Gasoductos son seguros, pero debe notificarse a vecinos: explica especialista sobre obra en Morelia

Si bien los gasoductos son seguros, los gobiernos tienen que aclarar dudas y transparentar permisos y estudios

Foto: Samuel Herrera.

Juan Bustos / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán.- La instalación de gasoductos es más segura para la distribución del gas. Sin embargo, es necesario informar a los vecinos y brindarles acompañamiento para que conozcan el proyecto, el cual es nuevo en la ciudad, pero ya ha sido implementado en otras. Así lo expuso Salvador García Espinosa, investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) en torno a la polémica por la obra en la zona de La Huerta en donde la autoridad local ha decidido no dar explicaciones a los colonos sobre sus temores y, especialmente, en los permisos aprobados mediante estudios de impacto que debieron de haberse realizado.

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Ante esta opacidad y la zozobra por una obra donde se alimentará a restaurantes con gas, vecinos han establecidos bloqueos y presionado al gobierno local para que transparente permisos y aclare el alcance del proyecto.

El urbanista nicolaita señaló que cuando las instalaciones se realizan de acuerdo con la normativa, implican un menor riesgo en comparación con el uso de pipas de gas circulando por la ciudad o cargando gas en centros gastronómicos donde hay comensales.

“En nuestra vida diaria podemos observar que cuando un autobús o un camión del servicio público recarga gasolina, se les exige que los pasajeros desciendan. Sin embargo, no vemos restricciones en las horas de carga para las pipas cuando hay comensales”, indicó.

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García Espinosa resaltó la importancia de cumplir con la Norma Oficial Mexicana 007, SECRE 2010, la cual regula el transporte y distribución de gas natural en el país. Esta normativa debe ser cumplida para obtener la autorización de la obra.

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Detalló que esta normativa establece requisitos específicos para la instalación de gasoductos, como el diámetro de la tubería y la profundidad de la zanja. Por ejemplo, se estipula que el diámetro de la tubería debe ser de 40 centímetros, lo que implica una profundidad mínima de 80 centímetros en zonas no urbanas y de 60 centímetros en áreas urbanas.

“Es importante mencionar que las regulaciones varían según el número de unidades residenciales en cada zona”, acotó.

Sin embargo, desde su perspectiva, el problema radica en la falta de información proporcionada a los vecinos de parte del Ayuntamiento de Morelia. Aunque tienen derecho a recibir información, la autoridad responsable de otorgar los permisos no siempre se encarga de brindarla. “Esta falta de comunicación ha generado incertidumbre y dudas entre la comunidad”, agregó.

Señaló que para obtener información sobre la normativa y verificar el cumplimiento del proyecto, los vecinos podrían ponerse en contacto con la Comisión Reguladora de Energía. Por lo tanto, sería importante contar con el acompañamiento del Ayuntamiento en este proceso.

Además, agregó que la autoridad y los propios vecinos pueden acercarse para solicitar explicaciones técnicas y evaluaciones a expertos en la materia, como el Instituto de Metalurgia de la UMSNH o ingenieros civiles especializados en ductos.

La solución propuesta para abordar esta problemática es aumentar la transparencia y la colaboración entre las autoridades y los vecinos. Aunque el municipio no es responsable de los aspectos técnicos del proyecto, puede facilitar el proceso de información y establecer una conexión entre los vecinos y las autoridades correspondientes.

Resaltó que el uso de gasoductos para el consumo de gas natural es más seguro que almacenar grandes cantidades de gas en tanques, como ocurre en los centros gastronómicos. La normativa establece reglas claras en cuanto a dimensiones y presiones para prevenir accidentes o daños.

Más seguro que los camiones

Resaltó que el uso de gasoductos para el consumo de gas natural es más seguro que almacenar grandes cantidades de gas en tanques, como ocurre en los centros gastronómicos. La normativa establece reglas claras en cuanto a dimensiones y presiones para prevenir accidentes o daños.

Agregó que el almacenamiento de gas en tanques representa un mayor riesgo en caso de un accidente, mientras que los gasoductos cuentan con medidas de seguridad para evitar explosiones o contaminaciones.

Por lo tanto, consideró que es fundamental mejorar la comunicación entre las autoridades y los residentes, brindando información clara y accesible sobre los proyectos y su cumplimiento de la normativa vigente.

Destacó la experiencia que tienen otras ciudades al respecto, las cuales hacen más segura la distribución y más cómoda para los usuarios.

Agregó que en muchas ciudades como la Ciudad de México, Monterrey, Juárez, Chihuahua, León y Querétaro, la distribución de gas natural se realiza a través de un sistema de facturación similar al de la electricidad.

En este sistema, cada residente paga una factura de gas según su consumo mensual, y el monto correspondiente a su consumo llega directamente a su proveedor de gas. Esto se debe a que cada hogar cuenta con un medidor que registra el gas consumido, al igual que ocurre con otros servicios públicos.

A través de este sistema, los vecinos tienen la tranquilidad de contar siempre con gas disponible en sus hogares y no tener que depender de la llegada periódica de camiones de gas. Además, al recibir una factura mensual basada en su consumo real, se fomenta un uso responsable y eficiente del recurso.