Latinoamérica podría retroceder 10 años en indicador de desarrollo: ONU

México debe extender los apoyos a la población vulnerable, cuidar el tejido productivo y contratar deuda para una recuperación más rápida

Foto: Pixabay.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El componente de ingresos del indicador de desarrollo humano de la ONU podría retroceder 10 años en América Latina y el Caribe, hasta 7 años el de educación, y entre 5 y 6 años el de salud y esperanza de vida, señaló Luis Felipe López-Calva, director regional para América Latina y el Caribe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quien agregó que será la primera vez que caiga ese indicador a escala global desde que se implantó.

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“México, al igual que otros países de la región, enfrenta esta crisis ya con enormes problemas estructurales, de desigualdad, de gobernanza, y si no hay una acción decidida podríamos salir de la crisis con problemas estructurales magnificados, como el de la desigualdad. Se requiere una acción muy activa de las autoridades”, alertó López-Calva en entrevista con Carmen Aristegui.

El especialista citó evaluaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) que indican que América Latina y el Caribe será la región del mundo más afectada por la crisis económica detonada por la pandemia, y dijo que entre las posibles consecuencias está el aumento de la desigualdad. “Esta es una crisis a nivel sistémico, que impacta en el sistema de salud, el educativo”.

El funcionario de la ONU resaltó que en este momento coexiste la necesidad de parar una pandemia a la vez que una crisis económica, y que no se les pueden separar, no obstante que hay estrategias que pueden funcionar para detener los contagios, como reducir la movilidad de la gente, pero que necesitan complementarse con apoyos para que la gente se quede en su casa, además de programas de reactivación económica.

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Destacó que a diferencia de las crisis asociadas con desastres naturales a las que estamos acostumbrados, que destruyen capital físico, como construcciones, caminos, infraestructura, la actual está destruyendo capital humano, la salud y la educación, como el hecho de que en este momento la mayoría de los niños en Latinoamérica estén fuera de la escuela. “Es muy difícil reconstruir esos logros”.

Agregó que México ha respondido fortaleciendo sus programas de transferencias de recursos a sectores sociales, cambiando la regulación para que las empresas puedan reestructurar sus deudas y evitar la bancarrota, y fortaleciendo la infraestructura de salud con apoyo del sector privado y la sociedad civil.

Pero indicó que también se requiere proteger el tejido productivo, pues los empleos que se destruyen son muy difíciles de recuperar, así que hace falta un apoyo muy activo a las empresas, no para subsidiar a los empresarios, sino para proteger el empleo formal para la recuperación.

López-Calva resume en tres las acciones que a juicio del PNUD podría implementar el gobierno mexicano para ayudar a la recuperación de la economía: proteger el empleo formal, incorporar a población que no está en los programas contra la pobreza -lo que podría hacerse mediante la implantación de un ingreso de emergencia para sectores amplios de población que a raíz de la pandemia están cayendo en la pobreza-, y que estas medidas se hagan de forma fiscalmente responsable, lo que puede implicar aplicar ciertos impuestos en un par de años y una vez que la economía se recupere, o recurrir a los mercados de crédito internacionales.

Los apoyos se tendrían que ampliar a la población que no están en los programas sociales, pero que es vulnerable y está cayendo en situación de pobreza. “No queremos que esa pobreza transitoria se convierta crónica”, expresó López-Calva, quien presentó el martes el informe “Desarrollo humano y COVID-19 en México”, en respuesta a la instrucción del secretario general de la ONU, António Guterres, de dar respuesta a la crisis en tres pilares (salud, humanitario y desarrollo económico), el último de los cuales es liderado por el PNUD.

López Calva planteó la opción que tiene México de acudir a los mercados internacionales de crédito como una de las medidas mejorar su respuesta a la crisis, como proteger el empleo formal de pequeñas y medianas empresas para acortar el tiempo de la recuperación.

“México tiene acceso a los mercados internacionales de crédito, todos los países están recurriendo a ello y me parece que sería una medida importante para dar credibilidad a las políticas de respuesta, en el sentido de que existen los medios para llevarlas a cabo, y tener una recuperación más rápida”.

Dijo que los países que están tomando endeudamiento también están pensando en el día después, y que para eso lo que se necesita es un plan fiscal sólido que haga sostenible tomar el endeudamiento.

Agregó que hay que tomar en cuenta que el crecimiento es una forma de responder al día después, porque entre más rápido se recupere el crecimiento más rápido se restablecerán los ingresos públicos y más rápido se llenará el hoyo fiscal que produzca el endeudamiento.

Por el contrario, indicó, entre más dure la recesión el hoyo se hará más grande. “Nadie está llamando a un endeudamiento irresponsable”, concluyó.