Pescadores del Lago de Chapala solicitan estudios en el embalse para estabilizar la producción

Alrededor del embalse hay comunidades que en mayor o menor medida viven de las actividades relacionadas con la pesca

Foto, José Luis Ceja.

José Luis Ceja / La Voz de Michoacán

Venustiano Carranza. Luego de las variaciones en cuanto a la productividad del Lago de Chapala, integrantes de las cooperativas de pescadores están solicitando a las autoridades estatales de Jalisco y Michoacán destinar recursos que estén relacionados con el ámbito de la investigación y, a partir de ahí, generar las políticas públicas que permitan la estabilidad de la producción y, por ende, la de la actividad pesquera.

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De acuerdo con Edilberto Magallón, procesador de pescado en la región de Michoacán de este lago, destacó que las variaciones de los volúmenes en la producción pasaron en un año de los 150 y 200 kilos hasta las 2 y 2.5 toneladas por embarcación, al grado de que en temporada de sobreproducción han solicitado descender el ritmo de pesca debido a los mercados saturados.

Señaló que hace apenas unos años la productividad se contabilizaba los 150 o 200 kilos por día que procesaba cada una de las fileteadoras de esta comunidad contra los 2 mil kilos que se procesan en otros años.

Foto, José Luis Ceja.

La pesca como objeto de estudio

En su oportunidad, María del Carmen Pedroza Gutiérrez, investigadora de la Unidad Académica de Estudios Regionales de la Coordinación de Humanidades de la UNAM, destacó que aunque Michoacán es una entidad tradicionalmente pesquera, algunos tours que se venden para Michoacán tienen representación de pescadores: “Mucha gente viene buscando ver qué es la pesca en Michoacán; además de ser un atractivo turístico, la pesca sigue siendo una actividad económica muy importante porque además de los pescadores hay toda una cadena de valor formada a lo largo de la compra-venta de pescado”.

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A nivel estatal, señaló, no se cuenta de momento con el dato que indique el valor económico de esta actividad; sin embargo, a nivel nacional, agregó, esto representa apenas menos del 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). En el entorno regional señaló que la mayor parte de las comunidades del Lago de Chapala que comparten los Estados de Jalisco y Michoacán dependen directamente de la pesca y no propiamente porque se dediquen a la pesca, sino porque también el pescado constituye parte central de su alimentación diaria: “Se comercializa mucho pescado alrededor del lago; en todos los cuerpos de agua de Michoacán se comercializa pescado: Pátzcuaro, Petatán, Cuitzeo, las familias comen pescado”.

Foto, José Luis Ceja.

Cadena de comercialización

En términos de comercialización e ingresos económicos hay toda una industria de la transformación tanto en Michoacán como en Jalisco enfocada al procesamiento de pescado del Lago de Chapala, que incluye a mujeres y hombres que se dedican a filetear pescado y otra gran cantidad de familias que se dedican a la comercialización a través de la actividad de arrieros o intermediarios, que son quienes acercan el pescado a los mercados.

La investigadora de la Unidad Académica de Estudios Regionales de la Coordinación de Humanidades de la UNAM destacó que la importancia económica del Lago de Chapala y la actividad pesquera varían de acuerdo con la población; por ejemplo, en San Pedro Caharo, del municipio de Venustiano Carranza, la actividad pesquera se complementa con la actividad comercial; otras localidades como La Palma, del mismo municipio, que no cuentan con actividad comercial, centran su economía en la pesca y las actividades primarias como la agricultura.

En ese sentido, la dependencia de las poblaciones del lago varía según las actividades económicas de cada región. “Hay comunidades como La Palma, donde la gente es más dependiente del lago que en Cojumatlán u Ocotlán, por ejemplo, que están más cercanas a ciudades más grandes como Guadalajara y hay más actividades económicas”.

Sin embargo, apuntó, localidades como la ex isla de Petatán, en el municipio de Régules, no existiría si tuviera la pesca como su única actividad productiva. Es de recordar que de acuerdo con datos de las cooperativas pesqueras de esta localidad, la producción pesquera promedio al día es cercana a las 5 toneladas combinadas entre bagre, carpa y charal.

Foto, José Luis Ceja.

El cacicazgo económico

Además de lo anterior y hasta antes de la nueva administración federal, pescadores de los municipios de Venustiano Carranza, Régules y Villamar eran objeto de los constantes saqueos por parte de lo que se denominaba como gestores independientes, al grado de que los integrantes de las cooperativas pesqueras hubieron de solicitar a la Conapesca y Compesca que no se diera cabida a los trámites de apoyo presentados por particulares a nombre de las cooperativas.

En su momento, Martín Macías, integrante de una de las cooperativas pesqueras, señaló que ante las mismas autoridades de las dependencias ya citadas se habían presentado y documentado quejas contra una mujer que se presentaba como gestora avalada por las mismas dependencias estatales y federales para gestionar recursos como dotación de avíos, canoas y lanchas y proyectos de refrigeración y procesamiento.

Proyectos que, aseguró Macías Rangel, invariablemente quedan en manos de familiares y allegados de la gestora quien incluso llegó a violentar la vida orgánica de las cooperativas de pescadores al presentar y apoyar candidatos durante las renovaciones de las dirigencias de las organizaciones pesqueras.