LA CASA DEL JABONERO | Noroña contra el atrevimiento

El Noroña opositor a veces caía bien porque le decía al régimen lo que valía, eso que el pueblo de a pie pensábamos pero no teníamos la forma de hacer oír

Jorge A. Amaral

Gerardo Fernández Noroña siempre se ha caracterizado por sus declaraciones fuertes, siempre ha tenido habilidad para desatar polémica, a veces para bien, a veces para mal.

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El Noroña opositor a veces caía bien porque le decía al régimen lo que valía, eso que el pueblo de a pie pensábamos pero no teníamos la forma de hacer oír. Ahí debió quedarse, como parte del folclor político mexicano.

Pero el Noroña oficialista se ha dejado ver de cuerpo entero: con un espíritu autoritario, diciendo “o estás con nosotros o eres enemigo”, y recientemente, con sus declaraciones en torno a Grecia Quiroz, lo ha puesto más que claro. Si la alcaldesa de Uruapan pide que se investigue a personajes de Morena como Raúl Morón, Leonel Godoy o Ignacio Campos (antecesor de Carlos Manzo) por el homicidio de su esposo, sus razones tendrá. En fin, el reclamo es legítimo y se basa en esa idea de seguir todas las líneas de investigación, pero Noroña no lo entiende y sería capaz de defender al mismísimo Satanás si el maligno fuera morenista, porque su defensa de tales personajes no se basa en la presunción de inocencia ni en la confianza de poder meter las manos al fuego por ellos. No. Noroña los defiende sólo por ser de su partido, porque necesita aliados para seguir en la nómina.

Pero tampoco hay que apasionarnos, porque las acusaciones de Noroña en torno a que a la alcaldesa ya le había salido la ambición, que la derecha la apoya, que es fascista, que su esposo tenía ciertos sambenitos, aunque irrespetuosas unas e irresponsables otras, tampoco constituyen violencia política en razón de género, como se ha pretendido hacer pasar. Lo dicho sobre la señora es en su calidad de figura pública y ahora funcionaria, no por su condición de mujer. Al menos en este caso Noroña fue desbozalado, irresponsable y fanático, mas no un macho agresor. Su coraje es que alguien pretende desbancar a la 4T. Vaya atrevimiento.

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Por otro lado, si el Movimiento del Sombrero pretende buscar la gubernatura o hasta la Presidencia de la República, deben hacer algo más que dar declaraciones, bastante mal nos ha ido con el voto pasional. 

Café para el tejido social

En esta semana el gobierno llevó a cabo la Feria del Bienestar en Morelia como parte del Plan Michoacán. Ahí, la Secretaría del Bienestar instaló su stand con distintos productos que se ofrecen en las Tiendas del Bienestar, entre ellos, el café del mismo nombre (ya ve que ahora todo es del bienestar).

Primero, algunos datitos. El programa del Café del Bienestar beneficia a 6 mil 646 productores, de los que el 44% son mujeres, principalmente de los pueblos mixe, mixteco, nahua, otomí, popoloca, tlapaneco y totonaco, de estados como Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Puebla, a quienes se les compra su cosecha, dice el gobierno, a un precio justo. Si es así, qué bueno.

En las tiendas, este café soluble se ofrece en tres presentaciones: 50 gramos (35 pesos), 90 (65 pesos) y 205 gramos (110 pesos). Entre sus bondades está que es totalmente café, sin aditivos ni sustitutos. Muchas marcas le mezclan garbanzo y agregan saborizantes para intensificar la experiencia.

Pero además se elabora con café cultivado bajo sombra en sistemas agroforestales que protegen la biodiversidad, lo cual también está bien.

Ahora bien, la Feria del Bienestar forma parte de esa estrategia federal denominada Plan Michoacán, que tiene como fin reconstruir el tejido social desde distintos enfoques. Usted se preguntará qué papel juega el Café del Bienestar en ese tema, sobre todo porque ese producto no se elabora con café michoacano, por lo que no beneficia a caficultores locales. Además de que su precio no lo hace el más barato, por lo que la existencia del Café del Bienestar no inhibirá los asaltos, robos o extorsiones que a diario se cometen porque a la gente no le alcanza para un frasco grandote de Nescafé. Su consumo tampoco ayuda en la percepción de la realidad, y se lo digo porque hace tiempo compré un frasco de 90 gramos, y aunque no es el mejor café que he bebido, tampoco está deleznable, pero su consumo no me ayudó a ser más feliz y optimista porque el frasco se acabó y jamás me sentí como si viviera en el mundo mágico y maravilloso de los boletines. Pero entonces, ¿en qué aporta el Café del Bienestar a la paz y la justicia en Michoacán? Tratemos de averiguarlo.

Una taza de café, si se consume negro y sin azúcar, contiene 95 miligramos de cafeína, pero muy pocas calorías: en 236 mililitros sólo hay 2 calorías.

Según investigaciones de la Harvard T.H. Chan School of Public Health, el café reduce las probabilidades de desarrollar cáncer al estar asociado con la reducción en los niveles de estrógeno. También, según el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, beber café aminora las probabilidades de padecer cáncer de endometrio y de hígado.

Pero además, quienes bebemos café de forma regular tenemos menos riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, en comparación con quienes prefieren un té o un refresco. 

Además, según estudios de Harvard, beber café con regularidad disminuye el riesgo de cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, pero ya que la cafeína afecta el sistema nervioso central, puede ser un riesgo para quienes son sensibles a tal sustancia, así que si a usted le altera el café, ni modo, tal placer no es para todos.

El café también es antioxidante y antidepresivo. Será por eso que mientras tenga una taza de café a la mano estoy contento. Pero también ayuda a estar alerta y reduce la ansiedad. Asimismo, ayuda a reducir el riesgo de enfermedades como Parkinson, Alzheimer y cálculos biliares.

La salud es un componente del Plan Michoacán, así que a lo mejor por eso llevaron Café del Bienestar a la Feria del mismo nombre.

Aunado a ello, es una bebida de amplio consumo en México, aunque no como deberíamos. Nuestro país es el noveno productor mundial de este grano, el consumo per cápita ha aumentado 37 por ciento en los dos últimos años: 1.4 kilos anualmente por persona, lo cual queda lejos de los 10 kilos que consume al año cada finlandés. Ahí estamos quedando a deber, pues Finlandia es el décimo país más seguro del mundo y México ocupa el lugar 135, según el Global Peace Index de este año. Posiblemente por eso el Café del Bienestar forma parte de la estrategia de pacificación del estado: si se incentiva su consumo, todos somos más felices y baja la violencia, aunado a los beneficios a la salud, lo que podría poner al sistema de salud al nivel de Dinamarca, tan anhelado desde el lopezobradorismo. Brillante.

El sol con un dedo

En la semana estaba pasando de un canal a otro en la televisión y de repente me quedé en una película en la que un rey no es bien visto por los súbditos, incluso en la Corte hay divisiones e intrigas. Todo el mundo sabe que el reino es un caos, que el trono peligra. Los consejeros del rey, hábiles en el arte de la manipulación, lo convencen de que lo mejor es frenar los comentarios negativos y para ello hacen silenciar al juglar del reino. No sirve de nada, el juglar sólo canta lo que todos saben, pero están convencidos de que callando al juglar, la verdad quedará oculta. Casi al final hay un diálogo que me encantó, cuando un personaje dice que cuando se quiere tapar el sol con un dedo, siendo éste tan estrecho y el sol dominando el cielo, lo único que se logra es que la luz no encandile, pero ilumina todo lo demás, y lo dice porque el juglar no es el sol, sólo es el dedo con el que se pretende ocultar lo innegable. No recuerdo el nombre de la película, ya había empezado y nunca apareció cómo se llamaba. No me pregunte el nombre, yo sólo soy un pueblerino que desconoce de cine culto.

Eso me recordó “Guía breve, pero útil, de la desobediencia civil”, ese pequeño ensayo que viene en “Sin plumas”, de Woody Allen: “Cuando los ‘opresores’ se vuelven demasiado estrictos, tenemos lo que se llama un estado policiaco, que prohíbe toda señal de disentimiento, tal como reír entre dientes, presentarse con corbata de lazo, o llamarle ‘chato’ al alcalde. Las libertades civiles se ven sensiblemente restringidas con un estado policiaco, y la libertad de expresión es desconocida, aunque en último extremo puede estar permitido hacer muecas. Las opiniones críticas sobre el gobierno tampoco son toleradas, especialmente las referidas a cómo bailan sus miembros. La libertad de prensa también se ve coartada y el partido en el poder ‘dirige’ las noticias, permitiendo a los ciudadanos escuchar únicamente ideas políticas aceptables y tanteos de beisbol que no provoquen desasosiego”. Es cuánto.