¿Pueden niños michoacanos tener clases virtuales? No, la mitad no tiene internet

Organizaciones civiles y sindicatos magisteriales coinciden en que el amplio rezago en el acceso a las nuevas tecnologías hace más difícil una educación a distancia, como propone la SEE.

Foto: Notimex.

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Únicamente 4 de cada 10 hogares tiene conectividad en Michoacán. Frente al escenario de suspensión de clases en aulas debido a la pandemia y retomar actividades escolares en plataformas en línea el 20 de abril, es sumamente difícil el llevar a cabo esta medida, no sólo por la falta de conexión en casi la mitad del territorio, sino incluso la falta de equipamiento y capacitación.

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Así lo refiere Erik Avilés, presidente de Mexicanos Primero en Michoacán, quien recuerda que no basta con conexión a Internet vía un teléfono móvil para las plataformas propuestas, sino una conexión estable en casa para poder realizar las labores de la mejor manera.

Por su parte, el represente de los maestros del ala institucional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Héctor Astudillo, considera un problema importante y un desafío que parece infranqueable, ya que, si bien los maestros sí tienen contacto con sus alumnos a través de redes sociales y mensajerías, no es el esquema ideal.

Erik Avilés, presidente de Mexicanos Primero, indica que hay una gran cantidad de dificultades asociadas a la formulación e implementación de un modelo de educación a distancia, como plantea la Secretaría de Educación del Estado (SEE) en todos los niveles, a fin de no perder el ciclo escolar debido a la medida de aislamiento en casa.

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“La contingencia demostró que nunca hubo un plan B en materia de educación abierta o a distancia, ni del uso siquiera de las Tecnologías de la Información y Comunicación, por lo cual, maestros, estudiantes y padres de familia estamos pagando las consecuencias”, aseveró.

“Ni siquiera se logró cobertura universal de conectividad en las escuelas públicas, mucho menos se puede aspirar a que los michoacanos, por sus propios medios, la hayan conseguido. Las estadísticas de INEGI hablan de un 42 por ciento de hogares con conectividad a Internet”, advierte.

Si bien el INEGI señala que más del 70 por ciento de habitantes tiene acceso a Internet, no sucede lo mismo con una conexión desde las viviendas. El especialista dijo que aún con la conectividad se tiene que tener el ancho de banda continuo y suficiente para todos los integrantes de la familia; además, no basta un buen ancho de banda, una conexión 5G o de fibra óptica, sino que también se requiere un dispositivo electrónico de buena calidad desde el cual ingresar a los contenidos digitales; preferentemente una computadora de escritorio, una laptop o tableta.

“Muchos estudiantes solamente se conectan a Internet mediante los teléfonos celulares, siendo difícil trabajar en ellos, ya que no están diseñados para el aprendizaje, sino para un uso lúdico o no tienen las características necesarias”, dijo, además del costo en datos que representaría una conexión continua en estos dispositivos.

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Agregó que los problemas de conectividad en hogares michoacanos son amplios, ya que además de conectividad, se requiere que en casa existan las condiciones necesarias para el aprendizaje.

“Una de estas condiciones es un espacio donde se puedan concentrar niños y padres de familia en torno a actividades de aprendizaje, eliminando las barreras, que en este caso están relacionadas con estrés, ansiedad, violencia y dificultades en la convivencia”, indicó.

Reiteró Avilés que cuando no hay conectividad en los hogares, como acontece para la mayoría de las familias michoacanas, el derecho a aprender resulta aún más afectado: “se requiere de las acciones y participación gubernamental”.

Dijo que es urgente que la autoridad dedique tiempo y recursos para habilitar las opciones de aprendizaje a distancia, ya que son los docentes quienes mejor conocen el avance programático de su grupo, la diversidad en ritmo y estilo de cada alumno, así como las estrategias que planearon para los distintos temas.

“Habilitar que puedan enviar una guía escrita para las niñas y niños mismos y sus familias, en forma física de copias y tarjetas a recogerse a la semana en la escuela, y habilitar desde la autoridad y la iniciativa privada que establezcan con las familias la posibilidad de comunicarse vía mensajes SMS, sin dejar de aprovechar las opciones centralizadas por televisión y radio de señal abierta”, dio como opciones.

Agregó que se debe permitir y fomentar la flexibilidad curricular y de métodos, para que las y los docentes y las figuras de dirección y supervisión puedan dar respuesta a las situaciones concretas.

Comunidades, sin conexión

Por su parte, Héctor Astudillo, presidente de la Comisión Ejecutiva de la Sección 18 del SNTE, comentó que es un tema que han señalo desde hace mucho tiempo a los gobiernos; “son cientos de comunidades o miles de comunidades que no tienen conectividad y si no lo hay en la comunidad es imposible pensar que la hay en los hogares”.

Pese a los avances, todavía hay pequeñas comunidades donde ni siquiera la señal de telefonía celular es estable. Consideró que es un tema que tendrá que resolver la Secretaría de Educación Pública (SEP) en su conjunto con los gobiernos de los estados en los meses por venir, sobre todo en Michoacán.

“Me parece que ya en algún momento lo aceptó el secretario de Educación Pública, de que no estamos preparados para una contingencia de este tipo”.

Coincidió en que no se tienen las condiciones de cobertura para señalar que existen las opciones para que los niños puedan recibir la educación a distancia o las herramientas necesarias para seguirse preparando.

“Nosotros entendemos la necesidad de que los niños se mantengan activos educativamente, pero no vamos a participar de ninguna acción que ponga en riesgo a los alumnos y ni a los maestros”, adelantó el docente.

Agregó que a través de las redes y la comunicación telefónica con padres y alumnos es como se ha logrado un vínculo para continuar el aprendizaje de los estudiantes, y que esto es algo que han procurado los docentes en la idea de que no se tenga una mayor afectación, pero reiteró que no existen las condiciones de conexión necesarias.

Escuelas y hogares sin red

Era través del programa México Conectado que se había logrado que mil 565 escuelas lograsen su conexión a Internet a través de satélite que le permite utilizar algunas herramientas digitales, de acuerdo Dirección General de Desarrollo e Investigación Educativa de la entidad; ahora es a través del Programa Internet para Todos, de la nueva administración morenista, el cual se espera que pueda avanzar.

El Censo Escolar producto de la Reforma Educativa señalaba que solo 25.7 por ciento de planteles tiene conexión a Internet, sin embargo, al no completarse este ejercicio estadístico, se cree que existe una cifra negra al respecto; en la entidad hay alrededor de 11 mil planteles por lo que serían alrededor de 2 mil 750 escuelas las que cuentan con conectividad, sin embargo, no hay dos actualizados al respecto.

Asimismo, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2018, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), del millón 283 mil 98 hogares michoacanos, son 718 mil 48 domicilios los que disponen de conexión de algún tipo de acceso a Internet, en tanto que 565 mil 50 carecen del servicio.

La carencia de acceso a Internet se agudiza en el sector rural frente a los entornos urbanos, pues mientras en zonas urbanas son 39.2 por ciento los hogares que disponen de conexión directa a Internet, la cifra cae hasta el 4.8 por ciento para las viviendas rurales.

El Centro Estatal de Tecnologías de Información y Comunicaciones (Cetic), desaparecido por austeridad, señalaba que la geografía de Michoacán no ayuda, ya que se necesita un determinado ángulo para conectar con el satélite y a partir de que hay cumbres muy elevadas no se puede hacer un uso generalizado, sobre todo en comunidades rurales.

Organizaciones civiles y sindicatos magisteriales coinciden en que el amplio rezago en el acceso a las nuevas tecnologías hace más difícil una educación a distancia, como propone la SEE.