Recorrido virtual | Cuitzeo alberga una joya del siglo XVI: el exconvento de Santa María Magdalena

Para los amantes de los museos con historia, tenemos esta recomendación de un inmueble que combina un estilo de la Alta Edad Media y el renacentista.

Foto: Secretaría de Cultura.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. ¿Te ha pasado que vives en un lugar y nunca has ido a visitar sus atractivos cercanos? Es muy común, mucho más de lo que imaginas. Así que vamos a aprovechar esta cuarentena para visitar lugares mágicos que ahora han puesto a nuestro alcance sin tener que salir de casa.

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En esta ocasión, el antiguo convento agustino de Santa María Magdalena fue el quinto de los que se fundaron en la provincia de Michoacán, y actualmente es una de las obras mejor conservadas del siglo XVI; es así que representa uno de los más importantes ejemplos de la arquitectura religiosa de los primeros años del virreinato de la Nueva España.
 

Historia del Museo 

En el año de 1550, después de haberse dividido la parroquia de Puruándiro, los frailes agustinos, bajo la dirección de Fray Francisco de Villafuerte, fundaron el Convento de Santa María Magdalena, inmueble donde se combina el estilo arquitectónico desarrollado en la Alta Edad Media y de la arquitectura renacentista. Sus espacios y formas fueron adaptados a las necesidades geográficas, materiales y espirituales del Nuevo Mundo.

Fue el quinto fundado en la antigua provincia de Michoacán, después de la instauración de los de Tacámbaro, Tiripetío, Valladolid y Yuririapúndaro; ahora es una de las obras mejor conservadas del siglo XVI. Fue construido en el estéril y pedregoso suelo de una península en la laguna de Cuitzeo, con una gran similitud arquitectónica al convento de Yuririapúndaro.

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En el año de 1965, fue abierto al público por el Instituto Nacional de Antropología e Histórica.  También se debe mencionar que desde el año 2004 y hasta el año 2008 el monumento histórico fue objeto de una cuidadosa restauración integral, devolviéndole parte de su antiguo esplendor convirtiéndose en el "Museo de la Estampa" del Antiguo Convento de Santa María Magdalena. 


Referencia en Cuitzeo 

En términos urbanos, el inmueble sirvió como punto de referencia para que los frailes agustinos trazaran las calles de Cuitzeo, y fundaran hospitales y escuelas. Así pues, mantiene desde su fundación, dos ejes de vital importancia para su comunicación; el primero en el sentido poniente – oriente y remata con el convento, el segundo en el sentido norte – sur comunica a Cuitzeo con Morelia, complementando la traza original con la calzada construida en el siglo XIX, que atraviesa la Laguna de Cuitzeo. Misma que por sus características urbanas y arquitectónicas constituye uno de los ejemplos de mayor relevancia a nivel nacional.

La ciudad histórica tiene traza ortogonal y como eje del tejido urbano se halla la Plaza Principal; al norte de ésta se encuentra el Templo de Guadalupe; al sur, la antigua Casa del Diezmo); al oriente, el Convento y al poniente importantes edificios civiles que destacan por su forma, disposición y proporción en el paisaje urbano, caracterizado por inmuebles desarrollados en uno y dos niveles en una topografía casi horizontal.

El convento de Santa María Magdalena fungió como centro evangelizador y casa de estudios, contaba con una importante biblioteca. En este importante museo estudiaron, entre otros difusores de la cultura, Fray Juan de Montalvo, Fray Diego de Villarubia y Fray Matías de Escobar, este último escribió la crónica más completa sobre la orden de San Agustín.
 

Estilo ecléctico 

El conjunto arquitectónico está conformado por el atrio, templo, claustro, capilla abierta y huerta. El templo con advocación a Santa María Magdalena es de una sola nave, tiene una portada de estilo plateresco, esta presenta un arco de medio punto peraltado y con decoración de flores y corazones de Jesús, símbolo de los agustinos, las dovelas cuentan con una flor alternadas con un corazón; este arco sirve de marco a la puerta de madera tallada. Dos esbeltas columnas sobre pedestales, una a cada lado de la archivolta, muestra los capiteles y sostienen un arquitrabe con entablamento central decorado con ángeles. 

Al costado del templo, se dispuso el convento, cuyo acceso se hace a través de arcada que protege a un largo portal de peregrinos. 

En el interior del portal se ubica la entrada a la portería, con arco de medio punto, además de una capilla abierta. Hacia el extremo izquierdo del portal se encuentra los vestigios conservados de una pintura mural, que representa el Juicio Final. El claustro que cuenta con un patio central, de trazo cuadrado, destacan vigorosos contrafuertes conjugados con arcos y columnas, generando corredores perimetrales que están cubiertos por bóvedas de cañón corrido.

Foto: Secretaría de Cultura.

Los claustros comunican con varias dependencias; en la planta baja con la portería, sala de profundis, refectorio, cocinas, bodegas, almacenes y graneros, bodegas, establos y caballerizas y también, al igual que en aquellas viejas construcciones monásticas, no faltaba el atrio con su cruz de piedra al centro, el cementerio, la huerta, patios de servicio, capilla abierta, aljibe o cisterna y capillas posas. Sacristía, e Iglesia; en el segundo piso con el cubo de la escalera, con las celdas o dormitorios, biblioteca y sala capitular.

El conjunto tenía la apariencia de una fortaleza, tanto por los pesados contrafuertes como por las almenas que corren por las orillas de las azoteas.

Objeto de una restauración integral, se ha devuelto parte de su antiguo esplendor, sus corredores cuentan con murales en los que se plasmaron temas bíblicos: en el bajo, escenas de la pasión de Cristo; y en el alto, se evocan pasajes de la vida de la Virgen María.

Da click aquí y disfruta el recorrido.

Con información del INAH