Obama pide a Trump que "encare" a Moscú de ser necesario

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Berlín, Alemania.- El mandatario estadounidense Barack Obama exhortó el jueves a Donald Trump a que adopte un enfoque más firme ante Rusia, pidiéndole al presidente electo que "encare" a Moscú cuando viole el derecho internacional.

A su vez, el Kremlin acusó a Obama de intentar congelar las malas relaciones bilaterales antes de que Trump asuma el puesto.

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En Europa por última vez como presidente, Obama dijo que no espera que Trump tenga una estrategia idéntica a la suya con relación a Rusia, y espera que su sucesor trabaje en forma constructiva con esa superpotencia en los aspectos en que sea apropiado hacerlo. Sin embargo, insistió en que Estados Unidos no debe minimizar los profundos desacuerdos que existen entre ambos países en torno a la guerra en Siria, el conflicto en Ucrania y los valores democráticos básicos.

"Mi esperanza es que él no adopte simplemente un enfoque de realpolitik", afirmó Obama, utilizando un término alemán para una política exterior impulsada por el pragmatismo y la conveniencia. Dijo que espera que el empresario no alcanzará acuerdos con Moscú si ello afecta a otros países o que "simplemente haga lo que le convenga en el momento".

Las afirmaciones de Obama en una conferencia de prensa con la canciller alemana Angela Merkel representan su intento más explícito desde las elecciones de influenciar las políticas que Trump seguirá como presidente. En privado, Obama ha exhortado al magnate a que no borre los esfuerzos realizados durante los últimos ocho años, pero en público ha tratado de evitar pelear con su sucesor.

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Sin embargo, la inesperada victoria de Trump ha puesto a Obama en la desagradable posición de tener que asegurarle a los líderes extranjeros que el presidente electo no cumplirá las preocupantes afirmaciones que esbozó durante su campaña, tales como la idea de que Estados Unidos podría no defender a sus aliados de la OTAN. A los miembros de la alianza atlántica y a otros países europeos les preocupa que, bajo el gobierno de Trump, Washington deje de intentar vigilar el comportamiento del Kremlin de la forma en que lo ha hecho bajo el mando de Obama.

Lo que más les preocupa a los aliados de Estados Unidos son los comentarios efusivos de Trump acerca del mandatario ruso Vladimir Putin, uno de los primeros líderes mundiales con los que habló tras ganar los comicios. El Kremlin ha dicho que en esa llamada telefónica Putin y Trump estuvieron de acuerdo en tratar de que las relaciones entre Moscú y Washington se normalicen completamente, una perspectiva preocupante para los vecinos de Rusia, que temen que Estados Unidos permita que caduquen las sanciones al gobierno ruso y sea condescendiente con el comportamiento del Kremlin en Ucrania y Siria.

Yuri Ushakov, asesor de Putin en política exterior, declaró a agencias noticiosas rusas que el gobierno de Obama estaba "haciendo todo lo que puede para colocar los vínculos bilaterales en un estancamiento tal que le sería difícil a un nuevo equipo sacarlos de allí, si así lo desea".

La Casa Blanca declinó hacer comentarios en torno a esa acusación.

Ushakov dijo también que en la llamada telefónica de Trump con Putin había quedado claro un "deseo compartido" de combatir al terrorismo y colaborar en torno a la situación en Siria. El gobierno de Obama acusa a Rusia de prolongar la guerra civil siria al intervenir militarmente con el fin de apuntalar al presidente Bashar Assad.

Por su parte, Merkel dijo que ella tiene la "mente abierta" ante el próximo gobierno de Trump y se siente alentada de que el proceso de cambio de mando en Estados Unidos esté "avanzando sin contratiempos" hasta ahora.

Merkel, la socia más cercana de Obama en el escenario mundial, ha contribuido decisivamente a los esfuerzos del mandatario estadounidense para coordinar los enfoques de Washington y de Europa hacia Rusia, así como otros conflictos, incluida la crisis en Siria y el combate al grupo Estado Islámico.

Obama, que habló ampliamente sobre su sucesor, dijo que estaba "cautelosamente optimista" en torno a Trump. Indicó que las "responsabilidades solemnes" y las "exigencias extraordinarias" de la presidencia tienden a exigir un nivel de seriedad, en una implicación de que el multimillonario podría contener algunas de las belicosas afirmaciones que hizo durante la campaña.