Manantial de la Mintzita abastece de agua a más de 300 mil morelianos, pero aun así está desprotegido

Pese cada año se presentan incendios en la zona, sigue sin ser atendida durante la temporada de estiaje por ningún nivel de gobierno.

Foto: SEMACCDET.

Arturo Molina / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Más de una treintena de incendios forestales provocados, la instalación de planchas de concreto e incluso la introducción de maquinaria pesada al área Natural Protegida del manantial de La Mintzita no han tenido eco en ninguno de los tres niveles de gobierno durante los últimos 3 años. El espacio que abastece a más de 300 mil morelianos de agua sigue sin vigilancia ecológica. 

Ciudadanos e integrantes de la Comunidad Ecológica Jardines de La Mintzita denunciaron a La Voz de Michoacán la situación que han vivido constantemente. Apenas el sábado pasado sufrieron uno de los incendios más fuertes de los últimos años, mismo que tuvieron que atender con sus propias manos debido a la falta de apoyo.

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Solo en ese caso, por más de dos horas apoyados por algunos machetes, intentaron evitar que el fuego se expandiera del Área Natural Protegida a los humedales, zona catalogada como Sitio Ramsar a nivel internacional. No obstante, las condiciones de resequedad y del propio viento jugaron en contra de los colonos.

La ayuda siempre tarda en llegar hasta dos horas o en algunos casos “ni siquiera se enteran”, advierten los colonos. Sólo en lo que va del año han ostentado hasta 4 incendios presuntamente provocados, situación que al igual que en el resto del estado se adelantó y amenaza con devorar las cada vez más reducidas zonas de recarga del manantial.

Foto: SEMACCDET.

Jesús Ramírez, integrante de la comunidad de La Mintzita y vocero del movimiento que integra a decenas de comuneros del sur de Morelia, ha señalado la situación que prevalece en el que es considerado como el más importante de los más de 600 manantiales de todo el estado de Michoacán.

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En cuanto a superficie afectada, no se ha contabilizado, toda vez que la complejidad del terreno y los trabajos que han emprendido para evitar los incendios les han absorbido la mayor parte del trabajo a la veintena de comuneros que diariamente vigilan el espejo de agua y sus alrededores para evitar las invasiones.

Al igual que en otras zonas de Morelia, las intenciones de fraccionadores se han hecho notar. Apenas en 2020, sorprendieron maquinarias trabajando apenas a 5 metros de distancia del manantial en donde se pretendía remover rocas y maleza vegetal para instalar cabañas turísticas. Aún con la respuesta de las autoridades ambientales un “venero” de los que alimentaban el ojo de agua fue abatido irremediablemente por la empresa constructora.

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Las promesas se han ido quedando administración con administración. La comunidad señaló que, durante la administración del alcalde independiente Alfonso Martínez Alcázar se prometieron acciones para delimitar el Área Natural Protegida, el saneamiento y vigilancia para evitar el saqueo del agua, de las cuales ninguna se materializó.

Más recientemente, en la gestión del alcalde Raúl Morón Orozco, la Dirección de Medio Ambiente anunció sus intenciones de municipalizar el manantial de La Mintzita, cuerpo de agua que por su naturaleza se encuentra bajo la gestión y manejo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Se anunció desde el 2020 que el Programa Anual de Inversión de ese mismo año en el municipio de Morelia contemplaba al menos 6 obras estrategias para el manantial a ejecutarse antes de que concluyera la administración, la cual contemplaba la construcción de Lavaderos Ecológicos; casetas de vigilancia, bardas perimetrales y otras adecuaciones encaminadas a salvaguardar el espacio ecológico.


El avance y gestión con la Conagua para ceder el manejo del manantial y su protección iniciaron desde el 2020 y a 6 meses de que concluya la administración, no hay visos de que lo anterior se pueda concretar al menos en este 2021. Mientras tanto, el estrés y la presión por cambio de uso de suelo, la extracción del recurso de manera desmedida y otras problemáticas han rebasado las competencias de la dependencia federal. Si bien se han constituido consejos de protección, destacan la urgencia de una mayor vigilancia.

Desde la llegada al manantial, es común ver salir decenas de unidades de pipas entrando y saliendo del recinto. En el lugar, los camiones de grandes volúmenes de capacidad se amontonan para esperar su turno para extraer el vital líquido. En voz de las autorices, especialistas y locatarios se han percatado que ya se han sumado pipas de empresas constructoras y desarrolladores que, sin costo alguno, entran a extraer el agua del manantial.

 Lo anterior, destacan, ha tenido una repercusión directa en los volúmenes de producción de agua, en la contaminación y hasta en la degradación de la zona. Las familias que anteriormente acudan al manantial a pasar la tarde, han sido desplazadas por la creciente actividad de los piperos.