Prensa moreliana se une a la exigencia nacional de un alto a la violencia contra periodistas

Reporteros y fotoperiodistas se dieron cita en la Plaza Melchor Ocampo de Morelia para pedir un alto a la violencia contra el gremio

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. “Matar a un periodista es como matar a nadie. Nunca hay culpables ni responsables”, sentenciaron periodistas michoacanos al exigir el cese a la violencia contra la libertad de expresión. Tras el homicidio de la periodista Lourdes Maldonado en Tijuana, medios locales de Michoacán se sumaron a la protesta de más de 20 ciudades.

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Manifestados en el Centro Histórico de Morelia, los periodistas advirtieron la tendencia de este 2022: en menos de 20 días asesinaron a 3 periodistas en todo el país, lo que se suma a las más de 100 víctimas de los últimos años.

En el suelo de la Plaza Melchor Ocampo del Centro Histórico de Morelia, se colocó una veladora en memoria de cada uno de los periodistas que han perdido la vida en el cumplimiento del deber de informar a los mexicanos.

Los nombres de Margarito Martínez, Lourdes Maldonado y José Luis Gamboa fueron recordados al grito de “ni uno más"” junto a la Catedral de Morelia y bajo la exigencia a los tres niveles de gobierno de garantizar la integridad de los trabajadores de los medios de comunicación.

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En el lugar estuvo presente también el recuerdo de Indira Rascón García, reportera de TV Azteca que en 2015 fue atropellada mientras cubría una manifestación en la salida a Salamanca, lo que le causó la muerte.

“Matar a un periodista es como matar a nadie. Se han provocado zonas de silencio en donde no hay condiciones para realizar la labor. México continúa siendo uno de los países más violentos para el quehacer del periodismo. Hoy, 112 periodistas han sido asesinados en México y de estos Michoacán participa en la raquítica cifra con 17 casos de 2006 a la fecha. Ninguna de las investigaciones ha sido concluyente ni han dado resultados. La justicia se mantiene ausente”, manifestó el colectivo Ni Uno Más de Michoacán.

Según la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), al menos siete periodistas fueron asesinados en México en 2021, lo que lo transforma "en el más mortífero del mundo para la prensa". Lo anterior colocó en a México en el puesto 143 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021 de RSF.

La violencia generalizada en lo local y lo nacional arraigada desde hace casi dos décadas ha derivado en que un total de 8 periodistas michoacanos han sido asesinados en el estado en los últimos años, 3 de ellos durante la última década.

De 2006 a la fecha los periodistas asesinados son Jaime Arturo Bravo Olvera, corresponsal de La Voz de Michoacán en La Piedad; en 2007, el empresario de medios de comunicación, radio y telecomunicaciones, Juan Pablo Solís; el reportero del diario La Opinión de Michoacán, Gerardo Israel García Pimetel, y también en el año 2010 Hugo Alfredo Olivera Cartas, editor de El Día de Michoacán; en 2017, el caso del periodista y empresario Salvador Adame Pardo, quien fue “levantado” y posteriormente ejecutado por integrantes del crimen organizado.

De un total de 24 periodistas que permanecen en calidad de “desaparecidos” en nuestro país, 4 desaparecieron en el estado de Michoacán, lo cual le ha valido para estar “empatado” con Veracruz en el segundo lugar nacional en cuanto a casos de comunicadores cuyo paradero es desconocido desde hace ya incluso años.

El colectivo Ni Uno Más recordó la memoria de Jaime Arturo Olvera, Israel García Pimentel, Juan Pablo Solís, Miguel Ángel Villagómez Valle, Martín Javier Miranda Avilés, Hugo Alfredo Olivera, Rosa María Ríos Campos, Salvador Adame Pardo, Fidel Ávila Gómez, Luis Eduardo Ochoa Aguilar y Abraham Mendoza Mendoza.

Asimismo, en los desaparecidos José Antonio García Apac, Cristian Axel López Cruz, Mauricio Estrada, Rafael Pérez, María Esther Aguilar y Ramón Ángeles Zalpa. “Es permanente interrogante. Su desaparición es sombra que camina a nuestras espaldas recordándonos que nadie está seguro, que cada teclazo, cada palabra emitida, cada imagen tomada, puede ser sentenciada.

No son sólo homicidios y desapariciones, los delitos contra la libertad de expresión y las agresiones en contra de los trabajadores de la prensa se ejercen a diario, han sufrido agresiones tanto por autoridades como por las condiciones de violencia que prevalecen en prácticamente todas las regiones.

Video, Víctor Ramírez.

Posicionamiento #NiUnoMás Michoacán

Este día en Michoacán, nos sumamos a la movilización nacional de periodistas realizada de manera presencial en al menos cuarenta ciudades del país, y de forma virtual en cientos de lugares más, dentro y fuera de México.

Los asesinatos de Lourdes Mendoza y Margarito Martínez, en Tijuana, y de José Luis Gamboa, en Veracruz –todos ellos en menos de tres semanas-, son el detonante de esta condena colectiva que hoy resuena desde Chihuahua hasta Chiapas, de Córdova a Uruapan, de Acayucan a Tijuana, de Durango a Cancún, de Culiacán a Morelia, y desde tantos otros lugares del país.

Hoy los periodistas en México, salimos nuevamente a las calles para recordar que no se mata la verdad, que la palabra no debe acallarse, y que el Estado Mexicano sigue fallando en garantizar un ejercicio periodístico libre de muerte, persecución y condena.

¡En México nos siguen matando!, gobiernos van y vienen y la violencia se ahonda, la impunidad persiste, la persecución es rutinaria y el estigma contra el quehacer periodístico es alentado.

El pronunciamiento que a nivel nacional hacemos, parte de la rabia e indignación por que los crímenes contra periodistas en el país siguen en la impunidad, matar a un periodista en México, es como matar a nadie: lejos de que haya investigaciones serias por parte de las Fiscalías en los estados y la federal para que sepamos por qué matan a periodistas en este país y haya justicia, la cifra va en aumento.

En el territorio mexicano, la violencia de Estado que incluye la presencia del crimen organizado coludido con los gobiernos de los diferentes niveles, ha provocado zonas de silencio donde no hay condiciones para ejercer nuestra labor. Han asesinado, desaparecido, amenazado y obligado a periodistas a desplazarse de sus entidades. 

México continúa siendo uno de los países más peligrosos del mundo para el ejercicio periodístico, el número de compañeros asesinados y desaparecidos continúa en aumento.

De 2010 a la fecha, 102 periodistas han sido asesinados en el país conforme a los datos de Artículo 19 y del Comité para la Protección de los Periodistas.

Michoacán participa también de la fatídica cifra. La lista lúgubre de periodistas asesinados y desaparecidos aquí, suma 17 casos de 2006 a la fecha. En ninguno de ellos las investigaciones realizadas por las autoridades competentes han sido concluyentes y permitido dar con los responsables.

En Michoacán como en México, la justicia permanece ausente. La apuesta pareciera ser el que sus nombres se diluyan con el tiempo.

La memoria en Michoacán de los compañeros Jaime Arturo Olvera, Israel García Pimentel, Juan Pablo Solís, Miguel Ángel Villagómez Valle, Martín Javier Miranda Avilés, Hugo Alfredo Olivera, Rosa María Ríos Campos, Salvador Adame Pardo, Fidel Ávila Gómez, Luis Eduardo Ochoa Aguilar, y Abraham Mendoza Mendoza, es herida abierta, el porqué de sus muertes, es la daga que la ahonda.

La ausencia de José Antonio García Apac, Cristian Axel López Cruz, Mauricio Estrada, Rafael Pérez, María Esther Aguilar,  y Ramón Ángeles Zalpa, es permanente interrogante. Su desaparición es sombra que camina a nuestras espaldas recordándonos que nadie está seguro, que cada teclazo, cada palabra emitida, cada imagen tomada, puede ser sentenciada.

Para el poder público en Michoacán –como en el resto del país-, generar condiciones para garantizar el ejercicio periodístico no es prioridad. Hoy los delitos contra periodistas en Michoacán, carecen de agravantes penales que inhiban su cometimiento.

Sumado a la inseguridad y la falta de resolución en los asesinatos y desapariciones de los colegas periodistas está la precarización laboral, ganando salarios paupérrimos por jornadas que nunca terminan.

Raquíticos salarios por debajo del mínimo profesional, la falta de prestaciones o la forma en que éstas se escatiman, la cotización de sueldos menores a los reales, coberturas al amparo del erario público, despidos injustificados, retención de sueldos, adeudos de pagos quincenales, incertidumbre sobre la permanencia laboral, y –claro- censura, forman parte del cotidiano para los periodistas en México.

Por todo ello, desde aquí nos sumamos a la exigencia nacional. Como periodistas estamos convencidos de que nuestro trabajo es fundamental para la sociedad, es importante garantizar la libertad de expresión y el acceso a la información, que es un bien público, aunque los gobiernos nos vean como enemigos del Estado.

La seguridad de los periodistas también es responsabilidad del Estado y nos debe garantizar todas las condiciones para ejercer nuestra labor sin que nuestra vida corra peligro. 

Demandamos el inmediato esclarecimiento de los asesinatos y desapariciones de todos los periodistas. 

Exigimos justicia para nuestros colegas y sus familias. ¡No más periodistas asesinados! ¡No más periodistas desaparecidos! 

#NiSilencioNiOlvido

#NoSeMataLaVerdad

#SinMasPeriodistasEnSusListas

#PeriodismoEnRiesgo