Medio millón de hectáreas de selvas desaparecieron por actividades de ganadería y agricultura

El estado tiene un proceso de desertificación por la actividad ganadera en las zonas de Tierra Caliente, en la zona tequilera hay zona de desertificación

500 MIL hectáreas de selva baja perdidas

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. A pesar de presuntos esfuerzos en materia ecológica, avanza el proceso de desertificación en Michoacán. Más de medio millón de hectáreas de selvas bajas y otros ecosistemas desaparecieron a causa de las actividades de ganadería y agricultura, principalmente en las zonas de Tierra Caliente.

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Con base a lo anterior y la necesidad de actualizar la tasa de pérdida de ecosistemas por la erosión, el Gobierno de Michoacán, a través de la Secretaría de Medio Ambiente (Secma), anunció que iniciará con un esquema de monitoreo satelital y en tiempo real de todo el territorio estatal.

En voz de Alejandro Méndez López, titular de la Secma, el panorama urge de contar con cifras exactas sobre el impacto de las actividades humanas en los suelos del estado.

Apenas en años pasados, especialistas y académicos advirtieron que hasta un 50 por ciento de los suelos agrícolas presenta un alto grado de contaminación por uso de agroquímicos, mientras que una parte importante se convirtió en auténtico desierto donde la capacidad de desarrollar vida es casi nula.

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El estado tiene un proceso de desertificación por la actividad ganadera en las zonas de Tierra Caliente, en la zona tequilera hay zona de desertificación. A veces es menospreciada la selva baja, son partes muy afectadas”, refirió Alejandro Méndez.

“que sigamos transitando hacia lo orgánico, estamos transitando hacia lo orgánico con la Sader; todo va hacia ese tema”, manifestó el funcionario estatal.

La degradación de los suelos es un proceso multifactorial, por citar algunas causas: erosión, acidificación, salinización, pérdida de humus y carbono, desequilibrios nutrimentales, compactación, encostramiento, anegamiento, contaminación, cambio climático que se expresa en sequías y menores tasas de precipitación, pérdida de biodiversidad, manejo irracional e insustentable de las tierras, y los acuíferos.

SE DEGRADAN LOS SUELOS

En México, desde al año 2003 los expertos revelaban que el 44 por ciento de los suelos se encontraba afectado por algún proceso de degradación, reconociendo que este fenómeno reduce la producción de alimentos en un 12 por ciento; por ello, en el futuro a nivel mundial millones de pobladores migrarán de sus localidades ante la pérdida de los recursos naturales, estimándose que para el año 2050, al menos 700 millones de personas sufrirán este éxodo.

En Michoacán la tendencia no es muy diferente. De un millón de hectáreas de diferentes tipos de cultivos se advierten que hasta el 40 por ciento presenta rasgos acelerados de degradación con la tendencia a la desertificación. Para este año, la mancha de sequía moderada y extrema sigue creciendo sobre el estado y ha puesto en jaque a prácticamente todo el territorio estatal por la falta de agua.

Para este 2022, el tema de desertificación está ligado a la producción de cárnicos. Debido a la necesidad de tierras de pastoreo se desmontan grandes extensiones de selvas, por lo que el suelo termina por quedar expuesto a la fuerza de los rayos solares.

Se define la desertificación como fenómeno donde las variaciones climáticas y las actividades antropogénicas, conducen a que los suelos pierdan fertilidad, en consecuencia, las tierras agrícolas y los ecosistemas pierden productividad, incluso dejan de cumplir con la función de producir bienes y servicios como la producción de alimentos; el escenario físico y cultural para la sociedad.

Aunado a lo anterior, los ciclos biogeoquímicos que suceden en la naturaleza, como el del nitrógeno, fósforo, azufre, el almacenamiento de carbono; el almacenamiento y filtración de agua; la provisión de numerosas materias primas para la industria; además del sustrato para diversas actividades humanas, como la urbanización; el hábitat para la biodiversidad, como algas, bacterias, hongos y actinomicetos, además de las plantas superiores y animales, el patrimonio geológico y arqueológico.

BOSQUES MORELIANOS, EN GRAVE RIESGO

La expansión de campos de golf y desarrollos habitacionales que destruyeron parte de las reservas forestales del sur de Morelia habrían impactado directamente a ecosistemas de bosque mesófilo de montaña. Dicho ecosistema se encuentra en peligro de extinción a nivel internacional y protegido por normas internacionales de conservación ambiental.

En voz de Arturo Chávez Carmona, titular de la Procuraduría Ambiental de Michoacán (Proam), “las primeras revisiones revelaron la presencia de las especies de flores y fauna del bosque de montaña, por lo que advirtió que el daño podría ser irreparable”.

El procurador ambiental adelantó que en próximos días se darán a conocer las resoluciones y la reparación del daño, así como sanciones económicas están sobre la mesa.