Bruselas explora la "paradójica" relación de Picasso con la abstracción

La muestra recorre cronológicamente toda la carrera del artista, pero se detiene especialmente en el cubismo, el movimiento que inventó en torno a 1907 junto a Georges Braque

Foto: EFE

EFE / La Voz de Michoacán

Bruselas. El Museo Real de Bellas Artes de Bélgica indaga en la relación paradójica de Pablo Picasso con la abstracción, movimiento artístico del que el pintor español fue detractor convencido y precursor no intencionado, en una exposición con motivo del 50 aniversario de la muerte del artista.

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"Picasso y la Abstracción", que abre sus puertas este viernes hasta el próximo 12 de febrero, muestra más de 140 obras procedentes en su mayoría del Museo Picasso-París y se enmarca en el proyecto "Celebración Picasso 1973-2023": medio centenar de exposiciones con las que España y Francia homenajearán el año que viene al pintor malagueño afincado en la capital francesa.

"Lo que me interesaba era traerle a una historia a la que pertenece. No hay un libro de historia de la abstracción que no comience con un cuadro de Picasso a pesar de que no es un artista que haya pertenecido a la abstracción", explicó a Efe el director del Museo de Bellas Artes de Bélgica y comisario de la exposición, Michel Draguet.

Reconoce que Picasso "quizá no estaría contento con el tema", pero que eso "realmente no importa" puesto que "dialogando" con su obra se han descubierto elementos en ella que explican también esta historia. "Este año de Picasso y sus exposiciones arrojan nuevas luces sobre una obra múltiple", defendió.

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Precisamente si el museo ha apostado por la abstracción como hilo conductor es porque se trata de un tema "completamente inédito", que apenas ha sido explorado más allá de algunos artículos y coloquios, algo "bastante rato" tratándose del autor del Guernica, pero también por la "auténtica paradoja" sobre la que reposa la relación de Picasso (1881-1973) con este movimiento, dijo a Efe la otra comisaria de la exhibición, Joanne Snrech.

Picasso -explica- siempre rechazó la abstracción en su discurso. Dice que es un error, que es simplemente decoración, que ni siquiera podría existir porque siempre se parte de un objeto para llegar a otra cosa y, dado que se parte de la realidad, la abstracción no debería existir. Y al mismo tiempo en su trabajo, sobre todo en los años 10, pero en varios momentos de su carrera, vemos que se acerca extremadamente de la abstracción y a hacer obras abstractas".

"Esta paradoja entre lo que rechaza intelectualmente, pero le fascina desde un punto de vista plástico es lo que hace interesante esta exposición", considera la comisaria.

La muestra recorre cronológicamente toda la carrera del artista, pero se detiene especialmente en el cubismo, el movimiento que inventó en torno a 1907 junto a Georges Braque y con el que se aleja de la representación figurativa de la realidad, en forma y color, abriendo la vía a la abstracción.

Si bien este periodo entre 1907 y 1913 es el de mayor aproximación, con obras cuyos lazos con la realidad son cada vez más tenues, como "Árbol" (1907) o "Guitarra" (1913), Picasso vuelve a acercarse a la abstracción también en el periodo surrealista de los años 20 con sus trabajos en torno a la línea; y en los 50, dónde cobra protagonismo una gestualidad que recuerda al arte abstracto de la época en Estados Unidos, por ejemplo en "La Cocina" (1948).

Pero el pintor, dibujante y escultor siempre acabó dando marcha atrás y nunca abrazó un movimiento cuyos principales exponentes, sin embargo, le reivindicaron como influencia.

Es el caso de los vanguardistas rusos, de los surrealistas, de los artistas abstractos de los años 50 en el 'Action Painting' de Jackson Pollock. Aunque Picasso él mismo lo rechazase siempre, en origen en su trabajo hay cosas que se van a desarrollar para ir hacia la pintura abstracta en los años siguientes", explicó Snrech.

De entre estos, los grandes ausentes de la exposición son los vanguardistas rusos, que inicialmente iban a tener un mayor protagonismo en la muestra que finalmente ha sido imposible puesto que, a raíz de la guerra rusa en Ucrania, no se pueden llevar a cabo partenariados con museos rusos, explicó Draguet.

"También hemos afrontado la explosión de los costes de producción, como todo el mundo, así que es una exposición que supone una gran inversión para el museo pero que creemos que vale la pena porque hemos encontrado aquí un momento esencial de la obra del siglo XX", añadió.