Matan a sus mamás y los abuelos asumen la custodia del 80% de los huérfanos en Michoacán

Son las grandes ciudades del estado las que concentran la mayor cantidad de feminicidios y por ende, de menores en condiciones de orfandad.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Vulnerabilidad económica impacta a víctimas indirectas de los feminicidios en el estado; hasta un 80 por ciento de los huérfanos de los últimos 3 años, son custodiados por sus abuelos o abuelos mientras que otro 10 por ciento son resguardos en las instancias del DIF Estatal.  

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Información de la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas (SEIMUJER), reveló que hasta el momento se tiene un padrón de cerca de 80 menores que quedaron huérfanos por el feminicidio de sus madres en el periodo que va del 2019 hasta la fecha. A nivel nacional se tiene estimados 796 casos de menores en condición de orfandad derivado de los feminicidios, lo que representa que el estado ostenta casi el 10 por ciento del universo total de casos confirmados.   

Se estima que hasta un 60 por ciento de las mujeres que perdieron la vida de manera violenta durante los últimos años tanto en contexto de homicidio doloso como de feminicidio, fueron madres de familia de uno o más hijos que ante el feminicidio, las víctimas indirectas quedaron en el desamparo.  

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Con base a lo anterior, Claudia Padilla Camacho, titular de SEIMUJER anunció la puesta en marcha del primer modelo de atención y acompañamiento psicoemocional a las víctimas. El objetivo es brindar apoyo interinstitucional para que las y los menores de edad puedan manejar su duelo e integrarse a la cotidianidad y recibir apoyos educativos y económicos.  

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“El porcentaje de resguardo en DIF es el menor, es un 10 por ciento, en el caso del registro que tenemos el 80 por ciento quedan con las abuelas, y entonces de ahí la importancia porque cuando tenemos una cuidadora que es la abuela y hay la falta de trabajo, es aún más complicada porque en el menor de los porcentajes hay no solo un niño,  hay hasta 4 y eso representa una gran diferencia en cuanto  lo que puede tener una adulta mayor a alguien que es económicamente activo”, precisó.  

Entre las medidas que establece el modelo de acopamiento, se destaca  la ruta crítica de atención y acompañamiento; pilares de atención y acompañamiento y los pilares de acompañamiento psicoemocional. 

Información de la dependencia estatal, advirtió que son las grandes ciudades del estado las que concentran la mayor cantidad de feminicidios y por ende, de menores en condiciones de orfandad. Específicamente Morelia, Zamora, Lázaro Cárdenas y Apatzingán.  

Silvia Mendoza Valenzuela, directora de Desarrollo e Investigación de la Secretaría de Educación en el Estado, la funcionaria reconoció que las condiciones en las que abuelos y abuelas se han tenido que hacer cargo de los nietos tras un feminicidio se ha visto complicada por el panorama económico.  

Aunado a las condiciones de la tercera edad, en muchos de los casos es más de un nieto del que se deben de hacer cargo, por lo que el sustento económico para las familias se vuelve más complejo;  “Sabemos que las familias cuando viven estos sucesos se concentran en garantizar su alimentación y servicios básicos a menores, pero no saben cómo encausar su duelo, por eso lo que buscamos es tengan el acceso a estos servicios”, afirmó. 

Se estima que hasta un 80 por ciento de los agresores de las mujeres son sus propias parejas sentimentales, por lo que al cometer el homicidio de la mujer o el feminicidio, en los casos que se logran judicializar, los menores también pierden al padre al quedar este último en un proceso judicial y en prisión. 

Desde la emisión de la alerta en 2016, ya son casi 600 mujeres las que han perdido la vida de manera violenta. Uno de los puntos que más afectado a los hijos de las víctimas es que en muchos de los casos incluso han sido las parejas sentimentales, el padre de familia o padrastro, los que han atentado en contra de la vida de la mujer, por lo que la pérdida de ambos padres afecta en mayor grado.  

Si bien los casos de feminicidio se cuentan por decenas, los casos de homicidios se cuentan por cientos en los últimos años y siguen aumentando la incidencia en cada una de las ciudades en donde se decretó la alerta por las autoridades federales y estatales.