La Fiesta de las Palmas, en Cherán

Las jueztemba y los tumbijuez, como Patrimonio cultural vivo de Michoacán

Palma cargada por familiares del tumbijuez

Por: Ana Luisa Sánchez

En la víspera del Domingo de Ramos en la comunidad de Cherán se celebra la “Fiesta de las Palmas”, cuyos protagonistas del ritual religioso son las jueztemba y los tumbijuez; 16 jóvenes representantes de los cuatro barrios del pueblo, quienes son elegidos por el cabildo o también nombrados como los “achis” (ayudantes/apóstoles de la iglesia). Los 16 tumbijuez invitan a sus novias o amigas a qué los acompañen en estas celebraciones de la Semana Santa. Las jueztemba y los tumbijuez, también son responsables de adornar a los santos que serán llevados durante las procesiones del sábado y del silencio, y quienes arriman palmas, pinole, flores y gorditas de maíz.

La palma y la rama

La estructura de “la palma” está elaborada con tablas de madera en forma de abanico que representa una palma, la que después es adornada con servilletas de todos los tamaños, ropa, zapatos, entre otras prendas. Quienes decoran “la palma” son los familiares de la jueztemba, quienes le llevan alguna servilleta o prenda para el tumbijuez.

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“La rama”, es una rama del árbol de encino, los familiares del tumbijuez van al cerro a conseguir “la rama”, que posteriormente es adornada con varias frutas como plátanos, sandías, piñas, melones, cocos y naranjas.

La procesión de las palmas

El pasado sábado 9 de abril a las 16 horas inició el recorrido de las palmas. Iniciando en una de las entradas al pueblo, para continuar sobre la calle Ocampo hasta llegar a la plaza principal o pérgola. El sacerdote y la imagen de San Ramos encabezan la procesión y son custodiados por las jueztemba y los tumbijuez, quienes visten su indumentaria tradicional y sostienen una vela y una palma adornada con coloridos listones.

Antes de partir, las jueztemba les ponen cuelgas de gorditas de maíz a los integrantes del cabildo religioso, como una forma de distinción. Al llegar al templo, los 32 jóvenes entran a la celebración de la misa.

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Durante la ceremonia religiosa, los tumbijuez y las jueztemba entregan como ofrenda la palma y la vela adornada al sacerdote; quien antes de terminar la celebración, menciona los nombres de cada joven y les agradece por participar en esta tradición. Una hora antes se realiza el intercambio de “la palma” y “la rama” al sonido de la banda de viento. Son las primas y primos, abuelos y abuelas de los tumbijuez y las jueztemba quienes intercambian fruta y servilletas.

Intercambio de servilleta y fruta entre familiares de la jueztemba y el tumbijuez

Retrospectiva

De acuerdo con la tradición oral y en voz de los keris (sabios, abuelos) se dice que este ritual religioso era un compromiso pre-nupcial entre la jueztemba y el tumbijuez; al ser una celebración pre-nupcial, dicho ritual era una primera oportunidad para que las familias de los novios comenzarán a convivir y tratarse.

Uno de los valores que se ponen en práctica en la festividad es la reciprocidad. Reciprocidad entre las familias y, entre la comunidad y la iglesia. Los familiares de las jueztemba y los tumbijuez intercambian artículos que simbolizan la unión de dos familias y al sonido de la banda de viento comparten la bebida. Además, se observa a la comunidad participar en estas celebraciones de Semana Santa al llevar flores a los tumbijuez y las jueztemba para adornar a los santos. Sin duda, esta tradición forma parte del patrimonio cultural vivo de Michoacán, nos muestra el sincretismo y otras formas de vivir la Semana Santa.

Los niños participando en la celebración

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Ana Luisa Sánchez Hernández, nacida en Morelia pero con ascendencia en Cherán; es Antropologa social con especialidad en peritaje antropológico y gestión cultural.