Guitarristas que murieron jóvenes pero marcaron tendencia en el rock

Murieron demasiado jóvenes para saber todo lo que hubieran logrado en las seis cuerdas, no obstante, marcaron un precedente en el rock

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Cuentan los cronistas del rock que en una ocasión, a Jimi Hendrix le preguntaron: “Jimi, la gente dice que eres el mejor guitarrista de rock del mundo. ¿Qué opinas?”. Hendrix respondió: “¿Yo, el mejor guitarrista? Eso es que no han visto al irlandés”. El irlandés era en aquellos momentos (finales de los sesenta) un músico de apenas 20 años que lideraba un grupo llamado Taste: Rory Gallagher.

PUBLICIDAD

Esta anécdota abre el tema: guitarristas de rock que podrían estar entre los 10 mejores del mundo pero que fallecieron jóvenes y por eso ya no se les vio evolucionar y crecer más, musicalmente hablando. De todos ellos, Hendrix es la excepción, pues aunque murió a los 27 años, para muchos es el mejor guitarrista de todos los tiempos. Pero el resto de los que suelen figurar entre los mejores tienen una vasta carrera con vigencia hasta estos días: Jimmy Page, Jeff Beck, Ritchie Blackmore, Eric Clapton, Pete Townsend, Keith Richards, entre otros.

Aquí te presentamos algunos que vivieron rápido y murieron jóvenes, pero que dejaron piezas magistrales y una expectativa que jamás se verá cumplida.

Randy Rhoads, 25 años

Cuando se subía al escenario se transformaba en un titán de las seis cuerdas. Randy Rhoads (California, estados Unidos, 1956-1982) es responsable de que la incierta carrera solista de Ozzy Osbourne arrancara a todo trapo con clásicos como “Mr Crowley” o “Crazy train”. Fue un guitarrista precoz desde los seis años y quedó como uno de los más talentosos de su generación. A pesar de que sólo grabó dos discos con Quiet Riot (banda que fundó) a finales de los 70 y los dos primeros de Ozzy al comenzar los 80, se le sitúa recurrentemente a la altura de leyendas como Tony Iommi. Rhoads es una gran influencia para todo el rock duro de los 80, una de las épocas doradas del género. Su técnica era veloz, pero al mismo tiempo con alma, algo que pocos guitarristas “heavies” han logrado.

PUBLICIDAD

Murió en plena gira de presentación del segundo disco de Ozzy, “Diary of a madman” (1981). Después del concierto de Knoxville el 18 de marzo de 1982, el camión de la gira paró en una gasolinera de Florida con un pequeño aeropuerto. Al conductor del autobús, que tenía una vieja licencia de piloto, le pareció buena idea hacer algo diferente, por lo que propuso a Randy y a una maquilladora dar un paseo con una pequeña avioneta. Decisión funesta, pues a los pocos minutos una de las alas de la aeronave tocaba accidentalmente al autobús del grupo (que sobrevolaron reiteradamente, desafiando a la suerte) provocando el descontrol absoluto. La avioneta se estrelló contra una casa cercana y los tres tripulantes murieron inmediatamente en el incendio. Randy tenía 25 años.

En esta interpretación de "Mr Crowley" se puede apreciar el estilo de Randy Rhoads.

Duane Allman, 24 años

Todo un referente del rock sureño en los años 70, marcó una época y definió un estilo con sus melódicos y prolongados solos, así como con su manejo delslide. Desde muy joven, Duane (1946-1971) impactaba por su destreza y por eso fue contratado como músico de sesión por Atlantic Records, pudiendo así grabar para Wilson Pickett, Aretha Franklin o Percy Sledge. En 1969 fundó con su hermano Gregg The Allman Brothers Band, y el resto ya es historia de la música del siglo XX. Sus trabajos llegaron a oídos de Eric Clapton, con quien terminaría entablando una fuerte amistad y grabando parte de las guitarras del famoso disco “Layla and other assorted love songs” (1970), del fugaz grupo de Clapton, Derek and the Dominos.

Su pasión por la velocidad y las motos fue fatal para Duane, que falleció el 29 de octubre de 1971, con sólo 24 años, en un accidente con su Harley-Davidson en las calles de Macon, la localidad de Georgia donde residía. Allí el guitarrista se estrelló contra un camión, salió despedido y acabó debajo de su propia moto tras volar varios metros. Y aunque estaba vivo cuando llegó al hospital, murió pocas horas después por lesiones internas al tener aplastados sus órganos vitales. Las tragedias nunca llegan en buen momento, pero Duane murió apenas seis meses después de que The Allman Brothers lanzaran su tercer disco, el aclamado directo “At Fillmore East”. Cuando empezaban a ser verdaderamente reconocidos y apenas estaban arrancando para el gran público: moría el músico motero y nacía la leyenda.

Duane Allman interpretando con The Allman Brothers Band "Whipping post" en el Fillmore East en 1970.

Tommy Bolin, 25 años

De una de las historias más tristes del rock: tenía talento, juventud y una potentísima imagen, pero también una personalidad adictiva. Tommy Bolin (1951-1976) ingresó en Deep Purple cuando los dos líderes del grupo británico, el vocalista Ian Gillan y el guitarrista Ritche Blackmore, ya no estaban (luego volverían). Junto con un David Coverdale pletórico a la voz formó unos Purple diferentes. Aquello era rock duro, pero teñido de soul y funky, con la portentosa slide de Bolin deslizándose con libertad. Estos Purple se miraban menos al ombligo que los anteriores y apostaban por una música lúdica. Se puede escuchar en el único disco que grabó Bolin con Deep Purple, “Come taste the band” (1975). El estilo de Bolin era ecléctico, puesto que no sólo le gustaba el rock, sino que además tocaba jazz, blues y hasta ritmos latinos.

Bolin se acostumbró a tomar drogas duras casi con la mayoría de edad. Antes de entrar en Deep Purple ya tenía una fuerte adicción. Durante una época era el músico perfecto para elevar el nivel de las guitarras en discos de otras bandas: tocaba de maravilla y se le podía pagar con sustancias. Mientras estaba de gira con su segundo disco en solitario, “Private eyes”  en Miami, Bolin fue a una fiesta y tomó una dosis de heroína letal. Según un amplio reportaje de la revista Classic Rock, alguien de la fiesta propuso llamar a emergencias, pero al final no lo hicieron para evitar la mala publicidad. Creían que Bolin se recuperaría. No fue así. Tenía sólo 25 años.

Tommy Bolin tocando con Deep Purple "Comin' home".

Brian Jones, 27 años

"El auténtico rolling stone", como lo definió su compañero en los Stones, el bajista Bill Wyman. Su papel como líder del grupo desde su fundación en 1962 fue capital en los primeros años y, de hecho, fue Brian Jones (1942-1969) quien decidió el nombre de Rolling Stones tomando el título de una canción de Muddy Waters (“Rolling stone”), uno de sus grandes héroes. Ingenioso guitarrista, aportó muchos de los primeros riffs del grupo, pero tenía un problema: se aburría pronto de todo. Cansado en apenas un lustro de las limitaciones del propio instrumento, introdujo en los álbumes iniciáticos mandolinas, marimba, arpa, mellotron, campanas tubulares, sitar, la cítara hindú o la guitarra slide. Sus aportaciones como arreglista hasta “Their satanic majesties request” (1967) llevaron a los Stones a un punto de originalidad que perderían tras despedirlo en 1969.

El despido de Jones fue motivado, por irónico que parezca, por su descontrolado estilo de vida (tanto sexual, acumulando hijos con diferentes mujeres, como sus adicciones), así como por su creciente desinterés en la línea musical impuesta a medida que Jagger y Richards fueron tomando el control. Él estaba por entonces obsesionado con la música marroquí y tenía otras inquietudes, reflejadas en el disco póstumo “Brian Jones presents the pipes of pan at Joujouka”. Pero falleció menos de un mes después de salir de los Stones al ahogarse con 27 años el 3 de julio de 1969 en la piscina de su casa en Sussex. Esa es al menos la versión oficial. No falta todo tipo de teorías conspiranóicas, incluso las que implican a sus antiguos compañeros de banda. ¿Alguien le mataría por envidia o por celos o para ajustar cuentas? Todas esas posibilidades forman parte de la vieja leyenda del rock.

Brian Jones tocando con los Rolling Stones Satisfaction en 1965.

Buddy Holly, 22 años

Podría haber rivalizado con Elvis Presley por el título de Rey del Rock. Criado en una familia muy musical, Charles Hardin Holley (1936-1959) escuchó desde bien pequeño mucho blues, mucho folk y mucho country; es decir, la fórmula perfecta para que explotara todo lo que estaba por explotar. Inicialmente influido por el rockabilly, supo juntar todas sus influencias para dar con algo nuevo, por lo que se le considera uno de los pioneros y creadores de todo lo que el rock and roll llegó a ser en el siglo XX. Tanto como solista como con The Crickets, rubricó clásicos primigenios como “Peggy Sue”,“Everyday” o “That'll be the day”. Aunque resulte complicado imaginarlo desde la perspectiva actual, su música fue muy innovadora en su momento y su manejo de la guitarra, tanto solista como rítmica, sirvió de ejemplo a la generación inmediatamente posterior (The Beatles y Rolling Stones, al frente), que llevaría al género a su cota de mayor popularidad.

La carrera de Buddy Holly se truncó trágicamente el 3 de febrero de 1959. En una de esas decisiones funestamente determinantes, motivado por el frío y el cansancio de una gira por 24 ciudades en tres semanas, tras un concierto en Iowa, Buddy (22 años) optó por no viajar en el autobús y utilizar en su lugar una avioneta. A ella subieron también Ritchie Valens y The Big Bopper (y el piloto). A las pocas horas se encontraba la pequeña aeronave totalmente destrozada en un campo de maíz con los cuatro cadáveres de sus ocupantes. El terrible suceso inspiró una década después el himno “American pie” (1971), de DonMcLean, con su famosa frase "the day that music died" (el día que murió la música).

Buddy Holly interpretando en 1957 en el programa de Ed Sullivan "Peggy Sue".

Hillen Slovak, 26 años

Hace tanto tiempo de su muerte que al menos dos generaciones de distraídos fans de Red Hot Chili Peppers no saben quién fue. Hablamos de Hillel Slovak (1962-1988), compañero de escuela de Anthony Kiedis (voz) y Flea (bajo) y guitarrista original y fundador del grupo en 1983. Salió de la formación momentáneamente poco después, por lo que no participó en su álbum de debut, pero sí en los dos siguientes: “Freaky styley” (1985) y “The uplift mofo party plan” (1987). En ellos sentó las bases del sonido genuino de Red Hot Chili Peppers en los años de frenética entrega al funk más infeccioso y descontrolado. John Frusciante, uno de sus más entregados fans, terminó reemplazándole tras su muerte en 1988 y terminó mandándole al olvido (a ojos del gran público), justo antes de la gran explosión comercial de la banda.

Eran los años 80 y la heroína hacía estragos. Eso mismo pasó durante los primeros tiempos en el seno de Red Hot Chili Peppers, siendo Kiedis y Slovak los más adictos. Durante la gira de presentación de su tercer disco, cantante y guitarrista sufrieron las duras consecuencias del síndrome de abstinencia, con el segundo tocando peor que nunca. Se deterioró tanto que llegó incluso a dejar tirados en una ocasión a sus compañeros, que tuvieron que dar un concierto sin su guitarrista. Entre todos intentaron ayudarse unos a otros, pero Slovak se negaba a aceptar su condición y a recibir ayuda médica, por lo que no tardó en llevarse la peor parte. Mientras Kiedis sigue disfrutando de su saludable vida de estrella con 57 años, Slovak lleva ya 32 años bajo tierra: murió por una sobredosis el 25 de junio de 1988 a los 26 años.

Hillel Slovak con Red Hot Chili Peppers en un concierto de 1988, el mismo año que murió.

Mick Ronson, 46 años

Esa guitarra hipnótica en “The man who sold the world”, de David Bowie  es Mick Ronson (1946-1993) quien la toca. Fiel escudero de David Bowie, es responsable de todo lo bueno que pasó en los prolíficos e inspirados 70, pues su talento como guitarrista, productor y arreglista –obra suya son los arreglos de “Life on Mars?”– fue esencial en discos de Bowie como “The man who sold the world” (1970), “Hunky Dory” (1971), “The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” (1972), “Aladdin Sane” (1973) y “Pin Ups” (1973). Cuando se alejó de Bowie y dejó de ser una Araña de Marte, su banda de aquel lustro, aparte de crear por su cuenta, trabajó con mitos como Bob Dylan, Ian Hunter (su otro gran aliado), Roger Daltrey, David Cassidy, John Mellencamp, quien le atribuye todo el mérito por su enorme clásico de 1982 “Jack & Diane” o Morrissey.

Con 46 años, Ronson perdió su batalla contra el cáncer de hígado el 29 de abril de 1993. Un año antes había cerrado sin saberlo el círculo de su vida al meter su guitarra en un tema de “Black tie white noise”, el decimoctavo álbum de su viejo amigo David Bowie. Un reencuentro que visto con perspectiva tiene un profundo significado. Pero es que su despedida ante el gran público fue aún más impecable, pues dijo adiós interpretando en vivo “Heroes”, con Bowie, y “All the young dudes”, con Bowie y Hunter en el concierto de homenaje a Freddie Mercury ante 72 mil personas y una audiencia televisiva global. Un 20 de abril de 1992 histórico para la música del siglo XX, en un lugar tan rebosante de mitología rockera como el estadio de Wembley de Londres. Tras su muerte, Bowie afirmó: “Mick era el papel de aluminio perfecto para el personaje de Ziggy. Éramos como el Yin y el Yang, tan buenos como Mick y Keith o Axl y Slash. Ziggy y Mick eran la personificación de esa dualidad del rock and roll".

Stevie Ray Vaughan, 35 años

Eric Clapton nos lo presenta en palabras que escribe en su autobiografía: "Uno de los mejores guitarristas eléctricos del mundo, con un estilo muy parecido al de Albert King, que era su ídolo". Stevie Ray Vaughan (1954-1990) pasó de ser la gran esperanza blanca del blues-rock a un titán de la guitarra admirado por colegas y amantes de la música. Tocaba deprisa cuando la pieza lo requería y con profundidad cuando atacaba un blues pausado. Su disco de debut, “Texas blood” (1983) fue un revulsivo para un género (el blues) que no vivía su mejor momento en los 80. David Bowie lo llamó para que tocase en su disco “Let's dance”, y cuando Vaughan era el telonero de Clapton, a este último le pudo la presión. "Siempre pensaba: y ahora tengo que tocar yo después de esto", ha llegado a decir Clapton.

Stevie Ray Vaughan ejercía de telonero de Eric Clapton. Cuando la actuación de Wisconsin terminó, Vaughan tenía previsto ir en coche a Chicago, pero encontró un hueco en un helicóptero y se subió. Clapton iba en otro. Era un día de mucha niebla. "Qué mala pinta tiene esto", recuerda Clapton que pensó sobre las condiciones climáticas. Después de un viaje corto, Clapton llegó al hotel sin problemas. El aparato de Vaughan, sin embargo, se estrelló en una pista de esquí. Los cinco ocupantes del helicóptero murieron. Se rompía la vida de un músico descomunal.

A lado del rey de la guitarra surf, Dick Dale.

Clarence White, 29 años

Para muchos, Clarence White (1944-1973) es un revolucionario de las seis cuerdas. Según la revista Rolling Stone ocupa el puesto 41 de los mejores guitarristas de la historia. Y eso que falleció con 29 años. Melenudo y barbudo, fue miembro de la banda de bluegrass Kentucky Colonels y de la de rock The Byrds, a la que entró tras la marcha del carismático Gram Parsons. Respetadísimo por sus colegas de profesión, Clarence Joseph LeBlanc tocó también mucho como músico de sesión en grabaciones de Joe Cocker, The Everly Brothers, Randy Newman, Linda Ronstadt o Jackson Browne, entre otros muchos. Fue uno de los inventores del B-Bender, un accesorio de guitarra que permitía al guitarrista doblar la cuerda si un tono y así emular el sonido de una pedal steel guitar.

Hay gente que tiene mala suerte y luego está Clarence, quien murió el 15 de julio de 1973 tras ser atropellado por un conductor borracho. Su vida en la carretera tuvo este triste, inesperado y accidental desenlace justo después de un concierto en Palmdale (California), mientras su hermano Roland y él estaban cargando el equipo en su furgoneta después de un concierto como The White Brothers. Fallecía así sobre el asfalto a los 29 años este virtuoso de la guitarra y uno de los músicos más innovadores del country-rock.

Clarence White en acción.

Rory Gallagher, 47 años

Rory Gallagher (1948-1997) es de los pocos guitarristas que lo tocaba todo (rock, blues, improvisación, baladas, slide) y siempre con un estilo reconocible. Un maestro absoluto que debería ser mucho más reconocido. Y, además, cantaba con la misma personalidad. Su compatriota Bono, de U2, dijo: “Rory es uno de los 10 mejores guitarristas de todos los tiempos”.

Gallagher era un gran aficionado a la bebida y un tipo que tenía pavor a volar, miedo que paliaba tomando sedantes, a los que se enganchó. La combinación entre alcohol y fármacos le castigó el hígado. Los médicos le dieron un ultimátum: o intentas un trasplante de hígado o te mueres. La operación, Gallagher lo sabía, era peligrosa. No la superó.

Rory Gallagher tocando la maravillosa "Tattoo'd lady".

Terry Kath, 31 años

Para conocer la verdadera dimensión como músico de Terry Kath (1946-1978) hay que acudir a una anécdota que suele contar Walter Parazaider, fundador del grupo Chicago: “Fuimos teloneros de Jimi Hendrix bastantes veces. Hablando un día con Hendrix, me comentó: ‘El guitarrista de tu banda es mejor que yo”. Sí, ese era Terry Kath, el alma y el corazón de los primeros Chicago, aquella numerosa banda que fusionaba jazz, rock y progresivo, y que lograba sonar comercial. Además de tocar la guitarra, Kath cantaba muy bien y ofrecía una potente imagen (con su melena lacia y su envergadura) en los directos del grupo. La pena, para él, fue que la guitarra no era el instrumento principal de Chicago, más basado en los vientos. Aunque su destreza queda demostrada en bastantes piezas y en especial en uno de los clásicos de la banda en sus primeros años, “25 or 6 to 4”.

Murió de la forma más absurda posible: en una jornada letal dos de los grandes vicios del músico, la bebida y las armas. En una fiesta con amigos, Kath, bastante bebido, agarró una de sus pistolas y se la puso en la cabeza convencido de que estaba descargada. No lo estaba: la bala le destrozó el cerebro. Tenía 31 años y una hija de dos. Hace unos años su hija estrenó el documental “Chicago: The Terry Kath experience”, donde cuenta la desventurada historia de su padre.

Chicago interpreta en 1970 "25 or 6 to 4", con el estelar solo de Terry Kath.

Pete Ham, 27 años

El líder del llamado "mejor grupo con peor mala suerte", Badfinger, Pete Ham (1947-1975), no era un guitarrista exhibicionista. Elegante, creador de bellas melodías y de solos estilizados que siempre construía en beneficio de la canción y no para demostrar su virtuosismo, que también lo tenía. Badfinger eran tan adorados por los Beatles que fue uno de los primeros fichajes para el sello de los cuatro de Liverpool, Apple Records. Musicalmente, John, George y Paul les señalaron como sus sucesores justo cuando los Beatles se disolvieron.

En una de las historias más tristes de la historia del rock, Ham se ahorcó en una habitación de su casa. Contaba sólo con 27 años y su mujer estaba embarazada de ocho meses. Estafados por un mánager mafioso, Stan Polley, Badfinger se vieron arruinados y sin futuro, y todo con unas canciones que hoy escuchadas uno no se explica cómo no pudieron triunfar. Ham dejó una nota para su pareja. Decía así: “Te quiero, Anne. Y también a nuestra futura hija, Blair. Pero no me permitieron amar y confiar en la gente. Así está mejor. Pete. Pd. Stan Polley es un bastardo sin alma. Lo llevaré a la tumba conmigo”. Ocho años después de su suicidio, el otro líder de Badfinger, Tom Evans, también se ahorcó, a los 36 años. Estaba deprimido desde que se mató su amigo y acuciado por las deudas.

Pete Ham tocando la guitarra y cantando con Badfinger "No matter what".

Robert Johnson, 27 años

La lista de admiradores de este enigmático músico llamado Robert Johnson (1911-1938) es extensa. Por poner algunos nombres: Led Zeppelin, Eric Clapton, los Rolling Stones, The Who, Chuck Berry, Johhny Winter… Todo el mundo destaca la forma de tocar de Johnson, la capacidad que tenía de expandir el sonido. Era él solo con la guitarra, pero parecía una banda. De hecho, se le atribuye el nacimiento del rock tal y como hoy lo conocemos. Y claro, luego está la leyenda que dice que era un músico del montón hasta que vendió su alma al diablo en un cruce de caminos a cambio de tocar de una forma única. ¿Nos lo creemos? No mucho, pero hay documentales y libros al respecto con muchos datos que dan que pensar. Sigue el misterio… Sólo grabó 29 canciones y apenas hay fotos suyas.

Johnson era aficionado a la bebida y a las mujeres. Hay dos versiones de su muerte: que fue envenenado por un marido celoso y que falleció por sífilis. La confusión es tal que hay hasta tres lápidas en tres sitios diferentes con sus supuestos restos. Lugares de peregrinación para los aficionados. Y hay gente que apunta que las tres son falsas.

Robert Johnson, el músico que hizo un pacto diabólico.

Mike Bloomfield, 37 años

Denominado por la revista Rolling Stone como "el olvidado mejor guitarrista de rock". En los 60 había que fijarse bien en lo que hacía Mike Bloomfield (1943-1981). Bob Dylan lo vio claro y lo llamó para que tomara el mando de las guitarras en el genial “Highway 61 Revisited” (1965). Bloomfield era un fanático del blues, pero era ambicioso. No quería limitarse a un estilo y practicó el jazz, las improvisaciones, el rock and roll, incluso el folk cuando utilizaba la acústica. Tocó con sus grandes ídolos del blues negro y nunca se arredró. Formó parte de dos dúos de escucha obligada: uno de rhythm and blues con el armonicista Paul Butterfield, y otro de música en libertad con el teclista Al Kooper. 

Fue encontrado en el interior de un coche con todas las puertas cerradas con una sobredosis de heroína. La teoría más extendida es que estaba en una fiesta cuando se tomó la droga y sufrió la sobredosis. Algunos de la fiesta le intentaron recuperar. Como no pudieron le metieron en un coche y le abandonaron. Un tristísimo final para un héroe de la guitarra.

Mike Bloomfield una actuación de Bob Dylan en el Newport Folk Festival de 1965.

Jimi Hendrix, 27 años

Murió muy joven, a los 27 años, con mucho todavía que ofrecer y evolucionar. Aun así, la mayoría de las publicaciones especializadas le consideran el mejor guitarrista de rock de todos los tiempos. A pesar de su corta carrera, es uno de los instrumentistas más originales y magnéticos de la historia del rock. De creatividad incontenible y gran habilidad, James Marshall Hendrix (1942-1970) transformó el sonido del rock gracias al uso del wah-wah o la distorsión, usando su Fender con una sexualidad nunca antes conocida. A estos detalles técnicos hay que añadir sus literalmente incendiarias actuaciones, que quedaron para la posteridad con su icónica imagen arrodillado ante su guitarra en llamas en el Festival de Monterey de 1967. Un guitarrista salvaje, un trilero de las seis cuerdas, un malabarista del rock.

Excesivo en todos los ámbitos de su vida, también tuvo Hendrix una turbulenta relación con las drogas, llegando a su funesto final el 18 de septiembre de 1970. Según la versión oficial, el músico pasó la madrugada charlando hasta altas horas con su novia Monika Dannemann en su apartamento de Notting Hill (Londres). Al despertarse, ella encontró a Jimi inconsciente, aunque aún respirando, por lo que llamó a una ambulancia que le llevó al hospital a toda prisa. A pesar de ello, no pudo hacerse nada por su vida. La autopsia determinó que aspiró su propio vómito causándole una asfixia y una intoxicación de barbitúricos. Dannemann declaró que Hendrix había bebido vino y tomado varias de sus pastillas de prescripción médica Vesparax, una mezcla que resultó fatal. Investigaciones posteriores apuntaron también que el guitarrista tenía un enfisema pulmonar. Tenía 27 años.

https://youtu.be/3wQAMdDvT6Y?list=RD3wQAMdDvT6Y