Fabián Chairez, incomodando a los Zapata

La obra del artista irrumpió desde hace siete años en el ámbito artístico y cultural de México para buscar una reconfiguración de lo mexicano a través del cuerpo.

Foto: Tomada de la obra de Fabián Chairez.

Ignacio Torres / Colaborador, La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Inscrita en el movimiento neomexicanista -término acuñado por la crítica e historiadora Teresa del Conde- la obra de Fabián Chairez irrumpió desde hace siete años en el ámbito artístico y cultural de México para buscar una reconfiguración de lo mexicano a través del cuerpo.

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Su principal plataforma de difusión han sido, hasta ahora, las redes sociales. Al fin artista de este milenio, sus perfiles en Instagram y Facebook, además de los antros capitalinos Marrakesh y La Purísima, han hecho las veces de museo y galería. Pero esto cambió desde hace unos días, su obra titulada La Revolución (1913), lo ha llevado a los noticieros nacionales y, posiblemente, a enfrentar una demanda por parte de los molestos descendientes del héroe revolucionario.

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Incluida en la exposición del Palacio de Bellas Artes titulada Emiliano. Zapata después de Zapata, su pieza muestra a un estilizado caballo blanco al momento de dar un gracioso salto, el animal encoge las cuatro patas y entre ellas surge una quinta: un enorme pene.

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El jinete de este corcel de alargado cuello es un hombre moreno, esbelto y desnudo al que envuelve una cinta tricolor. Lleva un sombrero de charro en color rosa y unas zapatillas cuyo tacón es un revólver.

Foto: Tomada de la obra de Fabián Chairez.

La pieza se llama La Revolución, en ningún momento se menciona a Emiliano Zapata, pero el tono de piel, el sombrero, las cejas y un recio bigote negro apuntan a que se trata de una versión, más que femenina, queer del Caudillo del Sur.

La obra, un óleo sobre lienzo, es de 2013, y además de haberse expuesto en algunas galerías, ha circulado ampliamente en Internet y las redes sociales del artista, espacio en el que se refleja la polarización actual, a partir de la exposición en Bellas Artes.

Foto: Tomada de la obra de Fabián Chairez.

Mientras algunos usuarios de Instagram usan emoticones para aplaudir y mostrar su gusto por la pintura, otros no son muy sutiles para expresar su desacuerdo:

El usuario @raulyebram posteó: “Cualquier mierda le llaman ‘arte’”, @gabyrovi dijo: (sic) “Que falta de respeto, dudo mucho que tú hayas echo por México el 000000.1% de lo que hizo el general, pinta lo que quieras , pero sin faltar el respeto a los demás y mucho menos para crear fama… Que pena”.

Curada por Luis Vargas, la exposición en Bellas Artes: “Propone un recorrido por las representaciones visuales de Zapata a lo largo de los siglos XX y XXI y sus desplazamientos entre México y Estados Unidos.

“La exposición despliega las diversas, y a menudo contradictorias transformaciones de las imágenes de Zapata como héroe revolucionario, símbolo racial, guerrillero contemporáneo o bandera de las luchas feministas y los activismos contemporáneos”.

Es justamente a la última línea del párrafo anterior a la que la obra de Chairez apela: activismo contemporáneo. Sin embargo, cuando la lucha de la comunidad LGBTTI+ busca apropiarse de la idea de la Revolución Mexicana y de sus caudillos, causa molestia e indignación.

Lo anterior, sin embargo, es algo que se ha hecho desde inicios del siglo XX. En 1919 Zapata había sido asesinado, por lo que su muerte, que lo convirtió en un ícono, casi coincidió con el inicio del movimiento nacionalista en el arte, liderado por los muralistas.

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En una charla dictada en abril de este año, en el Centro de Estudios de Historia de México (CEHM) de la Fundación Carlos Slim, la directora general de Museos y exposiciones del estado de Morelos, María Elena González López, indicó que la apropiación artística y política de la imagen de Zapata inició prácticamente en el momento de su muerte.

La maestra González López comentó en esa ocasión que la mayoría de imágenes artísticas, políticas y sociales de Zapata se han construido durante estos cien años a partir de apenas entre ocho y diez fotografías en las que el Caudillo del Sur aparece en primer plano.

Existen 250 mil fotografías de la revolución, generadas por 300 fotógrafos y conservadas actualmente en 320 colecciones, pero de esas hay muy pocas del movimiento zapatista, compartió González López, pues los archivos eran quemados o decomisados.

Los retratos base de Zapata, dijo, ha sido reapropiado para casi todas las causas. “(Hay un) Uso político de la imagen, el que lo absorbe para sus discursos, (como) los presidentes que dicen: ‘Yo soy Zapata’.

“Se usa para todo tipo de discursos a Zapata, la imagen de Zapata viene a legitimar todo tipo de vocaciones o de anhelos”.

En una publicación en Instragamde la polémica obra, fechada el 23 de mayo de este año, Fabián Chairez acompañó su pieza con la frase: “Yourbodyis a strongweapon” (Tu cuerpo es una arma fuerte), con lo que la imagen –sea o no Zapata el jinete en tacones- parece resonar con el mantra zapatista: “Es mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado”.