Hoy la última Superluna y Equinoccio de Primavera; ya puedes verla

Solo dos días al año, durante los equinoccios de primavera y otoño, es posible disfrutar de la misma cantidad de horas de luz que de oscuridad, y durante este evento, el Sol sale de manera exacta por el este para ocultarse justo al oeste.

Foto:Victor Rámirez

Agencias / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. Solo dos días al año, durante los equinoccios de primavera y otoño, es posible disfrutar de la misma cantidad de horas de luz que de oscuridad, y durante este evento, el Sol sale de manera exacta por el este para ocultarse justo al oeste.

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Este fenómeno es este miércoles 20 de marzo, comenzó a las 15:58 horas. Es el momento en el cual el Sol cruza el ecuador de sur a norte en su movimiento aparente en el cielo.

Horas después de la llegada de la primavera, hará su aparición en el cielo nocturno, la última de las tres súper lunas del 2019, evento que se caracteriza porque la Luna se encuentra en su fase llena y en su mínima distancia con la Tierra.

No esperen ver una Luna enorme, el diámetro aparente crece más o menos un 10 por ciento y la luminosidad total puede llegar hasta un 15 por ciento”, señaló el astrónomo.

 

La Luna llena del 21 de marzo de 2019 será la primera de cuatro lunas llenas entre el equinoccio de primavera y el solsticio de junio. Evento relevante, pues la mayoría de las veces sólo alberga tres lunas en esta fase.
La última vez que se presentó una coincidencia de una súper Luna con el equinoccio de primavera fue en marzo de 2000, hace 19 años. Este evento ocurrirá hasta marzo de 2030.

Los lugares más visitados

Uno de los lugares más famosos en México para contemplar este fenómeno natural el próximo 21 de marzo es Chichén Itzá, en Yucatán, donde cada año, alrededor de 25 mil personas se reúnen del 20 al 22 de marzo para observar el equinoccio.

La plataforma de viajes Booking.com, destacó que durante esas fechas, entre los 10 destinos en México más reservados por extranjeros y mexicanos se encuentran Valladolid y Mérida, ciudades cercanas a Chichen Itzá que suelen ser base para visitar las pirámides.

Los mayas creían que las serpientes eran la unión entre lo humano y lo divino, con su gran habilidad astronómica, se dieron cuenta del fenómeno del equinoccio y lo interpretaron como la llegada o descenso del dios Kukulcán o Serpiente emplumada a la tierra.