas obesas, porque es probable que tengan enfermedades crónicas asociadas, y realmente se puede ver si la vacuna ayuda a las personas de alto riesgo", señalaron los doctores Arthur Caplan, William y Virginia Connolly Mitty.

Históricamente, las personas obesas han sido excluidas en gran medida de los ensayos de vacunas debido a estas enfermedades crónicas, como la diabetes y la presión arterial alta. No obstante, los desarrolladores de vacunas contra el coronavirus ahora están intentando combatir esta disparidad al inscribir activamente a pacientes obesos en sus ensayos clínicos.