De convento Carmelita a epicentro de movilidad, hoy sede policial: la antigua central camionera de Morelia

A pesar de haber desaparecido como el corazón del transporte de pasajeros, sigue presente en el imaginario y memoria de los ciudadanos.

Arved Alcántara / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. La antigua central de autobuses de Morelia sigue presente en el imaginario y la memoria de los ciudadanos, a pesar de haber desaparecido físicamente. Aunque recientemente su espacio se transformó en un estacionamiento público, una estación de policía local y será la futura "ciudad administrativa", los morelianos continúan refiriéndose a la zona del centro de la ciudad que cruza la calle Eduardo Ruiz como la "antigua central".

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Según la información de archivo, la historia de este lugar se remonta a 1750, cuando la Orden de Las Carmelitas llegó a la ciudad y este predio fue donado para funcionar como un convento que abarcaba prácticamente toda la manzana, sirviendo como claustro para las religiosas. Los cambios llegaron en 1929, cuando el lugar fue nacionalizado y dejó de servir como claustro para las monjas.

Foto: Sam Herrera Jr., La Voz de Michoacán.

En manos del gobierno, los terrenos del ex convento se utilizaron como almacenes a partir de1939 y finalmente se convirtieron en la central de autobuses de la ciudad en 1965. En imágenes dela época de su funcionamiento, se aprecia el largo edificio horizontal con entradas en forma de arco, columnas sencillas y un techo exterior donde se lee "Central" en letras separadas con influencias del estilo Art decó.

Durante más de 30 años, este espacio funcionó como la central de autobuses de Morelia. Sin embargo, la modernidad hizo que el proyecto resultara insuficiente. La ubicación, el tamaño y el aumento del flujo vehicular en la capital michoacana causaron conflictos viales y problemas operativos para la central de camiones original.

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Hacia el nuevo milenio, se concretó el proyecto de la nueva Terminal de Autobuses de Morelia(TAM), ubicada en el norponiente de la ciudad, moderna y alejada del centro urbano, facilitando el ingreso de autobuses de pasajeros y proporcionando mayor accesibilidad a los morelianos que utilizan este servicio para viajar fuera de la capital.

A pesar de la renovación que trajo consigo este proyecto, el antiguo edificio en el centro histórico fue relegado. Durante más de 10 años, la parte frontal del inmueble moreliano quedó en el abandono, acumulando deterioro y grafitis. Se emprendió un proyecto para crear un estacionamiento de varios niveles en la parte posterior, resultando poco rentable e implicando costos para las finanzas municipales.

En 2016, el edificio fue temporalmente utilizado por un proyecto de arte y cultura urbano que lo convirtió en un centro cultural alternativo. Aunque los usuarios resistieron, la administración municipal recuperó el edificio para el ambicioso proyecto de crear un Centro de Atención a Víctimas (CAV) de la Comisión Municipal de Seguridad de Morelia.

En pocos años, esta sección del edificio cambió su apariencia y ahora presenta una fachada aplanada con detalles de cantera rosa. En una de las alas laterales se encuentran los juzgados cívicos, donde los ciudadanos que cometieron una falta administrativa deben presentarse ante un juez que determinará si se les debe aplicar una advertencia o un pago económico.

Sin embargo, en esta zona se evidencian los contrastes del proyecto de seguridad y justicia de Morelia. A pesar de haber transformado la antigua central, aún se registran robos y otros delitos impunes asolo metros o calles de la comisaría, a pesar de la presencia de numerosos agentes en la zona.