Sin freno, degradación ambiental: se pierden 60 mil hectáreas al año por huertas ilegales

Las estrategias de gobierno no han detenido la expansión de huertas ilegales, por lo que ahora se busca combatir el cambio ilegal de uso de suelo con instrumentos económicos.

Imagen de archivo.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Instrumentos económicos serán la principal arma para combatir el cambio ilegal de uso de suelo y la expansión de monocultivos que han arrasado a los bosques michoacanos durante los últimos 40 años.

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En voz de Alejandro Méndez, titular de la Secretaría de Medio Ambiente del estado, la política de persecución a los productores de aguacate que no cuentan con permiso y los castigos desde el ejecutivo estatal, ha llegado a su fin en la entidad.

Foto: Especial

En entrevista para La Voz de Michoacán, el encargado de la política ambiental en el estado reconoció la crisis que se vive en la actualidad en cuanto a degradación de los ecosistemas en prácticamente todas las regiones del estado.

Durante el sexenio de Silvano Aureoles Conejo, entre el 2015 y 2021 se implementaron diversos esquemas de contención al cambio ilegal de uso de suelo como los operativos para desmontar huertas ilegales, sanciones administrativas y otras sanciones con el apoyo de las fuerzas estatales del orden y de la PROAM.

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No obstante, trascendió que el ritmo de degradación ambiental de Michoacán alcanza las 60 mil hectáreas de pérdida de bosque al año y más de un 80 por ciento de las aguas superficiales contaminadas por el efecto de la actividad agrícola y los monocultivos de alto rendimiento. 

No obstante, destacó que se plantean mecanismos de impulso económico como la certificación, fondos verdes y marcas colectivas como mecanismo para cerrar la puerta a que siga la expansión desmedida tanto del conocido oro verde como de otros monocultivos.

El funcionario estatal reconoció que, si bien la definición de la nueva política ambiental aún se encuentra sobre la mesa, es un hecho que se retomará el esquema que fue planteado desde hace al menos 10 años por quienes hoy encabezan el gobierno de Michoacán.

"Lo que ha habido es carencia de una adecuada regulación del tema. Lo que es necesario es cambiar el enfoque de política que ha habido que hasta ahorita es prohibir, vigilar y castigar es el que ha predominado y las cifras revelan que no ha contenido la expansión de aguacate y es un problema completamente económico. Si no lo tomamos de un punto de vista económico es muy difícil solucionarlo", manifestó el secretario del medio ambiente.

Actualmente, existen al menos 3 regiones del estado en donde la proliferación de distintos tipos de monocultivos de alto rendimiento como el aguacate, las berrys y hasta duraznos, siguen devorando las reservas forestales para la exportación.

A pesar de que las cifras oficiales revelan poco menos de 150 mil hectáreas de oro verde cultivadas en suelos michoacanos, mientras que en la realidad son casi 300 mil hectáreas las que ya se han instalado en más de 70 municipios.

La política agrícola fue señalada por especialistas como extractiva y poco solidaria con el medio ambiente, en relación a que de los miles de miles de dólares que se generan todos los años con las exportaciones.

Desde hace al menos 5 años, activistas de distintas regiones del estado han denunciado el constante avance de los monocultivos a expensas de la estabilidad ambiental. Uno de los casos más relevantes fue el surgimiento de un tercer polo de producción aguacate y cambio de uso de suelo, ubicado al sur de Morelia, Acuitzio, Villa Madero, Huiramba y Carácuaro. En este triángulo geográfico, los bosques han sido reemplazados por una gran cantidad de huertas del valioso “oro verde”.

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Entre las propuestas de Activistas de diversas regiones del estado se destaca la creación de una frontera del aguacate que frene por completo y divida las tierras productivas de las reservas forestales.

Ante las propuestas, el secretario del Medio Ambiente del estado, insistió en que el único mecanismo capaz de frenar la degradación de los bosques refiere a la estrategia económica.

"Hace diez años queríamos hacer un foro con un actor que era Alfredo Ramírez Bedolla que nos hablaba de la denominación de origen y sellos de sustentabilidad en ese momento. Es un elemento que vamos a buscar como marcas colectivas, instrumentos económicos van a regular. Aún no tenemos una definición de política porque necesitamos primero consensar en el gabinete, con desarrollo rural. Lo hemos no trabajado desde la conformación de la transición. Queremos potenciar la producción de aguacate y el cuidado no del medio ambiente. Nosotros estamos convencidos", manifestó.