GALERÍA | Así está Morelia: calles ‘minadas’ de baches, alcantarillas rotas y daños estructurales en puentes

Infraestructura y equipamiento urbano serán de los rubros que la nueva administración municipal debe tomar en cuenta en beneficio de los morelianos.

Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán.

Redacción / La Voz de Michoacán
Fotos: Víctor Ramírez y Sam Herrera Jr.

A 45 días del relevo municipal queda de manifiesto que, de nueva cuenta, la infraestructura y equipamiento urbano en Morelia deberán de ser de las primeras tareas a atender por la nueva administración.

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Baches, rejillas dañadas, coladeras tapadas, señalética caída, botes de basura robados, luminarias apagadas y hasta daños en puentes son muy notorios y tocará hacer un balance para atender el problema. Pese a que la actual administración ha presumido importantes intervenciones urbanas, el saldo a simple vista, como corrobora un recorrido de La Voz de Michoacán, no es tan positivo.

La temporada de lluvias ha dejado de manifiesto que la ciudad no avanzó en cuanto a pavimentación se refiere. Si bien en un principio se destinaron flotillas de trabajadores a bachear y reparar algunos cruces importantes como en la avenida Universidad y en Siervo de la Nación, al paso de los meses se notó que muchos de estos parches sólo fueron para salir del paso mientras que otras varias vialidades quedaron totalmente abandonadas.

El fraccionamiento Lomas del Valle, conocida ya a manera de sátira por los vecinos como “Lomas del Bache” es una de las zonas más afectadas en el último trienio y resalta que mientras el Ayuntamiento reencarpetó un par de calles que cruzan la colonia, el resto vialidades no ha recibido atención y se han destrozado con el pasar de las primeras tormentas.

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Otro punto muy notable es en la lateral del periférico, desde la salida a Quiroga hasta la ruta hacia el Tecnológico de Morelia; a pesar de que obras y reparaciones han ido y venido en diversos tramos de esta vialidad la lateral sigue ajena a cualquier muestra de “cariño” delas autoridades Camelinas, el Bulevar García de León, varias calles de la Chapultepec, la subida a Santa a María, la colonia Félix Ireta y casi todo Morelia sufren la misma realidad: calles llenas de baches y pozos que parecen empeorar con cada nuevo parche.

En la zona del Libramiento la problemática es doble, pues a estos obstáculos citadinos se suman rejillas abiertas, rotas o flojas, así como tapas de coladeras y registros que se colocaron mal desde un principio y con el avanzar de los años se han vuelto en auténticas trampas para automóviles y ciudadanos.

QUEJAS, LA CONSTANTE

Y es que una de las quejas más recurrentes que los diversos organismos descentralizados suelen dejar todo aventado al momento de terminar las reparaciones; grava, material para construcción y hasta carretillas han dejado abandonadas una vez que concluyen sus trabajos.

Si bien la mayoría de denuncias son contra las obras que realiza el Organismo Operador de Agua Potable y Alcantarillado (OOAPAS), también ha sucedido en por parte del personal de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) o de alguna dependencia de carácter estatal o federal.

Por si fuera poco, la planeación de aquellas obras y labores de mantenimiento que sí se realizaron suelen dejar mucho a desear. Un ejemplo claro es la avenida Francisco J. Múgica, donde se trazó uno de los pocos espacios de ciclovía bien delimitados en Morelia, pero que estos dos últimos meses ha estado bajo agua porque no existe un conducto adecuado para conducirla cuando la vialidad se encharca.

Algunos ciclistas ya han manifestado haber tropezado pues si hay algún obstáculo no se puede ver debido al agua estacada, la cual puede durar semanas porque no hay personal que trate de solucionar el problema.

En la avenida Solidaridad, además de los baches y de ser una ruta que ha estado envuelta en varias reparaciones en las últimas dos administraciones municipales, lo que resalta es que el equipamiento dura poco. Vecinos han reportado desde el robo de pequeñas estructuras hasta el daño en macetas, las cuales han sido tiradas por automovilistas descuidados, aunque en un par de casos comentaron los colonos que se cayeron solas porque la vialidad no estaba pareja y las macetas de concreto quedaban frágilmente sostenidas entre un pedazo de bache y otro de parche con chapopote.

La señalética es otra problemática. Los discos para reducir velocidad o generar alertas viales han sido vandalizados, impactados y hasta robados, pero se aprecia varios puntos en donde simplemente ya no se repuso. La misma avenida Solidaridad y secciones del periférico son de los lugares más comunes donde se observa esta problemática.

Recientemente también ha habido quejas de los parabuses, muchos de ellos ya en mal estado y algunos incluso que no cumplen su función principal. Hay al menos un par de puntos donde no se instalaron los asientos de espera para los ciudadanos, pero sí la estructura para anuncios, la cual fue usada para promocionar el Ayuntamiento sus presuntos logros previo al proceso electoral de 2020-2021.

Los semáforos son otro problema que ha resurgido en las últimas semanas. En calzada La Huerta, la avenida Nocupétaro y el Libramiento se han reportado fallas, habiendo periodos que tardan hasta una semana en repararlos y en donde ni siquiera se envía a personal de tránsito para apoyar en la movilidad, como sucedió hace apenas un par de semanas frente a Ciudad Universitaria.

Estos dispositivos hay tanto aquellos administrados por el gobierno estatal como por el municipal, pero lo que se nota a últimas fechas es que si se llega a descomponer una habrá todo menos una respuesta inmediata.

Finalmente, las luminarias de Morelia. Considerado uno de los proyectos estrellas del gobierno municipal que encabezaba Raúl Morón, el plan era reponer varias de las lámparas por focos más baratos y ahorradores, pero al mismo tiempo de mayor calidad e iluminación, que supondrían no sólo una renovación y reparación de sectores afectados por las constantes fallas, sino un ahorro importante de presupuesto en compra, mantenimiento y gasto eléctrico.

Al final, la realidad ha sido diferente. Colonias completas están en la oscuridad varias semanas al año: Michelena, Torremolinos, Ventura Puente, Chapultepec, y toda la zona céntrica desde Las Tarascas hasta Bucarelli tienen cortes constantes en el servicio de las luminarias desde hace más de un año y sin visos de solución.

Con tantos focos rojos de atención, sin duda que tendrá una ardua tarea la próxima administración municipal en materia de equipamiento e infraestructura, aunque vale la pena mencionar que muchas son problemáticas heredadas.