"Signos", un diálogo entre danza contemporánea y música clásica

Este encuentro de lenguajes, que estará en la Sala la Negra de Teatros del Canal de Madrid el 12, 13 y el 14 de noviembre, propone un diálogo entre el sonido, el movimiento, la voz, los objetos y la luz o la ausencia de ella.

Foto: EFE

EFE / La Voz de Michoacán

Madrid. Sin prejuicio alguno, la danza contemporánea y la música clásica dialogan en "Signos", un espectáculo que navega entre lo onírico, lo poético y lo inquietante, protagonizado por el coreógrafo Antonio Ruz y la violinista Isabel Villanueva.

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"Signos" nace del deseo de ambos artistas por colaborar en una obra escénica multidisciplinar "que abra una nueva ventana a la música clásica y la danza contemporánea", explican los artistas este jueves en una nota de prensa.

Este encuentro de lenguajes, que estará en la Sala la Negra de Teatros del Canal de Madrid el 12, 13 y el 14 de noviembre, propone un diálogo entre el sonido, el movimiento, la voz, los objetos y la luz o la ausencia de ella.

La compleja arquitectura sonora de "Signs, Games and Messages" para viola solo, del compositor rumano György Kurtág en 1926, y de la partitura número 2 BWV 1004 para violín solo, en versión para viola, de Juan Sebastian Bach, se funde con la partitura corporal propuesta por Antonio Ruz, que ha creado una dramaturgia que navega entre lo onírico, lo poético y lo inquietante.

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Antonio Ruz (Córdoba 1979),uno de los más destacados bailarines y coreógrafos españoles, en 2009 creó su propia compañía, con la que ha desarrollado una concepción abierta de la danza enmarcada en la danza contemporánea, pero también en la danza española y el flamenco, y en el encuentro de ambas.

Entre sus trabajos recientes figuran "In Paradisum", pieza de encargo para la Compañía Nacional de Danza estrenada en abril de este año en Teatros del Canal, "Gugurumbé", las raíces negras (2020), y su primera película de danza, "Aún" (2020), con motivo de los 10 años de su compañía.

La intensa carrera de Isabel Villanueva (Pamplona 1988) la ha llevado a tocar con importantes orquestas de Latinoamérica, Rusia, Oriente Medio, China y Europa.

Debutó como solista con orquesta a los 14 años y a lo largo de su carrera se ha involucrado en estrenar y divulgar nuevas composiciones para viola de autores como Gubaidulina, García-Abril, Sotelo o Marco.

También ha colaborado con artistas de otras disciplinas musicales, como las cantaoras Rocío Márquez y Rosario,"La Tremendita", el guitarrista flamenco Miguel Ángel Cortés o el pianista jazz Moisés P. Sánchez.