¿Una cascarita? Estudio revela que al jugar futbol el riesgo de contagio de COVID-19 es casi nulo

Los investigadores concluyen que las actividades deportivas al aire libre con un contacto físico mínimo suponen un riesgo muy bajo de infección

Foto, Christian Hernández.

Redacción / La Voz de Michoacán

España. Un estudio determinó que el riesgo de contagio de COVID-19 en el campo de futbol es casi nulo, por lo que investigadores de Suiza y Alemania sugieren que las medidas de cuarentena general para los equipos contrarios no están justificadas si no se ha producido un contacto fuera del terreno de juego

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Los gobiernos han introducido diversas medidas en los últimos 18 meses en un esfuerzo por frenar la transmisión del virus de la COVID-19, entre las que incluyen la limitación de las oportunidades de entrenamiento en deportes de equipo como el futbol.

Pero hasta la fecha ha sido difícil cuantificar el riesgo real de infección durante los entrenamientos o los partidos. Ahora, un grupo de investigación del Instituto de Medicina Deportiva y Preventiva de la Universidad del Sarre, dirigido por el doctor Florian Egger y el profesor Tim Meyer, en colaboración con el doctor Oliver Faude, científico del ejercicio, de la Universidad de Basilea, ha estudiado precisamente esta cuestión. La financiación del estudio procede de la Federación Alemana de Futbol.

El equipo de investigación recopiló detalles sobre casi mil 300 casos sospechosos de infección por coronavirus de ligas profesionales, futbol amateur y clubes juveniles entre agosto de 2020 y marzo de 2021. A partir de ahí, identificaron 104 situaciones en las que era muy probable que un jugador infectado hubiera participado en un entrenamiento o partido.

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Mediante el rastreo de contactos y el análisis detallado de videos de un total de 21 partidos, los investigadores evaluaron entonces los canales de transmisión potencialmente relevantes. El análisis de video mostró que los contactos relevantes para la infección son raros en los partidos de futbol y generalmente de muy corta duración.

En dos de los 104 casos examinados, el grupo de investigación no pudo descartar completamente la transmisión en el campo. Sin embargo, en estos dos casos eran posibles otras vías potenciales de transmisión, como los encuentros privados, los viajes en autobús sin mascarilla y los contactos en el trabajo.

Los investigadores concluyen que las actividades deportivas al aire libre con un contacto físico mínimo suponen un riesgo muy bajo de infección y, por tanto, son una opción segura para hacer deporte y ejercicio durante la pandemia.

Por lo tanto, sugieren que las medidas de higiene y las directivas de las autoridades sanitarias se limiten a las situaciones fuera del campo, sin medidas generales de cuarentena para los equipos contrarios si no se ha producido ningún contacto estrecho fuera del campo.

Pero antes de que estos resultados se incorporen a los procesos de decisión política, es importante tener en cuenta que los datos se recogieron antes de que la variante Delta se convirtiera en la variante dominante del virus. Además, sólo las ligas profesionales realizaban pruebas periódicas de PCR a todo el equipo hasta dos semanas después de la prueba positiva de un jugador.

Los clubes del sector amateur y juvenil siguieron las recomendaciones de las autoridades respectivas para las pruebas PCR con una política de seguimiento de los síntomas de 14 días. Esto significa que los casos asintomáticos pueden no haber sido registrados, advierten.