Cumbia y danzón invaden el Palacio del Arte

La Voz de Michoacán. Las últimas noticias, hoy.

Imagen: Fotos tomadas de internet. Mientras afuera llovía, adentro, los asistentes recordaban con nostalgia la música que nunca se olvidará.

Jorge Manzo/ La Voz de Michoacán

 

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Morelia, Michoacán. “Esclavo y amo”, “Hay luto en mi alma”, “Perfume de Gardenia”, y muchas más eran coreadas por un Palacio del Arte pletórico.

No había distinción de edades, desde adultos hasta jóvenes querrían reencontrarse con la música del recuerdo que guardan celosamente en su trayectoria de décadas instituciones como Sonora Santanera, Los Solitarios, Los Terrícolas y Los Pasteles Verdes.

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El romanticismo se apoderó de las almas que tuvieron la cita en el túnel del tiempo. Esa música que nunca pasará de moda y que se mantendrá al paso del tiempo. No había melodía que no fuera coreada; unas despertaban emociones y provocaban abrazos entre las parejas que acudieron a recordar su época de noviazgo, o los más jóvenes para revivir su infancia que estuvo acompañada de canciones como “La Carta”, “Hipocresía”, “Cabaretera” y otras más que fueron presentado las organizaciones musicales que, parece intacto su talento y calidad musical.

 

Los primeros en apoderarse del escenario fueron los Pasteles Verdes, directamente desde el Perú. Fernando “Tito” Luján cautivó a los asistentes y despertó la pista de baile con sus melodías “Reloj”, “Quiero recordar esa noche”, “Mi amor imposible”, “Angelitos negros”, y muchas más. Después, se apoderaron del escenario Los Terrícolas de Lenny Beatriz llegaron con el amor y la melancolía con canciones como “Te juro que te amo”, “Dos cosas”, “Te confieso”, “Deja de llorar chiquilla”, entre otras más.

 

Fueron ovacionados, amados y consentidos por el público del Palacio del Arte, quienes también escucharon a Los Solitarios, quienes con su sencillez recordaron a Morelia y le dedicaron todo el repertorio que incluyó los temas “Sufrir”, “Pero nunca digas”, “No debes llorar”. Muy renovados tuvieron su show, y prendieron al público con melodías.

 

El broche de oro lo cerró la Sonora Santanera, quienes pusieron a bailar a los asistentes pero también la llevaron a recordar a una de las instituciones musicales más reconocidas y queridas de México. “El ladrón”, “Un puñado de oro”, “A muchas horas” y “Mil años”, solo por mencionar algunas.

Mientras afuera llovía, adentro, los asistentes recordaban con nostalgia la música que nunca se olvidará.