Alto riesgo para el empleo en México

La Organización Mundial del Trabajo cree que México terminará el año con una tasa de desempleo superior al 10 por ciento.

Foto: Depositphotos.

Redacción / La Voz de Michoacán

La OIT, Organización Internacional del Trabajo, alertó recientemente de que la pandemia del COVID-19 ha puesto en serio riesgo de desaparecer a la friolera de veinticuatro millones de puestos de trabajo en nuestro país, lo que representa un 44 por ciento del total del empleo, al menos del empleo legal, ya que es de suponer que una parte de los trabajos perdidos en realidad pase a formar parte de la economía sumergida.

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Si empezamos el año con optimismo debido a la firma del nuevo tratado entre México, EEUU y Canadá, que venía a entrelazar con mayor fuerza si cabe nuestras tres economías, ahora la OIT cree que terminaremos el año con una tasa de desempleo superior al 10 por ciento. A finales de febrero de 2020 la tasa de desempleo era del 3,8 por ciento.

Situación actual y escenarios de futuro

La última foto fija de la situación laboral mexicana, tomada el pasado junio, nos dice que el paro ya alcanza al 5,5 por ciento de la fuerza laboral potencial del país, y un mes después, la OCDE pronosticó un 7,5 por ciento de paro para finales de año, a la vez que preveía que México sería uno de los países con menor destrucción del empleo ¿Cómo pueden estar tan alejadas las cifras de la OIT y de la OCDE? ¿Es que acaso no tuvieron en cuenta la inevitable segunda ola? Pues sí, de hecho, la previsión del 7,5 por ciento era el escenario en caso de que la segunda ola terminase por golpearnos. Quizás la razón para la discordancia de cifras se encuentre en parte en que nos creíamos mejor preparados para el golpe, quizás que en este asunto nos pareciésemos más a otras naciones latinas como Italia o Portugal que a España, pero parece ser que no ha sido el caso.

En cuanto al PIB tenemos opiniones para todos los gustos, desde los cuatro años hasta la década larga que pronostican analistas de distintas entidades bancarias para que recuperemos los niveles pre pandemia.

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El empleo cae, pero el peso se mantiene frente al dólar

A pesar de estar el empleo destruyéndose a un ritmo cada vez más acelerado, el peso primero consiguió frenar, luego estabilizar y finalmente recuperar pasito a pasito su valor frente a la moneda estadounidense, tanto que ahora el peso vale 0,047 dólares (o si buscamos el par por su nomenclatura oficial, USD/MXN, un dólar vale en estos momentos lo mismo que 21,22 pesos), lo que ha llevado a algunos analistas a preguntarse si realmente se está recuperando el peso mexicano, o si lo que realmente está ocurriendo es que cae el dólar en casi todos los frentes, aumentando su valor solamente frente a las monedas más débiles -como por ejemplo el peso argentino-.

¿Es importante entender los motivos por los cuales el peso mexicano se mantiene? Pues depende, para el ciudadano alejado totalmente de cualquier tipo de inversión en el mercado del Forex puede que no sea importante -aunque una formación básica en economía es el sustrato sobre el que se cimenta la libertad, imposible si se depende de un tercero para cubrir las necesidades básicas- pero para aquel que tenga intereses invertidos, o quiera desarrollar una estrategia de Forex en el trading online, es fundamental conocer no solo los hechos, sino también los porqués -o al menos un buen montón de opiniones al respecto, ya que la economía no es física o química, y no se rige por principios universales como las ciencias puras- ya que estará arriesgando su dinero en un mercado complejo y muy volátil en el que además el apalancamiento está presente en las operaciones con su consecuente alto riesgo de elevadas pérdidas de capital para el trader, así que ¿qué menos que estar debidamente informados?.

Por suerte o por desgracia no nos faltarán artículos y análisis relacionados con la materia los próximos meses y años, ya que acostumbrados como ya casi estamos a las consecuencias sanitarias del virus, tocará hacer frente a las consecuencias económicas, quizás más duraderas y profundas incluso que las provocadas por el propio virus, al menos a efectos de transformación de la sociedad, ya que parece que el mundo ha tomado vías de salida difícilmente reversibles, como por ejemplo la implantación masiva del teletrabajo en la áreas que lo permitan.