Slam de poesía en voz alta: Victoria Equihua representa al estado y gana a nivel internacional

«Me parece que compartir tu poesía en voz alta es un acto que te vulnera, porque estás ahí exponiendo lo que eres y lo que sientes, pero al mismo tiempo es un momento de confrontarte contigo misma y de autoafirmarte»

Foto: Víctor Ramírez.

Yazmin Espinoza / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán.- “Me parece que compartir tu poesía en voz alta es un acto que te vulnera, porque estás ahí exponiendo lo que eres y lo que sientes, pero al mismo tiempo es un momento de confrontarte contigo misma y de autoafirmarte”, así es como define Victoria Equihua el slam de poesía, práctica que la ha llevado en últimas fechas a recorrer el mundo, tanto de manera virtual como presencial.

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Parte de “Slam de Poesía para Morras”, grupo que se deriva de Colectivo Calandria y está conformado por cuatro jóvenes artistas morelianas, Victoria comenzó su experencia en concursos internacionales de manera virtual en 2020 ya que, con motivo de la pandemia, su viaje a París fue cancelado.

Aunque fuera virtual para mí fue una experiencia muy bonita porque estaban conectadas personas de África, Japón, Australia, Rusia y varias personas de América también, de Canadá, Costa Rica, Brasil y yo representando a México. Fue muy interesante que eran un montón de idiomas, para mí era increíble saber que al final la poesía si puede ser un lenguaje en común”.

Luego, el primer concurso al que Victoria pudo asistir de manera presencial fue en noviembre del 2021 en Río de Janeiro, en la Abya Yala Copa "América" de Poetry Slam. Durante este encuentro Victoria se trajo a casa el segundo lugar. Sin embargo, los diez primeros puestos viajarán a Bélgica este año para la siguiente copa internacional.

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"Los encuentros internacionales de slam son una forma de compartir tu poesía en voz y en cuerpo vivo".

“Si no fuera porque hay un montón de colectividades gestionando esto, la mayoría no podríamos salir de nuestros países. Es una apuesta al arte. El slam de poesía ha sido un escenario para toda la poesía contestataria, contracorriente y hasta de denuncia. Me parece que es importante regresar a esta otra escucha, esta poesía que está conectada con la oralidad y lo escénico”, comparte con La Voz de Michoacán la poeta moreliana que, justo el mes pasado, regresó de República Dominicana luego de haber participado en el Encuentro de América Latina y el Caribe que se llevó a cabo en el Festival Altavoz, en el marco de la Feria Internacional del Libro, y en donde se trajo el primer lugar a casa.

Cabe destacar que, actualmente, hay más de una liga de slam de poesía en cada estado del país y, también en México se hace un concurso nacional cada año, el que el grupo moreliano ganó en 2019, lo que le ha dado la oportunidad de hacer estos viajes para participar en copas internacionales. 

A mí lo que más me asombra es que los encuentros internacionales de slam son una forma de compartir tu poesía en voz y en cuerpo vivo. Es voy a ir a este otro país a pararme frente a estas personas a decirles lo que siento, lo que escribo, lo que hago, a mí eso es lo que más me maravilla, porque luego se nos olvida que la poesía es un arte vivo”.

Encuentro de países y de sentimientos

Para Victoria Equihua las copas de slam de poesía son otra manera de generar espacios para encuentros de poesía con personas que escriben alrededor de todo el mundo.

Para mí fue increíble que la mayoría de las participantes de América éramos mujeres.  Cuando vas a otro lado del mundo y te encuentras con otras mujeres que están escribiendo, adquiere mucho sentido de que estas no son consignas vacías, es cierto y es tan cierto que hay alguien más diciéndolo. Para mí fue muy esperanzador ir hasta Brasil y encontrarme con otras mujeres que también estaban nombrando cosas que a mí me atravesaban o que, cuando yo nombraba lo que nos estaba pasando acá en México, ellas también se sentían conectadas y abrazaban nuestra lucha”.

Así, estos espacios se convierten entonces en un lugar seguro donde las palabras son sostenidas y abrazadas además de que, en más de una ocasión, son denuncias ante las dificultades de diferentes grupos.

Los textos abarcan un montón de cosas, denuncias a las violencias, a la discriminación, también desde el placer, la vida, el gozo. No somos privilegiados, pero no lo sufrimos, desde ahí nombramos todo lo que nos duele, pero no como una manera de rendirnos, sino porque cuando nos paramos y lo decimos, eso ya es una ruptura histórica muy importante porque nunca se nos había escuchado y hecho eco”.

Así, el slam poético es una práctica artística que cada vez está cobrando más peso, prueba de ello la gran de cantidad de copas internacionales que en últimas fechas están surgiendo como plataformas para que los poetas crucen fronteras.

Asimismo, la práctica es tan libre y abierta que, cualquiera que lo desee, puede ir y participar en los micrófonos abiertos que se suelen organizar en todas las ciudades que cuentan con una liga, como es el caso de Morelia.

“Me encanta que estos espacios sean para esta otra poesía, porque si se hacen encuentros de poesía clásicos, con mesas de diálogo y todo eso, pero los que hacemos slam no forzosamente nos dedicamos profesionalmente a escribir, o tenemos libros publicados, algunos sí, pero el slam ha ido abriendo el espacio a estas otras escrituras”.

Slam, un arte

El slam es un torneo de poetas en el que se enfrentan mediante las notas de un jurado seleccionado del público. El formato del torneo está inspirado en el boxeo. Se hace por rondas donde cada poeta tiene tres minutos para leer su poema. Los poetas no se enfrentan directamente ni se responden el uno al otro como en una Batalla de Gallos. Leen su poesía y los que reciben las mejores notas del público, pasan a la segunda ronda.

El Slam es un formato de recital que implica el público y abre el micrófono a cualquier persona que escribe cualquier tipo de poesía, y así hace el recital mucho más dinámico y entretenido que recitales tradicionales. Los poetas pueden tratar cualquier tema con total libertad y en el estilo que deseen.

La práctica también tiene algunas reglas, como que los poetas deben usar sus propios textos y no se puede utilizar música. La utilización de accesorios está prohibida, el slam se basa en las palabras y no en cualquier objeto que pueda desviar la atención.

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