¡No es un adiós, si no hasta pronto Rafa Márquez!

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Foto: Agencias. Rafael Márquez es parte de la historia deportiva de nuestro país.

Jorge Manzo/La Voz de Michoacán

Ciudad de México. "Rafa Márquez", uno de los ídolos del futbol mexicano, entregó 22 años de su vida al deporte, y tras su último partido en el Mundial de Rusia 2018, ha oficializado su separación de las canchas. Se ha dicho muy satisfecho de haber hecho sacrificios, esfuerzos, errores, aciertos, que provocaron tristezas, en ocasiones decepciones, pero su mayoría, dijo, muchas alegrías.

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En su cuenta oficial de twitter con una frase "Simplemente gracias!!", el zamorano aseguró que él no se arrepiente de nada, ya que los aciertos y más los errores, le enseñaron a ser mejor día con día, "a no tener miedo a equivocarme, y tener como costumbre siempre dar lo máximo, a dejar la piel en cada jugada y sudar la camiseta de todos los equipos que representé".

Rafael Márquez Álvarez, de 38 años de edad, agradeció a los aficionados que le han demostrado su cariño durante estos 22 años de trayectoria. Aseguró que son y seguirán siendo su motivación para continuar dando su máximo esfuerzo "haga lo que haga y esté donde esté". Incluso, también reconoció a la prensa deportiva por el apoyo, las críticas buenas y malas, la presión y los halagos; "todo ello me ha motivado para esforzarme más".

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"Rafa Márquez", quien participó en cinco copas del mundo, en una confederaciones y en dos copas América, dijo que en esta trayectoria pudo conocer a grandes futbolistas, "he tenido el honor de compartir vestuario con grandes seres humanos de los cuales con algunos he podido construir una linda amistad".

"El Káiser" también agradeció a sus entrenadores a quienes confiaron en sus capacidad, de los que adquirió infinidad de herramientas tanto para la profesión como para su vida personal. A médicos, masajistas y toda la gente que trabaja fuera de la cancha de cada institución.

Este largo viaje no hubiera podido conseguir sin mi más importante apoyo que es mi familia, muchas muchas gracias, me siento muy afortunado y privilegiado por haber crecido en una familia donde nunca me faltó nada y donde me inculcaron valores importantes para convertirme en el ser humano que soy hoy en día y que sin lugar a dudas serán los valores que transmitiré a mis hijos".

Recordó a su mamá, "por enseñarme a luchar por lo que uno quiere, a no darme por vencido hasta haber conseguido la meta, a que el sacrificio al final del camino vale mucho la pena; a ti papá por inculcarme disciplina, el amor por la familia y sobre todo la pasión por el futbol. Gracias por haber sido mi máximo ejemplo".

Advirtió que esto no es un adiós, si no hasta pronto. Concluye su carta con un un "Simplemente, ¡Gracias!".