En medio de ruido y luz inauguran mapping

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Morelia, Michoacán.- En medio del bullicio de motores de coches y camiones, de manera presurosa y puntual se realizó anoche el primer mapping en Morelia, el inicio de una serie anunciada por el Ayuntamiento que tendrá proyecciones posteriores cada semana en Plaza Valladolid (en este caso la fachada del templo de San Francisco y  la Casa de la Artesanías). Los mapping se han convertido en todo un suceso actual.
La gran cantidad de público que atrae este tipo de eventos son motivo suficiente para señalar la urgencia de una mayor organización por parte de los realizadores. No es posible que con todo conocimiento y la experiencia previa del éxito de los mapping en Morelia no se tomen las más mínimas medidas precautorias y de logística.
Es necesario que los organizadores entiendan que el sonido y la luz son los elementos más importantes en el mapping,  pero están totalmente descuidados.  Para que un espectáculo de de este tipo luzca, no solo se trata de encender los proyectores: hay que cuidar la iluminación, mantener el lugar en penumbra para mayor calidad y disfrute de las imágenes… pero no, ahora ni siquiera las luces aledañas a la plaza fueron apagadas o por lo menos cubiertas (durante los mapping del Festival de Música de Morelia se cubrieron las farolas con fundas oscuras). Tampoco se cortó la circulación de autos.
Un espectáculo michoacano
El uso de la luz en el mapping lo es todo, con ello es posible ver y definir el espacio, los colores y las texturas de las animaciones proyectadas.
Justamente lo extraordinario del vídeo mapping tiene que ver con las sensaciones que ofrece de profundidad y tridimensionalidad con ilusión de 3D. La base de este juego se tiene en cuenta: La luz y el cómo interacciona con los elementos físicos sobre los cuales se proyecta.
El mapping tampoco se disfruta con los ruidosos motores del transporte público (y particular) como soundtrack que se sobrepone a las pirekuas y música tradicional que viste el espectáculo y cuyo audio, resulta insuficientemente potente para llegar a los miles de asistentes ahí reunidos.
Sin sonido adecuado (o por lo menos no sonidos distractores) es imposible crear la atmósfera ideal para sumergirse en la historia y las sensaciones que pretende compartir.
Ni hablar del peligro que representa para las familias ahí reunidas el tener que estar “esquivando” los coches que tratan de recuperar espacio en las calles repletas de gente que ya no cupo en las banquetas.
Para más información consulte la edición impresa del 28 de marzo.
 

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