Comuneros van a la defensa de los bosques de Morelia tras ganar batalla a fraccionadora en Pico Azul

Autoridades ambientales revocaron los permisos en obra, pues invadía un Área Natural Protegida de Morelia.

Foto: La Voz de Michoacán.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Comunidades rurales del sur de Morelia ganan primera batalla en el combate contra el cambio ilegal de uso de suelo y la depredación de bosques por los desarrolladores urbanos. Luego de casi 2 meses de lucha, finalmente la Secretaría de Medio Ambiente Cambio Climático y Desarrollo Territorial (SEMACCDET), revocó la autorización de Impacto Ambiental a Campestre Puerta del Bosque A.C.

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Información de las autoridades ambientales de Michoacán, revelaron que el acuerdo de revocación que se presentó a inicios de esta semana, se encuentra ubicado en más del 50 por ciento en la zona de Protección Ambiental “Pico Azul-la Escalera”, en los municipios de Charo, Madero y Morelia, cuyo decreto de protección fue oficializado desde el 13 de septiembre del año 2011.

Al respecto, también estableció el conflicto respecto a que la autorización de impacto ambiental entregada por la misma dependencia a días de que concluyera la administración estatal pasada, toda vez que fue entregada en 2015, cuatro años después de que fue decretada el área natural protegida.

Los dictámenes de la SEMACCDET y dependencias que integran la mesa de Seguridad ambiental dan la razón a los argumentos presentados por los comuneros de Jesús del Monte desde inicios de este año.

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El análisis realizado para el proyecto del fraccionamiento habitacional suburbano tipo campestre, en el predio rústico denominado “Palo Blanco o Loma Larga”, se pudo determinar que de acuerdo al Ordenamiento Ecológico Territorial Regional de la Cuenca del Lago de Cuitzeo, este se encuentra localizado dentro de la Unidad de Gestión Ambiental, UGA 15, del Programa de Desarrollo Urbano de Centro de Población de Morelia, que en su tabla de compatibilidad establece como incompatible la vivienda rural y suburbana con protección especial, protección ecológica forestal, área natural protegida, protección de usos pecuarios protección agropecuaria, cuerpos de agua, restauración y protección ambiental y parque urbano ecológico.

Ya hay impacto ambiental en la zona. Desde que los comuneros se manifestaron bloquearon las áreas donde se desarrollaba la construcción de fraccionamiento, se advirtió la remoción de maleza vegetal así como la construcción de un camino que afectó arroyos que alimentan manantiales y comunidades de la región.

Con respecto al Ordenamiento Territorial Ecológico del municipio de Morelia, el proyecto se encuentra dentro de la UGA AhCUM192A, ambos instrumentos remiten al Programa de Desarrollo Urbano de Morelia.

Del Sistema Estatal de Área para la Conservación del Patrimonio Natural, SEACPN, se identifica que parte del polígono presentado se encuentra ubicado dentro de la Zona de Protección Ambiental “Pico Azul-La Escalera” y en el Programa de Desarrollo Urbano de Centro de Población de Morelia 2010 indica que la zonificación o  usos de suelo establecidos en el área del proyecto son:  Protección Especial, PE, Protección Ecológica Forestal, PEF, Protección Agropecuaria, PAP, Restauración y Protección Ambiental, RPA, y que de acuerdo con la tabla de compatibilidad de uso de suelo se considera incompatible la vivienda rural y suburbana que se pretende desarrollar, por lo que se determina que el proyecto pretendido no es congruente con los instrumentos.

LA LUCHA CONTINÚA

En voz de la comunidad de Jesús del Monte, la revocación del permiso hacia la constructora es apenas una parte de lo que se requiere en materia de protección ambiental en la región. A pesar de que en fines de semana pasado revocaron los permisos de construcción de un camino al fraccionamiento, la reparación del daño al ecosistema forestal es necesario.

Actualmente la comunidad de Jesús del Monte, una de las 14 tenencias de la ciudad de Morelia, prepara acciones para frenar otro desarrollo urbano que ha venido afectando las reservas forestales. 

Asimismo, la región se encuentra bajo intenso estrés por las intenciones de fraccionadores de apoderarse de las últimas reservas forestales de la capital michoacana. Solo en los últimos años han perdido cerca de 200 hectáreas a un bajo costo económico ya invaluable costo en materia ambiental.