CEDH levanta queja contra agresión a fotoperiodista de La Voz de Michoacán

La Comisión de Derechos Humanos señaló que dictará medidas de protección para salvaguardar la integridad del fotoperiodista.

Foto: La Voz de Michoacán.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. La Comisión Estatal de Derechos Humanos anunció que de inmediato se levantará la queja de oficio en contra del elemento de la Secretaría de Seguridad Pública derivado de la agresión que sufrió el fotoperiodista de La Voz de Michoacán Jaime Lagunas. A la vez, anunció que se emitirán medidas de protección para salvaguardar su integridad física.

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El organismo a cargo de Uble Mejía aprovechó para condenar el agravio hacia el trabajador de La Voz de Michoacán, puesto que violenta flagrantemente la libertad de expresión y de información, por lo que reiteró a las autoridades de Seguridad Pública y a todas las involucradas a que se abstengan a vulnerar la dignidad de los michoacanos.

A la par, aprovechó para pedirle a las autoridades que realizan las acciones de vigilancia para hacer cumplir el aislamiento obligatorio a que no cometan abusos, y el escenario que vive el país no debe ser escenario para vulnerar derechos humanos o provocar con ello una crisis de derechos que, lejos de coadyuvar a generar condiciones para atender esta pandemia, podría provocar vulneración al estado de derecho.

La agresión

El fotoperiodista Jaime Lagunas, trabajador de esta casa editorial, mientras realizaba su labor fue interceptado a la altura de las instalaciones de la Fiscalía General del Estado y agredido por supuestos elementos policiales. El elemento, quien no portaba uniforme de policía ni insignias de la corporación, también lo amedrentó y agredió intentando coartar su derecho de realizar su actividad periodística.

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Jaime Lagunas, con experiencia de casi 30 años en el periodismo, arribó aproximadamente a las 14:30 horas a las inmediaciones de las oficinas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), ubicadas en el Periférico Paseo de la República, en la capital del estado; se disponía a tomar imágenes de rutina, cuando una camioneta Dodge Ram, color blanco y sin placas, salió de ese edificio, por lo que, cuenta, que optó por esperar a que se fuera la unidad.

El fotógrafo procedió a realizar su trabajo; al terminar, se desplazó sobre el libramiento y a la altura del estacionamiento de la Fiscalía, que se ubica a unos metros de la SSP, narra que la camioneta en mención, lo interceptó. Una persona, quien no se identificó ni portaba uniforme de elemento policial e iba acompañado por otro que sí, le cerró el paso.

Le pidieron que se identificara, a pesar de que portaba chaleco y carnet de la empresa, por lo que mostró la credencial que lo acreditaba como trabajador de esta casa editorial en donde ha colaborado desde hace varias décadas. En ese momento, el supuesto mando policial le arrebató la identificación, argumentando que le tomaría fotografías.

Pese a que este hecho viola el derecho a la protección de datos personales (Artículo 16 constitucional, segundo párrafo) y el derecho a la privacidad (Artículo 11.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos), además de que implica una violación al trabajo de libertad de expresión y de información, pues fue en el marco de su ejercicio periodístico en una democracia constitucional, cuando fue agredido, lo que también pretende inhibir el derecho a la verdad. 

Y, efectivamente, se llevó la credencial de trabajo a la unidad y después de varios minutos se la devolvió, desconociendo el uso que le haya dado. El fotoperiodista le tomó fotografía al supuesto elemento policiaco, pues no conocía su identidad, evidentemente por los riesgos que representa un amedrentamiento de este tipo.

La persona en cuestión quiso arrebatarle el equipo fotográfico a Jaime Lagunas, y forcejearon, debido a la aparente arbitrariedad que cometía el hombre de más de 1.75 metros, de tez blanca, con calvicie y canas. Continuó exigiéndole la cámara, sin embargo, Jaime Lagunas se negó, no sólo porque se estaba cometiendo un abuso, sino porque él no estaba invadiendo ninguna área de resguardo ni poniendo en peligro a nadie, simplemente realizando sus labores de rutina como comunicador.

Ante la negativa, el supuesto elemento le lanzó agresiones verbales y antes de partir en dicha camioneta en la que llegó siguieron las agresiones en contra de Jaime Lagunas. El fotoperiodista de inmediato hizo el reporte debido a la agresión que sufrió, ante el temor de cualquier represalia de él o de cualquier otra persona afín. Hasta ahora, no se conoce la identidad del supuesto servidor público, pero autoridades han confirmado que sí trabaja para una corporación policial. El hecho a todas luces constituye un atentado a la libertad de expresión.